Desde esa cumbre del melodrama que es Imitación de una vida hasta la reciente adaptación de Mujercitas a cargo de Greta Gerwig, pasando por, entre otras, La fuerza del cariño y Lady Bird, el cine ha retratado desde innumerables ángulos los múltiples matices de la relación entre madres e hijas. Son relatos casi siempre disparados por los procesos madurativos de esas chicas que dejan de serlo y el recelo de quienes sienten que pierden una parte de su vida con ese crecimiento, tal como ocurre en la producción francesa Mi niña. Allí la realizadora Lisa Azuelos focaliza su atención en las últimas semanas en la casa de una joven parisina de 18 años que acaba de terminar el secundario y empieza a armar para las valijas para irse a estudiar a Canadá, todo ante una madre enfrentada a la certeza de un inminente nido vacío. Y vaya si estará vacío ese nido que supo albergar a tres hijos que, ya adultos, desandan sus propios caminos.

A diferencia de Lady Bird y Mujercitas, en las que Gerwig tomaba como punto de vista la mirada de la adolescente, los ojos a través de los que se narra Mi niña son los de Héloïse (Sandrine Kiberlain), una mujer separada y con dos hijos ya adultos que hace rato abandonaron el hogar. Como única compañía queda la menor, aunque no por mucho tiempo, en tanto Jade (Thaïs Alessandrin) acaba de recibir la confirmación de su ingreso como estudiante universitaria en Canadá. A partir de esta premisa, la también guionista Azuelos propone un film que pendula entre la distintas formas de asimilar la noticia de la madre y de la hija. No deja de ser saludable que Héloïse sea moderna, abierta e independiente, que disfrute libremente su sexualidad, ya que evita el lugar común del contrapunto generacional. A eso se suma que Jade, lejos de la rebeldía, acepta y entiende esos temores mientras recorre un camino de exploración personal que incluirá el descuido de sus clases y el inicio de una relación amorosa con uno de los amigos de su hermano mayor, para descontento de este último.

Mi niña es una película llena de buenas intenciones, con personajes algo inseguros de sí mismos pero amables y bondadosos, que abraza un tono melancólico aunque liviano y no exento de humor. Son mujeres que se comprenden la una a la otra, que se quieren, se cuidan y se respetan. No hay reclamos ni reproches por la partida, así como tampoco culpa ni recelo. El problema, queda claro, no pasa la dinámica y la construcción de los personajes, sino porque Azuelos propone una serie de flashback constantes hasta la época de la niñez de Jade. Es un recurso que podría funcionar en dosis homeopáticas pero que aquí termina siendo una recurrencia que confabula contra la sutileza y la libre interpretación del espectador, tal como demuestra el montaje paralelo que con el que concluye la última escena.

6 - MI NIÑA
(Mon bébé/Francia, 2019)
Dirección y guion: Lisa Azuelos
Fotografía: Antoine Sanier
Duración: 85 minutos
Elenco: Arnaud Valois, Sandrine Kiberlain, Yvan Attal, Patrick Chesnais y Thaïs Alessandrin
Estreno en las plataformas iTunes y Google Play.