El viernes 22 de mayo se registró una muerte por Covid-19 en Villamontes, uno de los municipios del departamento boliviano de Tarija que tiene una frontera con Argentina de unos 80 kilómetros de extensión.
En Villamontes también se confirmaron tres casos más de la enfermedad entre los contactos estrechos de la mujer fallecida. Ante ello, se iniciaron los trabajos preventivos con la toma de muestras de más habitantes de la ciudad boliviana, informó Alba Mariela Riffarachs, secretaria municipal de Salud de Yacuiba, al ser consultada por Salta/12.
Si bien el alerta es por la cantidad de casos, el último reporte de Bolivia identifica a Villamontes como una zona de riesgo medio (es decir, donde se puede controlar la propagación del virus), respecto de Yacuiba o Tarija, que son de “riesgo alto”, para la propagación. De todos modos, en Yacuiba hasta el momento se confirmó solamente un caso de contagio con la Covid-19, el de un hombre que falleció.
Riffarachs reconoció que existen pasos alternos en la frontera para pasar desde Villamontes a Santa Victoria Este, en Rivadavia, en el Chaco salteño. El más cercano entre Yacuiba a la zona de Santa Victoria, en tanto, es el de D'Orbigny. La localidad boliviana está enfrente de la comunidad indígena La Puntana, ya en Argentina. Allí se dispuso un control de Gendarmería.
Si bien se puede interpretar al curso de agua como un límite natural, la falta de lluvias generó que el río Pilcomayo lleve poca agua, si es que aún tiene. Uno de los pasos posibles, Pilcomayo mediante, es el de la comunidad wichí San Luis, uno de los parajes ribereños, donde sus habitantes señalaron la facilidad con la que se puede pasar de un lado a otro de la frontera. En el lugar no se cuenta con ningún control fronterizo y es común el traslado de un sitio a otro con solo atravesar el río, a nado, o caminando cuando las aguas estan suficientemente bajas.
Otros recurrentes visitantes de la zona sostuvieron que además hay familias que tienen a sus integrantes de un lado y otro de la frontera, por lo que cruzan asiduamente. Describieron la época de pesca como el tiempo cuando la zona es mucho más concurrida. “Por suerte hasta ahora no habilitaron la pesca. Cuando lo hagan va a haber muchos problemas, seguramente contagios, porque bajan comerciantes de todos lados”, dijeron.
Quienes conocen el territorio señalaron que hay caminos conectados directamente entre Villamontes y Santa Victoria Este, ya sea a través de La Puntana o San Luis.
Controles autogestionados
La falta de fuerzas de seguridad (Policía o Gendarmería) en la zona, impulsó a que el propio intendente victoreño, Rogelio Nerón, avale los controles autogestionados. Los miembros de las mismas comunidades originarias se apostan al costado de la ruta provincial 54, a controlar el paso, pues temen el ingreso de personas infectadas a una zona ya castigada por otros flagelos como la desnutrición o el dengue, sin dejar de tener en cuenta el endeble estado del sistema sanitario.
Los controles fueron la causa de peleas entre miembros de las comunidades que cruzaron denuncias. La situación confluyó en la suspensión en la presidencia del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS), de Alejo Gallardo, vocal del Pueblo Chulupí. La denuncia que pesa en su contra es que golpeó a otro cacique wichí de Misión La Paz, que ya limita con Paraguay.
“Estamos al tanto de la situación en Villamontes. En realidad (esa ciudad), está más cerca de Salvador Mazza que de Santa Victoria Este y el tráfico es más fluido (desde Salvador Mazza), hacia Yacuiba”, indicaron fuentes de la Gendarmería en Salta. Aseguraron que se cuenta con “todo el personal disponible realizando el cierre de frontera y aplicando los protocolos nacionales en el paso internacional”. “Hay más personal desplegado que de lo normal”, agregaron.
Aunque se insistió con las consultas a los encargados de la Central Operativa de Control y Seguimiento (COCS), y el Ministerio de Salud de la provincia, con el fin de conocer las medidas a desplegar para prevenir el ingreso de la Covid-19 en la zona, no hubo respuestas.
Equipo de bombeo solar
Desde el gobierno provincial se informó que en un trabajo articulado entre el Ministerio de Agricultura de la Nación, a través de la oficina local del INTA y el programa ATLAS, dependiente de Aguas del Norte, esta semana se instaló un equipo de bombeo solar en Pozo El Bravo.
Los casi trescientos vecinos de esta comunidad de Santa Victoria Este que ya contaban desde hace algunos meses con la red de distribución domiciliaria, ahora podrán acceder al sistema de agua potable sin la necesidad de depender del funcionamiento a combustible de la antigua bomba.
El Gobierno sostuvo que a través del programa ATLAS (Asistencia Técnica a Localidades Aisladas Salta), Aguas del Norte “acompaña, trabaja y asiste a más de 56 parajes de Santa Victoria Este, 42 parajes de La Unión y a 14 municipios de la provincia”.
“Ahora los vecinos no dependerán del funcionamiento de un generador a combustible para contar con agua de red", explicó el presidente de Aguas del Norte, Luis María García Salado.