Aunque sigue en lo alto de tabla, Boca perdió 1-0 ante un Talleres que le jugó de igual a igual en La Bombonera. El debutante Junior Benítez abrió la cuenta para los locales, pero la visita empató en el final del primer tiempo con Victorio Ramis y lo liquidó en el complemento con el tanto de Emanuel Reynoso, una de las figuras de la cancha junto al arquero Guido Herrera. De esta manera, el equipo de Guillermo Barros Schelotto –que jugó 45 minutos de buen nivel, pero se derrumbó en la etapa final– dilapidó una oportunidad única de despegarse más aún de San Lorenzo (que había caído en Mendoza ante Godoy Cruz) y de Newell’s, que goleó a Vélez el sábado.

En la previa se había pedido un minuto de silencio en honor a la memoria del ídolo paraguayo Roberto Cabañas, recientemente desaparecido. El gesto fue acaso un poco admonitorio de lo que vendría más tarde. Boca arrancó como una tromba, dispuesto a llevarse por delante a Talleres y avisaba de entrada con Pavón. Pero de inmediato Agustín Rossi debió esforzarse para contrarrestar un disparo de Reynoso. El trámite tenía las características del golpe por golpe, porque el técnico Frank Kudelka puso también tres delanteros y ocupaba con buen criterio todo el campo.

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Walter Bou se agarra la cabeza. No puede creer que el poste izquierdo le impidiera festejar.

Por entonces, Peruzzi parecía Dani Alves, ya que hasta se animó a tirar un sombrero en posición de ataque y en otra Herrera le tapó un gol cantado. El 4 y Pavón le armaban un zafarrancho al lateral derecho Escobar, que no podía controlarlos, en tanto el arquero de la T se agigantaba y le ahogaba el grito a Pablo Pérez. Hasta que un corner de Pavón fue conectado por Benítez, que puso el merecido 1-0 y desató el delirio azul y oro.

Pero el equipo cordobés no se achicó y proponía juego asociado con Guiñazú y Gil. Misteriosamente, Boca cometió dos errores fatales: perdió la pelota y jugó con cierta displicencia, como sobrando el partido. Pero cuando se rezagó un poco, fue su perdición. Porque mientras desperdiciaba chances en los pies de Benedetto (que no tuvo su mejor noche), a los 45 Talleres tuvo un premio acaso excesivo por tratarse de su segunda llegada al arco. Ramis entró solo por el callejón del 9 y sentenció a Rossi. Empate parcial y perplejidad absoluta en las tribunas.

En el complemento se esperaba que el local fuera a la carga como en el inicio. Pero Talleres, bien plantado, jugaba mejor. De hecho Ramis tuvo el segundo y Rossi respondió muy bien. El Mellizo sacó a Junior Benítez y metió a Walter Bou, quien de inmediato estrelló una pelota en el poste. Enseguida, Komar –un ex Boca– agarró de la camiseta a Vergini dentro del área y en la misma jugada tocó la pelota con la mano, pero el árbitro Ariel Penel no concedió penal. 

Boca iba al ataque con más gente que ideas. Y Sebastián Palacios (otro ex Boca), quien en un arresto individual, ayudado por un macanazo de Peruzzi, dejó a solo a Reynoso y el 10 cordobés no perdonó. Así, al conjunto xeneize se le escurrió de las manos una victoria que parecía tener en el buche.


 Claves

  • Boca arrancó el partido como para comerse crudo al rival y ganaba con justicia tras el tanto del debutante Junior Benítez.
  • Pero Talleres no se achicó y quiso jugarle golpe por golpe. Así llegó al empate de la mano de Ramis cuando se acababa la primera etapa.
  • En el complemento, Boca perdió autoridad, ganaron los nervios y con gol de Reynoso la T cordobesa se llevó un triunfo histórico de la Bombonera.