"Lo que está claro es que Carlos Orellano fue visto por última vez con vida en el boliche Ming y que a última hora en que funcionó el local se generó un incidente que terminó con el chico retirado por personal de seguridad y policías, quienes lo agredieron --relata el abogado Salvador Vera--. Después su cuerpo apareció en la parte de atrás del boliche en el agua, con sus pulmones secos y con muchos rastros de fuertes golpes. Paralelamente se pudo detectar dentro del boliche, rastros de sangre fresca lavada, dentro del baño exclusivo del Vip que esa noche estaba cerrado. También la autopsia encontró muchas marcas de golpes y sujeción en el cuello, los hombros y la parte posterior de las rodillas, así como se hallaron rastros de sangre lavada de un cuerpo arrastrado y salpicaduras en el piso, que siguen un camino hasta la parte exterior del balcón sur del boliche, donde apareció el cuerpo flotando. Que todas estas pruebas estén a disposición y no haya imputados ni detenidos, es realmente grave". Vera, junto a Irina Picard, representan a la familia de "Bocacha" Orellano, el joven que el 23 de febrero pasado fue a bailar a un boliche de La Fluvial.
Los letrados le solicitaron al fiscal Patricio Saldutti que pida el listado completo del personal que trabaja en relación de dependencia para Guillermo Woelflin en River Ming y Costello , ya que algunos de ellos cumplen funciones rotativas dentro de ambos establecimientos en el transcurso de una misma noche o jornada laboral. También apunta el escrito a colectar información sobre el área de control urbano del municipio: puntualmente solicitan que se acompañe el listado oficial declarado por los boliches River Ming y de Costello esa noche.
En esa línea, piden que sea citado a declarar Lautaro Ruiz, quien fue víctima de una agresión muy violenta en el mismo predio de La Fluvial, a manos de agentes de seguridad del boliche, quienes lo habrían golpeado hasta dejarlo inconsciente, para luego arrojarlo a las aguas del rio Paraná.
El documento también abreva sobre un hecho confuso: solicita un video del edificio del Centro de Justicia Penal porque según surge del relato del Subinspector de policía Gabriel Nicolossi --pareja de Karina Gomez, la mujer policía que estaba en la puerta del boliche y que dijo haber visto caer alguien al agua-- , “….cuando estábamos en el pasillo, y yo estaba esperando afuera, sale un hombre, que había estado acá adentro, me da la mano, me dice su apellido, pero ahora no me acuerdo, era un muchacho colorado, tenía una chomba bordo, y me dice 'tu señora esta medio nerviosa, y está haciendo cualquiera, espero que ahora cuando pases vos, no'. Me dijo eso y se fue…esto pasó en el pasillo donde están los asientos, antes de pasar a la Fiscalía. Esto pasó el día que vine a declarar, el día 25 (de febrero), y ocurrió antes de que yo pasara. Incluso, después de eso salió Fabián, el encargado del seguridad de Ming, junto con su abogado. En ese momento Fabián me dice, 'mirá que están las cámaras, decí las cosas que pasaron'. El abogado me dice ‘mirá que están las cámaras’. Ellos me dicen eso y siguieron caminando…”. Para los abogados, esta declaración revela la existencia de presiones sobre el policía que trabajó esa noche en el boliche.
"Que todas estas pruebas estén a disposición y no haya imputados ni detenidos, es realmente grave". Vera
El escrito solicita la detención preventiva para Karina Laura Gómez, Gabriel Nicolosi, Emiliano Lopez, Fabián Maidana, Guillermo Woelflin, y Graciela Aguilera. Para la querella, hay elementos de prueba suficientes, como los golpes a los que fue sometido el joven: asi lo demuestran "unas 20 muestras de infiltraciones hemáticas, las que se relevaron en zonas del cuerpo indicativas de sujeción, como lo son las de zona de cuello y hombros, así como también lo son las que corresponden a la zona posterior de ambas rodillas. También debemos incluir en este grupo y relativas a la agresión física, a las muestras de pulmón (el que no contenía agua), rostro y cerebro, zona lumbar y costal de la víctima entre otras”.
Para sostener su acusación, el dúo de letrados apunta con claridad que "el último momento en que la víctima es vista con vida, fue la madrugada del día 24 de febrero en el boliche Ming, una secuencia que incluye intervención sobre la víctima por parte de ambos agentes de seguridad policiales, y por agentes de seguridad privada del mismo, en particular, los llamados Selene, Julio, Fabián y Emiliano. De la última secuencia también, como veremos, participó el dueño del Boliche Guillermo Woelflin”.
Finalmente, señalan que "de acuerdo a la evidencia testimonial, surge la intervención en distintos trayectos de la secuencia de los últimos momentos con vida de Orellano por parte del grupo mixto de seguridad, evidenciándose de los relatos del mismo grupo numerosas contradicciones sobre hechos centrales del presente. Esta situación se agrava en torno a las graves contradicciones que existen entre los registros públicos de audios y actas policiales de procedimiento suscriptas por los agentes policiales, quienes luego intentan vanamente 'acomodar' sus relatos, desmintiéndose a sí mismos, fulminando cualquier atisbo de fe pública que deben poseer los instrumentos públicos (actas de procedimiento policiales), y tornando a sus relatos y acciones (realización de acta de procedimiento policial) faltos de credibilidad y peligrosos en términos procesales de entorpecimiento probatorio y de la actuación de la Justicia".
"La experiencia indica que las fuerzas de seguridad tienden a actuar corporativamente a los fines de encubrir el hecho y sus autores"
El escrito también revela una situación más que anómala: alguien pidio mal las cintas de grabación de las cámaras de La Fluvial de la madrugada del 24 de febrero. "Es menester considerar que en los hechos de delitos cometidos y/o en los que intervienen como autores agentes policiales, la experiencia indica que las fuerzas de seguridad tienden a actuar corporativamente a los fines de encubrir el hecho y sus autores y así evitar que las investigaciones se centren en la autoridad e Institución policial. Ello puede evidenciarse de la intervención de la seccional segunda de policía, a la que la autoridad Fiscal Interviniente, Valeria Piazza Iglesias le requirió que solicite al jefe de monitoreo del sistema del 911, al encargado de la Guardia Urbana Municipal, y al encargado de la Estación Fluvial Rosario desde el día 24 de febrero de 2020, solicitar las cámaras de video vigilancia de la torre de la Fluvial (domo) y de todas las que se encuentren en el predio a los fines de dilucidar el hecho que aquí se investiga “… de fecha lunes 17/02/20, en el horario de 02:00 hs a 07:00 hs…”. Es decir de una semana antes del hecho. La sospecha recae hasta ahora sobre la comisaría segunda.