Clint Eastwood, una de las mayores figuras del cine de Hollywood de todos los tiempos, cumple 90 años este domingo. No solamente brilló como una estrella taquillera en spaghetti-westerns en los sesenta y como Harry el Sucio en los setenta. Hizo la transición y se posicionó como un director de prestigio que incluso ahora, al festejar sus nueve décadas de vida, sigue activo.
Nacido en San Francisco el 31 de mayo de 1930, se alistó en la Fuerza Aérea a comienzos de los cincuenta, cuando estalló la Guerra de Corea. No fue a Asia a combatir, pero estuvo a punto de morir en un accidente cuando su avión cayó al mar frente a la costa de California. Pudo salir de la cabina y nadar tres kilómetros hasta la costa.
El ingreso a la actuación llegó con la serie de vaqueros Rawhide, que filmaba la cadena CBS. Fue un éxito a fines de los cincuenta e incluso pudo dirigir algunos episodios. Cuando el programa terminó, su co-protagonista, Eric Fleming, rechazó protagonizar un extraño proyecto: un western filmado en España con capitales italianos. Eastwood se convirtió en la alternativa. Aceptó y así llegó el estrellato internacional.
La película era Por un puñado de dólares, dirigida por Sergio Leone. El éxito fue rotundo en 1964 y el actor se puso a las órdenes del director un año más tarde en Por un puñado más de dólares. En 1966 filmaron El bueno, el malo y el feo, la cumbre del spaghetti western. Las películas quedaron, todas con música de Ennio Morricone, enmarcadas en lo que se conoce como la Trilogía del Dólar.
En 1968, tras el éxito de la trilogía, Eastwood fue el ladero de Richard Burton en Donde las águilas anidan, una de las mejores películas de la Segunda Guerra que dio el Hollywood de esos años.
Llegaron los setenta, y el actor se reconvirtió en el detective Harry Callahan. Así, de la mano de Don Siegel, nació la saga de películas de Harry el Sucio.
El actor fundó la productora Malpaso y financió Thunderbolt and Lightfoot, que protagonizó junto a Jeff Bridges en 1974. Para dirigirla convocó a Michael Cimino, el futuro director de El francotirador.
Eastwood ya tenía decidido ponerse al otro lado de la cámara. Y comenzó su carrera como director en 1971 con Play Misty For Me. Uno de sus primeros films en la dirección fue The Gauntlet, de 1977, que lo tuvo como estrella junto a su entonces pareja en la vida real, Sondra Locke.
En 1979 se volvió a reunir con Don Siegel. Fue para Escape de Alcatraz.
Eastwood regresó al western como casi no lo hacía desde la Trilogía del Dólar: en 1985, dirigió y protagonizó El jinete pálido.
Pero la carrera de Eastwood como director logró un momento de aclamación en 1988. Fue con Bird, su biografía del saxofonista Charlie Parker.
En 1990 se estrenó Cazador blanco, corazón negro. Con nombres cambiados, Eastwood se metió en el rodaje de La reina africana, en el continente negro a comienzos de los cincuenta, personificando a un símil John Huston.
Hollywood reconoció los méritos de un Eastwood que como director cimentaba una filmografía notable. Fue en 1992 con Los imperdonables, un western crepuscular. Lo protagonizó junto a Gene Hackman, Morgan Freeman y Richard Harris. Significó el Oscar a mejor película y a mejor director. El film está dedicado a Sergio Leone y Don Siegel.
En 1995 llegó una de sus películas emblemáticas: Los puentes de Madison. Eastwood dirigió una de las grandes historias de amor del cine. Junto a él, Meryl Streep, en uno de sus papeles más recordados.
El director se volvió a reunir con Hackman, que había logrado un Oscar como actor secundario por Los imperdonables, en Poder absoluto, estrenada en 1996. Eastwood personificó a un ladrón que presencia cómo el mismísimo presidente de los Estados Unidos mata a su amante.
Se permitió un pequeño gran divertimento con Space Cowboys, en 2000. Reunió a Donald Sutherland, Tommy Lee Jones y James Garner para una historia de astronautas veteranos que son convocados para una misión que solamente ellos pueden cumplir.
Eastwood juntó a un elenco de primer nivel para una de sus obras maestras indiscutibles: Río Místico. Estrenada en 2003, significó el Oscar para Sean Penn y Tim Robbins como actor principal y de reparto, respectivamente. Marcia Gay Harden, Laura Linney, Kevin Bacon y Laurence Fishburne también brillaron en pantalla.
Al año siguiente llegó Million Dollar Baby, junto a Hillary Swank y Morgan Freeman. Fue una película casi de compromiso, sin mayores expectativas. En 2005, ganó el Oscar a mejor película; Eastwood volvió a ser reconocido como director. Swank se llevó el premio como actriz principal y a Freeman le tocó la estatuilla como actor de reparto.
Tras el Oscar, el director se abocó a su díptico Banderas de nuestros padres y Cartas de Iwo Jima, sobre los combates en el Pacífico durante la Segunda Guerra. En 2008 vio la luz El sustituto. Y también Grand Torino, una de sus últimas apariciones en pantalla.
Eastwood filmó Invictus en 2009. La película recrea la Copa del Mundo de rugby de 1995 en la Sudáfrica post-apartheid y cuenta cómo Nelson Mandela, interpretado por Morgan Freeman, aprovechó el torneo para lograr la unión entre blancos y negros.
2011 fue el año de J. Edgar, su biografía de Hoover, el controversial mandamás del FBI durante casi medio siglo. Marcó su única colaboración a la fecha con Leonardo DiCaprio.
En 2014 dirigió American Sniper y, también, Jersey Boys, un film centrado en la historia de Frankie Valli & The Four Seasons.
2016 sería el año de Sully, con Tom Hanks. La película se centra en el accidente del avión que en 2009, tras despegar, fue llevado por su capitán a las aguas del río Hudson y evitó que no hubiera ninguna muerte.
La mula y Richard Jewell se cuentan entre las películas más recientes de Eastwood, que llega a los 90 años con un prestigio inmenso y en plena actividad.
Dentro del panorama de Hollywood, y a contramano del grueso de las estrellas, Eastwood es un hombre conservador. Fue alcalde de Carmel por el Partido Republicano en los ochenta y se opuso abiertamente al presidente Barack Obama, al punto tal de participar en la convención republicana de 2012 con un duro discurso. Casado dos veces, su vida amorosa ha sido intensa y tiene ocho hijos de seis mujeres distintas. Llega a los 90 años con 41 créditos como director y 71 películas como actor.