Causó estupor la revelación de una lista de personas que habrían sido espiadas sin orden judicial desde la Agencia Federal de Inteligencia desde junio de 2016, según la denuncia que la interventora Cristina Caamaño radicó ante el juez porteño Marcelo Martínez De Giorgi y el fiscal Jorge Di Lello. Entre el centenar de espiados se cuentan algunos nombres de la política santafesina, incluido el propio gobernador Omar Perotti, que ayer no emitió opinión de manera oficial. Pero otros que estaban en la mira de algún agente de la AFI expresaron a Rosario/12 su repudio mezclado con el asombro por la situación.
Los santafesinos de la lista son Perotti, la secretaria de Derechos Humanos provincial, Lucila Puyol; la militante de HIJOS Santa Fe Valeria Silva; el diputado nacional Marcos Cleri, el dirigente nacional del Movimiento Evita Gerardo Rico, el ex intendente, ex diputado y ex embajador por Cambiemos, Mario Barletta, y Delfina Supisiche, allegada a la Fundación Igualar, cercana al PJ.
"Es una grave violación a los derechos personalísimos, pero también a los derechos de toda una sociedad que hace mucho tiempo le dijo no a la persecución política. Y me preocupa mucho que una de las personas en la lista sea el gobernador de nuestra provincia", resaltó Puyol, abogada comprometida en la defensa de los derechos humanos y que dirige la secretaría de ese área en el gobierno de Perotti.
A Puyol la noticia la tomó por sorpresa ayer por la mañana. Una amiga suya, la ministra nacional de Género, Elizabeth Gómez Alcorta, la llamó para solidarizarse y proponerle constituirse como querellante. "Me impresionó leer la lista, con nombres del macrismo, acaso para controlar sus vínculos, y luego militantes del campo popular, derechos humanos, sectores de oposición, para controlar qué hacíamos, en qué pensábamos, con quiénes nos relacionábamos", barruntó. Aunque la denuncia, hasta aquí, remite solo a los correos electrónicos de los mencionados, Puyol reparó en el riesgo que depara hoy la conectividad. "Yo a mis cuentas de email las tengo vinculadas en el teléfono, con mis cuentas de Facebook, Instagram, el whatsapp, todo", advirtió. Con ella también se incluye en la lista de personas espiadas Valeria Silva, de Agrupación HIJOS Santa Fe y actual directora de Memoria, Verdad y Justicia en la Secretaría de Derechos Humanos.
--¿Atribuís esto a la naturaleza intrínseca de los servicios de inteligencia o la naturaleza del esquema de poder del macrismo? -preguntó este diario.
--Los servicios, en lugar de estar bajo la órbita de la democracia, han sido funcionales a otros poderes, el económico, el oscurantismo y la persecución. Pero también lo atribuyo al poder político de turno, porque si no tiene la decisión de controlar a los servicios -como lo intentó Cristina en el último tramo de su gobierno con Oscar Parrilli- los servicios de inteligencia estarán al servicio de quienes puedan pagarlos", condenó Puyol.
Las tareas de espionaje ilegal que descubrió Caamaño sobre la gestión de Gustavo Arribas en la AFI violan la Ley de Inteligencia Nacional y “no se encuentran ordenadas ni autorizadas por ningún magistrado; sólo fueron dispuestas por las autoridades del organismo que hoy se encuentra intervenido. Es así que debemos hablar lisa y llanamente de producción de inteligencia ilegal”, afirmó la funcionaria.
Perotti se enteró ayer al mediodía de la denuncia y al cierre de esta edición no había formulado declaraciones.
El diputado nacional Marcos Cleri, y referente de La Cámpora en Santa Fe, dijo “que en el gobierno de Mauricio Macri hayan procedido por fuera de las normas no sorprende, pero no se pueden naturalizar estas prácticas porque hay que mejorar la democracia, no retroceder a tiempos oscuros”, según publicó este diario en su edición de ayer.
Gerardo Rico, dirigente nacional del Movimiento Evita y ex diputado provincial, es otro de los espiados. "Nunca sospeché que pudiera ser blanco de los servicios en un gobierno democrático. Lo tenía claro cuando empecé a militar en los '70, pero ahora en democracia no concebía que opositores a un gobierno sean espiados, siendo que la actividad, al menos la mía, era y es pública", se asombró. Como él, en la lista hay varios referentes del Evita de otras jurisdicciones. "Esperamos que la Justicia investigue. Espiaron sin orden judicial, un delito flagrante y surrealista además en tiempos de democracia", completó.
Delfina Supisiche es comunicadora, se dedica a la venta de publicidad y participa de un proyecto sobre educación y cooperativismo, y su contacto más cercano con la política es como participante de un curso de formación brindado por Fundación Igualar, espacio de pensamiento político en el peronismo rosarino, presidida por Fernando Rosúa, funcionario provincial en el área de Transporte. "Fue una sorpresa total, es algo desproporcionado porque no soy dirigente ni periodista famosa, me dedico a la educación y a mandar gacetillas a los medios. Soy un perejil", sintetizó.