Una nueva propuesta empresaria para el cambio de manos de las plantas de Vicentin SAIC comenzó a circular en los últimos días por oficinas de de corredores y acopiadores que tienen como punto de operaciones el puerto de Rosario, y vincula además a hombres de la política y los negocios. La cara más conocida, aunque no visible en estas negociaciones, es la del ex ministro y ex diputado nacional reconvertido en hombre de negocios, José Luis Manzano. Será por ese pasado peronista que algunos de los impulsores de este plan de conquista de Vicentin la llaman "la alternativa nacional y popular", frente a otras que vendrían de la mano del capital extranjero. Sin embargo, no falta quien señale que, detrás de la alianza que buscaría Manzano con acopiadores y corredores de bolsa, aparecen firmas extranjerasde fuerte presencia en el sector, como Cargill y Glencore.
Vicentin entró en cesación de pagos en diciembre de 2019 y pidió su propio concurso de acreedores. Durante los anteriores cuatro años, escaló posiciones en la exportación de granos hasta alcanzar los primeros puestos, "ayudado" por generosos créditos del Banco Nación a partir de la gestión de Javier González Fraga al frente de la entidad. Denuncias formuladas por la actual conducción del Banco, que encabeza Eduardo Hecker, revelaron la irregularidad de esas operaciones de prefinanciación de exportaciones que Vicentin no devolvió y que, sin embargo, no generó sanciones, reclamos y ni siquiera el cambio en su calificación crediticia, por lo cual siguió recibiendo préstamos prácticamente hasta el fin de la gestión de Mauricio Macri en la Casa Rosada. En el actual concurso, el Banco Nación es el mayor acreedor individual, por una suma de casi 300 millones de dólares, contra una deuda total de alrededor de mil millones.
En los tribunales rosarinos donde se tramita el concurso, se estimaba que durante el mes de abril Vicentin podría estar en condiciones de presentar un Acuerdo Preventivo Extrajudicial con sus acreedores para evitar la quiebra, pero no sucedió. No fue sólo por la pandemia, sino más bien porque los términos del acuerdo están lejos de haberse alcanzado. De hecho, son más los que especulan con una salida a la crisis con un cambio de manos de Vicentin, antes que por un acuerdo con sus actuales dueños: las familias Nardelli y Padoán.
Desde el principio de la crisis, se especuló sobre el interés de la firma suiza Glencore por quedarse con los activos del negocio de harinas y aceites de Vicentin (el grupo está diversificado en más de diez áreas). Glencore ya es parte del negocio a través de la sociedad con Vicentin en Renova (biocombustibles), donde le ha ido comprando participaciones a la empresa santafesina hasta convertirse en accionista mayoritario.
Pero en los últimos días han aparecido dos nuevos actores en acción. Uno es el ex político y hoy empresario José Luis Manzano, quien buscaría sumar voluntades entre inversores y acreedores locales de Vicentin para armar una propuesta "nacional" (y popular, agregan otros, con cierta maledicencia) en contra de una eventual propuesta extranjera. En forma paralela, Mariano Grassi, titular de la centenaria firma corredora de granos de Rosario que lleva su apellido, pretende armar un pool de acopiadores de granos y otros acreedores de Vicentin, para jugar en tandem en la convocatoria. Algunos interpretan que esta acción no es ajena a la que impulsa Manzano, e incluso se la ve como la otra pata de un plan para quedarse con Vicentin.
Menos claro resulta saber quiénes son los inversores que llegarían de la mano del antes conocido como Chupete Manzano. Hay quienes señalan que el grupo inversor incluye a algunos de los bancos acreedores de la convocatoria. Otros mencionan a CarVal, fondo financiero ligado a Cargill, y hasta se habló de Blackrock, fondo de inversión no sólo muy sonado por las negociaciones de la deuda argentina, sino que además su participación le daría un lugar en el reparto nada menos que a Glencore, de la cual es accionista.
Todos estos interrogantes llevaron a algún analista, muy cercano a las operaciones, a preguntar, retóricamente, "¿ésta es la propuesta nacional y popular?".