Al menos unas 40 ciudades de Estados Unidos impusieron este domingo toques de queda en respuesta a las jornadas de protesta que se replican en todo el país por la muerte del afroamericano George Floyd cuando estaba siendo detenido por agentes de la Policía de Mineápolis. Así, el toque de queda rige en Miami, Orlando, Atlanta, Chicago, Detroit, Kansas, Cleveland, Seattle, Philadelfia, Portland o Dallas, entre otros. Horas antes, la Guardia Nacional de Estados Unidos confirmó la movilización de 5 mil efectivos en 15 estados y el distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington D.C., para contener los disturbios derivados de las protestas por la muerte de Floyd.
La muerte de Floyd se ha convertido en el último símbolo de la violencia policial contra los ciudadanos negros y provocó la mayor ola de protestas de los últimos años en Estados Unidos. El domingo, las mayores movilizaciones se registraron en los estados de Minnesota, Nueva York, Washington y Florida. Hasta el momento se reportaron dos muertes vinculadas a las protestas que se iniciaron el miércoles: una ese mismo día en Minneapolis, y la segunda, el viernes en Detroit.
En el estado de Minnesota, epicentro de las manifestaciones, una nueva manifestación tuvo lugar por la tarde en Saint Paul, ciudad lindera a Minneapolis, frente al Congreso local, desafiando el toque de queda vigente. Alrededor del Capitolio estatal se desplegó un importante contingente de efectivos policiales para contener a los manifestantes. En tanto, un conductor embistió con un camión cisterna a una multitudinaria manifestación en Minneapolis, aunque milagrosamente no se registraron heridos.
Miles de personas avanzaban por la autopista I-35W, que estaba cortada al tráfico, cuando el camión cisterna arremetió a gran velocidad contra los manifestantes. "El conductor resultó herido y fue trasladado a un hospital con lesiones leves. Está detenido. No parece que ningún manifestante haya sido atropellado por el camión", informó el Departamento de Seguridad Pública de Minesota. La policía aprovechó la ocasión para dispersar la multitudinaria protesta, que según definió el mismo Departamento de Seguridad Pública era "pacífica". Los agentes rociaron con gases lacrimógenos con el objetivo de despejar la autopista.
Por último, el cuerpo de un hombre fue encontrado en la madrugada del domingo cerca de un vehículo incendiado en Minneapolis, informó la policía de esa ciudad. El cadáver, por el momento no identificado, presentaba señales claras de traumatismos, dijo John Elder, vocero de la policía. Se desconoce aún si la muerte está relacionada con el estallido de violencia que siguió a la muerte de Floyd. Por tercer día consecutivo, rige el toque de queda a partir de las 20 horas del domingo.
En el estado de Florida, el gobernador Ron DeSantis ordenó que 400 integrantes de la Guardia Nacional se desplieguen en el estado para hacer frente a las protestas contra la violencia policial. Por segundo día consecutivo, el domingo se registraron protestas pacíficas en el sur del estado para exigir el fin de la violencia policial contra los afroamericanos. En Fort Lauderdale, las protestas acabaron con incidentes y la policía disparó gases lacrimógenos a los manifestantes para dispersarlos, pero volvieron a congregarse y permanecieron en las calles por la noche. En Miami, en tanto, rige el toque de queda hasta nuevo aviso.
Washington también decretó toque de queda tras nuevas manifestaciones cerca de la Casa Blanca, anunció la alcaldesa de la capital de Estados Unidos, Muriel Bowser. En la calle 14 se produjeron los primeros enfrentamientos con la policía. Después de la quema de un patrullero, los agentes lanzaron balas de goma y arremetieron contra los presentes, incluidos varios periodistas, entre ellos un camarógrafo de EFE. Varios cientos de manifestantes se congregaron también en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca.
Miles de neoyorquinos volvieron a la calle el domingo para protestar por el asesinato de George Floyd, pero además para manifestar su indignación por la brutalidad policial en la noche del sábado, cuando se produjeron duros disturbios en varios puntos de Nueva York que terminaron con 350 detenidos. La de Barclays Center fue una de las más numerosas, donde miles de personas se reunieron con el puño alzado y carteles que pedían la "Abolición de la policía" en una zona en la que se apreciaban claramente aun los destrozos del sábado, con mobiliario urbano destruido y numerosos escaparates rotos.
En el estado de California, la ciudad de Los Ángeles adelantó el toque de queda a las seis de la tarde, previsto inicialmente a las ocho, después de que grupos organizados iniciaran saqueos de negocios mientras se celebraban protestas pacíficas por la mañana. Desde primera hora de la mañana, efectivos de la Guardia Nacional se desplegaron por la ciudad y en puntos estratégicos como la sede del Ayuntamiento, tras dos noches con escenas de saqueos, batallas campales y barricadas en las avenidas principales.