El gobierno de facto de Bolivia no para de sumar escándalos en medio de la crisis sanitaria derivada de la pandemia. Este fin de semana, la presidenta interina, Jeanine Áñez, se vio forzada a pedirle la renuncia por sus expresiones racistas al ministro de Minería, Fernando Vásquez, quien dijo que no podría pertenecer jamás al Movimiento al Socialismo (MAS) por ser "blanco, tener ojos verdes y pelo crespo".
Miles de bolivianos indignados pidieron su renuncia a través de las redes sociales, mientras que el masismo alineado detrás del expresidente destituido por un golpe de Estado, Evo Morales, rechazó los repudiables planteos de Vásquez.
"Tengo ojos verdes, pelo crespo, soy blanco. No quiero discriminar, pero mis condiciones no hacen que yo sea compatible con el resto de las personas del Movimiento al Socialismo", fueron la palabras del ya exministro durante una entrevista el viernes en Radio Fides Potosí, la región boliviana de la que es oriundo. "No tengo ni los requisitos, porque para ser masista hay algunas especificaciones, inclusive, de identidad", había asegurado previamente. Durante el gobierno del expresidente Evo Morales, Vásquez había ocupado el cargo de director de Medio Ambiente.
Los dichos de Vásquez provocaron una avalancha de críticas que lo llevaron a emitir una disculpa pública antes de ser destituido por Áñez. "Reconozco que mi respuesta ha sido totalmente equivocada, con mucha ironía y la ironía no siempre es bien entendida. De todas maneras, pido disculpas por haberme expresado de esa manera", aseguró en un video difundido el sábado. A pesar de su particular pedido de perdón, el exministro corre el riesgo de ser procesado en el marco de una ley denominada "contra el racismo y toda forma de discriminación", promulgada en 2010 bajo el gobierno de Evo Morales.
Previo a su renuncia, la bancada parlamentaria del MAS, mayoritaria en el Congreso bicameral, le había pedido a la presidenta de facto en un comunicado público "la inmediata destitución de dicha autoridad, ya que sus palabras tienen alto contenido racista y discriminador". En tanto, el líder del espacio, Evo Morales, expresó que "el racismo es un delito contra el que debemos luchar como sociedad".
Vásquez es el segundo ministro de Minería en los seis meses del gobierno interino de Áñez. La gestión de la exsenadora beniana, que asumió la presidencia en diciembre pasado luego del golpe de estado contra Morales, suma de esta forma un nuevo escándalo en medio de las críticas por el manejo de la crisis sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus, incluyendo un caso de corrupción por la compra de respiradores con sobreprecios que le costó la cabeza y la cárcel al exministro de Salud, Marcelo Navajas.