El consumo registró una contracción de 0,9 por ciento en febrero frente al mismo mes del año pasado. La medición del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala representa la decimocuarta caída consecutiva. El guarismo muestra que, a pesar de la moderación en el ritmo, el retroceso en la demanda interna no se detiene. Los datos contrastan con el relato oficial sobre una presunta recuperación del consumo.
La persistencia de los aumentos de precios, la incertidumbre en el mercado de trabajo, el desmantelamiento de las capacidades estatales en materia de administración de precios, la política monetaria contractiva, la reducción en la inversión estatal y el parate en la actividad económica son algunos de los elementos que impactan de frente sobre la demanda de alimentos, bebidas y electrodomésticos.
El instituto que depende de ATE y UTE precisó que la serie sin estacionalidad arrojó una leve variación negativa de 0,1 por ciento mensual que representa el segundo mes consecutivo en baja. Entre los insumos para construir el indicador el ITE utiliza las ventas de autos nacionales, que retrocedieron 12,3 por ciento anual el mes pasado, mientras que la recaudación por IVA se contrajo un 1,5 por ciento, moderando su caída. En tanto, CAME informó que las ventas minoristas acentuaron la baja al registrar un retroceso de 4,1 por ciento anual. Para el ITE esa dinámica está “en línea con una inflación que muestra rigidez a la baja”. Finalmente, el crédito real en pesos al sector privado no profundizó la baja y tiende estabilizarse aunque exhibió una merma de 7,8 por ciento anual.