Los colectiveros rosarinos, que llevan 18 días de paro en reclamo del cobro de la totalidad de los sueldos de abril, marcharon por las calles de la ciudad para hacer un enérgico reclamo frente a la Municipalidad y más tarde en la sede local de la Gobernación de Santa Fe. En una manifestación histórica, y con apenas la mitad del sueldo abonado, el sindicato de choferes puso ayer su fuerza en el espacio público. La ruidosa protesta de centenares de trabajadores nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), todos con sus camisas celestes y barbijos, marcó un quiebre en medio del aislamiento social preventivo y obligatorio en Rosario.
Los choferes también criticaron con dureza a los empresarios del transporte, a quienes les pidieron que busquen financiarse para que terminen de pagarles los haberes. "Que saquen un crédito y que nos paguen, hay empresarios que aprovechan la pandemia para pedir una rebaja salarial", remarcó el titular de UTA Rosario, Sergio Copello. "La situación de nuestras familias ya no se aguanta más, no dan respuestas, todos miran para otro lado", señalaba el dirigente frente a la sede gremial antes de encabezar la protesta.
Además, solicitó que los subsidios sean repartidos y depositados directamente en las cuentas de los choferes. Tras el fracaso de varias reuniones con las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación y con la Cámara del transporte para destrabar el conflicto laboral, los trabajadores aguardan que mañana, cuando se retome el cuarto intermedio de las negociaciones, tengan una respuesta. "El paro va a continuar hasta que nos paguen el ciento por ciento del salario", advirtió Copello.