En un contexto socioeconómico complicado, en el que cada vez más personas requieren de la asistencia del Estado debido al impacto económico que desató la crisis del coronavirus, el Ministerio de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo ya repartió 1.530.153 tarjetas Alimentar, que alcanzan a unas 2.813.688 personas y representan una inversión mensual de 7.719 millones de pesos. Estos datos figuran en un informe sobre el estado de situación del Plan Argentina Contra el Hambre. Según el escrito, al que accedió Página/12, este ministerio invirtió unos 3.400 millones de pesos mensuales entre comedores escolares, comedores comunitarios y merenderos de todo el país, a lo que se sumaron una serie de refuerzos frente al avance de la pandemia.
Arroyo indicó, en diálogo con este diario, que el plan de Argentina Contra el Hambre se divide en dos etapas: una anterior a la pandemia y una posterior. “La pandemia cambió la situación porque bajaron los ingresos de las familias y aumentó la demanda alimentaria. Pasamos de ocho a once millones de personas que reclaman asistencia. En ese sentido hubo una adaptación de la política social”, aclaró Arroyo. Luego subrayó que “la inversión en alimentos ha aumentado y esto se va a sostener más allá de la salida de la cuarentena. Está claro que la situación social es complicada porque hay mucha gente que requiere asistencia alimentaria y eso va a continuar luego del aislamiento, con lo cual evalúo que no solo tenemos que sostener la asistencia en materia de alimento, sino también complementarla con la generación de trabajo”.
Además de la Tarjeta Alimentaria y la compra de alimentos para comedores y merenderos, el informe destaca la inversión en otras políticas destinadas a combatir el hambre. Entre ellas, el plan Pro huerta, impulsado en conjunto con el INTA que, según detallan, brinda asistencia mensual a un total de 686.970 huertas familiares, 16.338 huertas escolares, 1.838 huertas comunitarias y 5.108 huertas institucionales en todo el país a través de la entrega de semillas, la realización de capacitaciones en el armado de huertas y la entrega de animales de granja para promover la autoproducción avícola.
En otro apartado, el informe se detiene en las medidas que se tomaron frente a la pandemia. Una de ellas fue la asistencia alimentaria de emergencia para las provincias, que habilitó "transferencias a los gobiernos provinciales por $200.000.000, y a los gobiernos municipales por $402.900.000", para la compra de insumos. La otra medida fue un refuerzo extraordinario de la tarjeta alimentaria que se realizó en abril, que contempló una inversión de $ 7.717.774.000 y alcanzó a 1.529.699 titulares de tarjetas.
En cuanto a la distribución de la asistencia por provincia, en el informe se puede ver una clara focalización de la ayuda en la región del AMBA. Esto se ve reflejado en la distribución de las tarjetas: en la provincia de Buenos Aires los beneficiarios son 557.094, seguido por Córdoba con 116.953 y en tercer lugar Santa Fe con 109.552. En las demás provincias la cantidad de beneficiarios no superan los 70 mil, a excepción de Tucumán, con 70.855. Arroyo explicó que "hoy la circulación del virus es mucho más fuerte en el conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires, por eso está todo concentrado acá, pero tenemos, en la medida en que vayamos avanzando, que equilibrar la asistencia territorialmente". En esa línea, el Ministro afirmó que "ayer tuve una reunión virtual con todos los ministros de las provincias y vamos a ir distribuyendo la asistencia de manera federal".
El informe tiene un apartado titulado “monitoreo y evaluación”, en el que se analizan los datos obtenidos por el uso de las tarjetas para la compra de alimentos. Es allí donde aclaran que “la tendencia general, desde un punto de vista nutricional/saludable, indica el 50,9 por ciento de lo gastado con las tarjetas corresponde a productos recomendables y un 20,7 por ciento del gasto total se destinó a productos no recomendables". Sobre este punto, Arroyo indicó que "en un contexto tan difícil como el que transitamos, en el que a tanta gente le bajó el ingreso, que más de la mitad compren los productos recomendados --como leche, carne, fruta y verdura-- es realmente significativo y un dato positivo”.
Con respecto a la situación de los barrios más vulnerables y las estrategias del ministerio para abordarla, Arroyo indicó que están aplicando "un cronograma de intervención", con dos mecanismos. "En principio definimos siete lugares y vamos avanzando todas las semanas con el Plan Detectar y con el Plan El Barrio Cuida al Barrio. Paralelo a eso estamos atendiendo las situaciones de emergencia”, explicó. “Hemos armado un fondo especial para adaptarnos a la emergencia frente a la necesidad de cada barrio que lo requiera para que de forma inmediata les llegue asistencia”, agregó.
En el caso de Villa Azul, el titular de la cartera explicó que se les está brindando asistencia alimentaria a las familias. Ya hicimos una primera entrega de bolsones con alimentos secos y frescos, y vamos a ir reforzando esa asistencia alimentaria”.
Informe: Melisa Molina.