Tras muchas ida y vueltas, la Premier League inglesa finalmente tiene su calendario reprogramado, con los partidos del Manchester City ante el Arsenal y el Aston Villa ante el Sheffield, previstos para el miércoles 17 de junio, como primeros duelos desde que se desató la pandemia de coronavirus. La decisión la tomaron los clubes ingleses después de una reunión de la divisional que se llevó a cabo este jueves. Para poder cumplir los plazos, todavía se deben cumplir con las fases de testeos a los protagonistas
Luego de casi tres meses de suspensión, los dos partidos pendientes de la fecha 28 son los elegidos para el regreso. El retorno del resto de los equipos se dará en el marco de la jornada 30, prevista entre el viernes 19 y el domingo 21, informó la cadena BBC. Ese mismo fin de semana, Liverpool podría tener la posibilidad de concretar su primer y ansiado título de Premier League en caso de una derrota de Manchester City ante Arsenal en el adelantado.
El equipo dirigido por el alemán Jürgen Klopp, con un partido más, le lleva 25 puntos de ventaja al del español Josep "Pep" Guardiola y los argentinos Sergio Agüero y Nicolás Otamendi y podría celebrar con una victoria en su primer partido que sería en el estadio de su vecino y clásico rival, Everton.
En este momento, la Premier League atraviesa la segunda etapa del "Project Restart" que consta en la habilitación para que los planteles se entrenen en grupos reducidos con contacto físico permitido.
Para avanzar a la tercera fase, que incluye el permiso para realizar una práctica previa a la competencia, la Premier League deberá obtener buenos resultados en la cuarta ronda de las pruebas de detección del virus. En esta etapa, los clubes pasarán de 50 a 60 testeos a disposición para los futbolistas, cuerpo técnico y personal allegado a los equipos. Hasta el momento, en las tres rondas previas, la Premier confirmó doce casos positivos luego de casi tres mil testeos.
El programa contempla un apretado calendario con dos jornadas con partidos entresemana para terminar la temporada en los primeros días de agosto.
El último partido de la Premier se jugó el pasado 9 de marzo (Leicester 4- Aston Villa 0) y cuatro días después se decidió la suspensión del campeonato tras conocerse los casos de coronavirus del entrenador de Arsenal, el español Mikel Arteta, y del delantero de Chelsea Callum Hudson-Odoi.
Por aquel entonces, la intención de las autoridades de la Premier era reanudar la actividad a partir del 4 de abril pero no tenían en cuenta el avance de la pandemia que por el momento dejó más de 37 mil fallecidos en todo el Reino Unido.
El primer paso para el regreso del fútbol fue se dio el 11 de mayo cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, autorizó el regreso de la actividad a partir del 1 de junio, siempre que fuera a puertas cerradas.
Sobre éste último punto todavía se mantienen las conversaciones entre el gobierno y las empresas que poseen los derechos de televisación para que una cantidad de los 92 partidos que restan para completar la temporada puedan ser de libre acceso al público.
Luego, los representantes de los clubes votaron por unanimidad el regreso a las prácticas y los planteles volvieron oficialmente a los entrenamientos el pasado 19 de mayo, en grupos reducidos y con ejercicios individuales para los futbolistas que siempre mantenían la distancia con sus compañeros en grupos reducidos. El paso siguiente se aprobó este miércoles con la habilitación para volver a entrenarse en pequeños grupos y con el permiso para tener contacto físico.
Manchester City recién reinició los entrenamientos el 23 de mayo y cuando vuelva a jugar el miércoles 17 de junio no podrá cumplir las cuatro semanas de preparación que se habían solicitado en un principio.
A pesar del intento por volver a la normalidad, hay casos particulares como el del francés N'Golo Kanté, una de las figuras de Chelsea, que se negó a volver a entrenar y todavía lo hace por su cuenta por temor a contagiarse de coronavirus.
Algo similar sucedió con el delantero Troy Deeney, capitán de Watford, equipo donde juegan los argentinos Roberto Pereyra e Ignacio Pussetto, que tampoco se reintegró a las prácticas con el plantel ya que su hijo de apenas cinco meses tiene problemas respiratorios y decidió no exponerse a un eventual contagio. Deeney, quien explicó públicamente su decisión y ahora anunció que volverá a los entrenamientos, también denunció en las últimas horas que tanto él como su esposa recibieron mensajes con amenazas deseando que su hijo se contagie el virus.