¿Quién mató a Anahí Benítez? ¿Se hará justicia cuando este miércoles al mediodía se conozca el veredicto en el final del juicio por su femicidio? El debate a cargo del Tribunal Oral Criminal N°7 de Lomas de Zamora dejó más dudas que certezas en torno a la culpabilidad de Marcos Bazán, para quien la fiscalía y la querella, pidieron prisión perpetua: en un caso como coautor y en otro como partícipe necesario de los delitos de “privación de la libertad, homicidio agravado por alevosía, criminis causa, y por mediar violencia de género”. “Se va a terminar el juicio y no sabemos realmente que pasó con Anahí”, reconoció a Página/12 el abogado Guillermo Bernard Krizán, representante legal de la madre de la adolescente asesinada en 2017. La defensa, en su alegato fue contundente al sostener que no hay pruebas contra Bazán, en un juicio en el que el principal acusado, Marcelo Villalba, cuyo ADN fue encontrado en el cuerpo de la estudiante y que fue señalado como quien la secuestró, fue excluido del debate oral por no estar en condiciones psíquicas para ser juzgado.
--¿Debería haberse investigado a la policía bonaerense? –le preguntó este diario a Krizán.
--Creo que hay muchas más personas involucradas. No puedo descartar que haya personal jerárquico de la policía.
La defensa de Bazán, a cargo de Rosario Fernández y Eduardo Soares, ambos de la Asociación Gremial de Abogados, alegan que con este juicio “se protege a la policía” y sostienen que el 22 de diciembre de 2017, a solo cuatro meses del femicidio, Damián Lozano, entonces jefe del distrito Lomas de Zamora Norte de la Bonaerense, fue detenido tras la investigación por narcotráfico y trata que operaba en el barrio Parque Barón, donde vivía Anahí. La comisaría 9° de ese barrio, allanada en el mismo marco, fue la encargada del operativo de búsqueda de Anahí Benítez. A Lozano se le dictó luego falta de mérito.
¿Pudo tener alguna relación ese trasfondo de redes narco y trata con el femicidio de Anahí como sospecha la defensa de Bazán? ¿Por qué las fiscales no profundizaron esa línea de investigación?
--Hicieron encajar todos los indicios para inculpar a Marcos (Bazán), para proteger a la policía. En más de 30 cuerpos de investigación no pudieron acreditar que Villalba conocía a Bazán y que Bazán conocía a Anahí. Es un pobre perejil en la causa --insistió Fernández.
Krizán dijo a este diario que hay otra causa abierta en la UFI N° 2 de Lomas de Zamora, a cargo de las mismas fiscales que llevaron a Bazán y a Villalba a juicio –Verónica Pérez y Fabiola Juanatey--, donde “se investiga a otros posibles autores”. “Hay tres personas, no son personal policial, pero tienen relación con Villalba, y se los vincula con gente que maneja estupefacientes en la zona”, indicó.
--¿Podría haber tenido alguna relación con el femicidio de Anahí el hecho de que el padre de la adolescente estuvo preso con condena firme por homicidio en ocasión de robo? –le preguntó este diario.
--No creo que haya tenido que ver -respondió Krizán.
Voces como la de Norita Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y la antropóloga feminista Rita Segato piden “Justicia para Anahí” y defienden la inocencia de Bazán, al insistir en la falta de pruebas en su contra.
Anahí tenía 16 años, y era estudiante del Colegio Normal de Banfield, cuando desapareció el 29 de julio de 2017. Su madre, Silvia Pérez Vilor, sostuvo siempre que la adolescente se despidió para salir a caminar. Nunca regresó. Hubo un intenso operativo de búsqueda, hasta que el 4 de agosto, se desenterró su cadáver en la reserva ecológica Santa Catalina, de Lomas de Zamora, a 230 metros de la casa, precaria, donde vivía Bazán, un hombre de 36 años, que trabajaba en turno noche como personal de seguridad en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora. “Un antisistema”, lo definen en la agrupación de amigos y familiares que se conformó para defender su inocencia. Hacía herrería y trabajos de joyería artesanal y tenía una honguera. Su novia de entonces, lo sigue acompañando.
La defensa también alegó que no hay ninguna cámara de seguridad de la zona que registre a la joven caminando cerca de su casa: pone en dudas que se haya ido por sus medios. “Si Bazán hubiera tenido algún vínculo con Villalba y con Anahí hubiera salido del registro de llamadas de su celular o de la investigación de sus redes sociales. Ningún testigo en el juicio declaró que se conocían”, agregó Fernández.
Bazán está preso desde el 6 de agosto de 2017: estuvo detenido primero en el Penal de Olmos y actualmente está en la unidad carcelaria N° 9 de La Plata. En el debate declaró en forma virtual: insistió en su inocencia.
Tanto la defensa de Bazán como el abogado de la madre de la joven, coinciden en que las pruebas contra Villalba, de 42 años, son contundentes: su ADN fue encontrado en restos de semen hallados en el cuerpo de la estudiante. Además, le regaló el celular de Anahí a su hijo, que lo usó con un nuevo chip. Se lo vinculó en el juicio con la comercialización de droga.
Pero el TOC N° 7 estableció que no tiene capacidades psíquicas para enfrentar el juicio. “Eso no quiere decir que no haya comprendido la criminalidad del acto”, indicó Krizán. Villalba está detenido en la Unidad N° 34 de Melchor Romero, en el pabellón psiquiátrico. Cada tres meses se deberá evaluar si está en condiciones de ir a juicio, según dispuso el tribunal.
Para el fiscal del juicio Hugo Carrión, Bazán actuó en "coautoría funcional" junto a Villalba. Entre ambos habrían secuestrado a Anahí para luego turnarse su vigilancia en la casa de Bazán entre el 29 de julio y el 4 de agosto de 2017, cuando su cuerpo fue hallado en la reserva de Santa Catalina. La principal evidencia es el rastrillaje del perro Bruno, --un can adiestrado-- que el 7 de agosto siguió el rastro del olor de una prenda de la estudiante hasta la vivienda de Bazán. Después, tras olfatear una muestra del acusado, Bruno se dirigió al foso donde había aparecido el cadáver.
Aunque para fiscalía y querella esto es prueba suficiente para ubicar a Bazán en los hechos, su defensa asegura que el rastrillaje está viciado de nulidad, ya que el operativo "no cumplió la cadena de custodia", según indicó en su alegato Fernández. La abogada detalló a Página/12 que la prenda de Anahí fue entregada al encargado del rastrillaje un día antes del operativo, que se la llevó a la casa, y que hasta el día siguiente nadie controló que no fuera manipulada”. Además, aseguró que luego de encontrado el cadáver y hasta el día del rastrillaje “el foso quedó descubierto y con la posibilidad de que cualquier curioso se acercara".
Tanto Krizán como Carrión, en sus alegatos, reconocieron que la causa posee fuerte contenido indiciario y no probatorio, aunque el abogado de la madre aseguró que, aun así, existen "indicios graves, precisos y concordantes". La Gremial de Abogados, que junto a familiares y amigos de Bazán denuncian desde el inicio del proceso que se trata de una "causa armada", emitió un comunicado en el que indican que mantienen "desconfianza en el TOC 7", y pidieron a los jueces "no consumar otra aberración judicial". En este sentido, Fernández confirmó a Página/12 que iniciaron "una recusación contra el Tribunal", que podría avanzar hasta "decidir hacer el juicio de vuelta" si el acusado no es absuelto. “Este tribunal ya ha sido recusado por la Casación platense y revocado otro juicio, fallo y veredicto”, apunto Fernández.
El debate oral comenzó el 22 de febrero y se extendió hasta el 18 de mayo, en una decena de audiencias. Este miércoles al mediodía se espera que los jueces Roberto Conti, Elisa López Moyano y Roberto Lugones den su veredicto.