Con la pandemia de coronavirus, las universidades nacionales tuvieron que adaptar sus tareas al mundo virtual. Ese fue el camino que siguió la Unidad Central de Políticas de Género (UNICEPG) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), fundada en 2019 con el objetivo de “contribuir a la transformación de las condiciones de desigualdad e inequidad existentes en relación a los Derechos Humanos de las mujeres, personas con identidades no heteronormadas y los varones”.
“El entorno virtual era una modalidad en la que se trabajaban algunos proyectos. Evidentemente, el contexto aceleró algunos procesos y nos obligó a modificarlos para dar continuidad al trabajo en línea”, explicó al Suplemento Universidad la coordinadora de la UNICEPG, Analía Barrionuevo.
Dentro de las modificaciones que se hicieron para continuar con el trabajo de la UNICEPG, realizaron una actualización del sitio web para “aportar una mayor visibilidad y accesibilidad”, lo que permitió “presentar de manera ordenada la información de los programas y acciones concretas que se llevan adelante, las normativas vigentes en la UNC, y a nivel nacional, provincial y municipal”.
Por otro lado, Barrionuevo alertó que en el contexto actual “las violencias de género, lejos de disminuir, han aumentado. Por eso, a pesar de que el aislamiento obligatorio limite las relaciones sociales, la titular de la unidad destacó que “la UNC ha dado continuidad al dictado de clases y la comunidad universitaria no ha perdido sus lazos y vínculos de referencia”, lo cual es “importante para que aquellas personas que se encuentran inmersas en situaciones de violencia tengan presente que las herramientas que la universidad tiene siguen en funcionamiento plenamente”.
Además, tras una resolución rectoral, las personas que quieran denunciar violencia de género pueden hacerlo por el mail institucional de la UNICEPG. Y también pueden ponerse en contacto por Facebook, Instagram y un número de celular que está disponible para recibir asesoramiento. “Se ha mantenido también la contención psicológica de todas las personas que ya recibían asistencia a través de turnos con videollamadas”, señaló Barrionuevo.
Sin embargo, la principal desventaja de esta modalidad que notó la experta en políticas de género fue “la postergación del momento de encuentro personal, en el que las estudiantes, las docentes, las no docentes puedan acercarse personalmente y dar un abrazo de contención”. “No obstante, a diferencia de otras pandemias que la humanidad ha superado, esta nos encuentra con muchos recursos tecnológicos disponibles para seguir estando cerca, para asesorar, contener y derivar”, resaltó.