Una larga lista de intelectuales y activistas encabezada por Noam Chomsky y el fundador de Pink Floyd Roger Waters formó una organización internacional con una causa muy peculiar, evitar que Canadá entre al Consejo de Seguridad de la ONU. A los miembros permanentes del ente se le suman regularmente países por el voto de la asamblea general. Este año, los candidatos son Canadá, Noruega e Irlanda, y la votación es el 17 de junio. El duro manifiesto contra la candidatura canadiense avisa que ese país cultiva una imagen neutral y pacífica, pero que "una fuerza internacional con poder que sigue tomando un rol negativo en el escenario mundial por su militarismo y por participar en guerras sin fin, en abusos a los derechos humanos y en degradar el medio ambiente". Los firmantes también señalan que Canadá funciona como un gendarme acrítico de Estados Unidos.
Como ejemplo principal, el movimiento destaca "el silencio y la indiferencia" de Canadá hacia el abuso de los palestinos y la intención israelí de anexar los territorios ocupados de la franja de Gaza. En contraste, tanto Irlanda como Noruega criticaron el reciente "plan" de Donald Trump que incluye esas ventajas para el gobierno de Benjamín Netanyahu. "Desde que llegó al poder, el gobierno de Justin Trudeau votó contra más de cincuenta resoluciones de las Naciones Unidas que sostenían el derecho de los palestinos y contaron con la mayoría de los votos. Canadá se niega a cumplir la resolución 2334 del mismo Consejo de Seguridad que llama a distinguir entre el territorio de Israel y los territorios ocupados en 1967. En cuestiones de la región, Canadá está alineado con Israel en todos los asuntos relevantes".
El manifiesto, que tiene el apoyo de veinte organizaciones sindicales y de derechos humanos del Canadá, también acusa a Trudeau de "ser un eco de Trump", seguir políticas que apoyan "a fuerzas reaccionarias en América Latina" y defender mineras canadienses que causan daños ambientales y abusos a los derechos humanos de los pobladores locales, en particular aborígenes. El final de la carta, que fue enviada a los embajadores ante las Naciones Unidas, es lapidario: "Por favor, voten contra la candidatura de Canadá". Desde Argentina, puede agregarse que Canadá y también Noruega, nunca acompañaron el reclamo de soberanía por las Islas Malvinas. Irlanda, que se prepara a festejar el centenario de su independencia del imperio británico, siempre votó a favor.