Frente a un panorama incierto para las artes escénicas, Pepe Cibrián Campoy sigue haciendo lo que mejor sabe hacer. Es que el referente del género musical en la Argentina tiene experiencia en apostar, reinventarse y salir airoso del intento. Vale de ejemplo el éxito que alcanzó en 1991, cuando en el marco de una fuerte crisis económica personal se lanzó a producir Drácula, asumiendo todos los riesgos de una producción sin precedentes y que aún hoy cosecha elogios.

En otro contexto, y en el marco de una nueva crisis ya global, el artista se adapta y se suma a la agenda artística virtual para repasar algunas de sus obras más emblemáticas, a través de una lectura que realizará en vivo cada viernes a las 21, a partir de hoy, por PlateaLive, la plataforma digital de Plateanet. Marica será el primer unipersonal que compartirá, abriendo un ciclo que contará en las próximas semanas con otras piezas como Juana La Loca; Dos reinas, dos tronos; El fantasma de Canterville y Drácula, entre otras. “La gracia es que las transmisiones tengan los nervios, los errores y los problemas propios de las obras en vivo”, señala al respecto de la propuesta.

El monólogo inicial, especialmente recordado desde el día en el que decidió recitarlo durante el debate sobre la ley de Matrimonio Igualitario en 2010, logró convertirse en un alegato por la diversidad. Escrito en homenaje a Federico García Lorca, relata un encuentro imaginario entre el poeta granadino y su verdugo, instantes antes de su fusilamiento. “No es una obra que hable de la sexualidad, sino de quienes son sacrificados por pensar distinto. Cuando era chiquito recuerdo haber escuchado a mis dos abuelos, que eran muy machos, llamar ´marica´ a algunos hombres, de una forma salvaje, y entonces pensé que así lo hubieran llamado también a Federico cuando lo mataron”, reflexiona Cibrián. “El fue un personaje muy cercano a mi familia, porque fue amigo de mis abuelos”, asegura. “Cuando yo era muy chico venían a la casa de mis padres Alberti, Casona y otros grandes autores y filósofos, todos refugiados como mis padres, y que habían peleado en la Guerra Civil, y ellos siempre hablaban mucho de Federico. Después lo leí, y lo incorporé tanto que sentí que tenía que homenajearlo”.

Pero la actividad artística no se agota con estas presentaciones. “Uno hace todo lo que puede para salir adelante”, señala el actor y dramaturgo, que viene de estrenar en el verano su última obra Por el nombre del padre (junto con Viviana Saccone) y ya proyecta otro espectáculo, donde volverá al formato del musical. “Se llama Infierno Blanco, y es la historia de la relación entre un narcotraficante y un joven con ideales. Va a ser maravilloso”, anticipa sobre la producción que se estrenará en abril de 2021, y cuenta con texto de su autoría y música de Esteban Dansker.

Abocado a un trabajo de audiciones, que realiza por Zoom, para encontrar a los 28 integrantes del nuevo elenco, Cibrián también mantiene contacto con su público a través de su cuenta de Instagram (@pcibriancampoy), desde la cual organiza clases particulares individuales de actuación y una transmisión en vivo, de lunes a viernes, a las 19, donde interpreta a la española Jacinta, una de sus más recientes creaciones, a la que describe como “una portera bruta, tierna e inimputable”. “Ella dice cosas que yo no las puedo decir, y entonces pegó mucho. Y cuando podamos salir a la luz, seguramente voy a hacer una gira con este personaje”.

Los vaivenes del oficio no son novedad para el reconocido director, quien igualmente no deja de alarmarse, y espera el momento de volver a las tablas. “Como actor vivo esta realidad de igual manera que la vive un taxista, un kiosquero o un trabajador de la construcción. Antes de esto, los que milagrosamente trabajábamos, teníamos proyectos. Yo iba a empezar una gira el 1 de mayo con Viviana Saccone. Pero hoy hay que seguir pensando igual en proyectos”.

En este marco, la expansión de la virtualidad en el campo escénico abrió un debate entre los trabajadores de la cultura, y Cibrián aporta su mirada. “Hay que trabajar con las posibilidades que existen. Y el teatro online es el medio que hoy tenemos para poder comunicarnos y darle una alegría a la gente”.