A sus alumnas y alumnos les dicen que las parejas del mismo sexo no tienen derecho a adoptar. Y describen a las feministas como “sumamente agresivas”, “prepotentes” y “enemigas de las maternidad”. Definen al “lesbianismo” como “un despropósito” y “una depravación”. Enseñan que el divorcio es “la ruina de la familia”, el matrimonio igualitario “la aniquilación del concepto de familia”, que el ser humano “por naturaleza es varón o mujer” y que el preservativo no es efectivo para prevenir el VIH. Todo, con subsidios del Estado. En sus aulas y a través de sus manuales, la red de colegios de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (Fasta) promueve un adoctrinamiento homo y lesbofóbico y discursos de odio hacia el movimiento feminista. Se trata de un grupo católico integrista, fundado por un sacerdote con vínculos con la última dictadura militar y con el criminal nazi Erich Priebke, que fue adquiriendo escuelas de congregaciones religiosas en crisis en distintos puntos del país, y hoy ostenta la propiedad de 23 colegios en 18 ciudades de 11 provincias y en la ciudad de Buenos Aires, además de institutos de formación superior, una universidad en Mar del Plata --con dos subsedes-- y una editorial donde editan sus propios libros escolares. El 76 por ciento de sus escuelas recibe algún nivel de subvención estatal. En el 48 por ciento de los casos, el aporte del Estado llega al 100 por ciento, de acuerdo al último relevamiento anual de la Dirección de Información Educativa, del Ministerio de Educación.
El colegio más grande que posee en CABA es el “Catherina FASTA”, ubicado en Soler y Ravignani, en el barrio de Palermo: fundado hace más de 100 años, en 1912 bajo el nombre de María Auxiliadora por la Congregación Salesiana, se integró a la Red Educativa Fasta a partir del año 1988. Los otros dos colegios porteños que tienen son el Monseñor Aneiros, en Flores, y el San Vicente de Paul, en Villa Devoto.
El origen
En Argentina, Fasta se integra al sistema educativo formal en el año 1978, a partir de la fundación de su primer colegio en Tucumán, el Ángel M. Boisdron en Yerba Buena, en el oeste de la capital provincial. Pero su red educativa experimentó su mayor ampliación en la década del ’90 al aprovecharse de la crisis que atravesaban congregaciones de monjas y curas. Entonces, se fueron apropiando de colegios tradicionales de los barrios, sin que padres y madres de alumnos tuvieran claridad de lo que significaba el cambio de conducción en términos de contenidos educativos.
Hace alguna semanas, exalumnos del Colegio Aneiros, de Flores, abrieron un perfil en Instagram (@testimoniosa) y empezaron a compartir sus malas experiencias en la institución y en los campamentos del “Ruca”--–un espacio extracurricular-- donde forman a los “milicianos” de Fasta.
--Si no hacés lo que te dicen el castigo físico está asegurado, sin importar si es una sobreexigencia física o simplemente no podés. Desde golpizas multitudinarias, palazos y “fusilamientos” a pelotazos. Con el castigo viene la denigración: te dicen que te lo tenés que tragar o si no, no sos hombre --contó a este diario Flavio Cigliotti, de 21 años, estudiante de Psicología, uno de los ex alumnos que dejó su testimonio en @testimoniosa.
Los chicos que van al Ruca --un espacio optativo durante los fines de semana-- visten un uniforme, con camisa azul plomo, zapatillas oscuras y boina azul. Las chicas, camisa blanca, falda azul plomo y pañuelo al cuello.
--En el Ruca, chicas y chicos reciben una instrucción militarizada. Van formando parte de grupos denominados Escuderos, Milicianos, Templarios o Adalides. Sus torneos se denominan Cruzadas o Heroica Argentina --señala a Página/12 Fernando Lozada, miembro de la Coalición Argentina por un Estado Laico.
Exmilicianos han narrado el trasfondo militar que tienen esas actividades al aire libre, sus campamentos, liturgia y misas, sobre las que ha escrito el investigador mexicano de la derecha en Latinoamérica Edgar González Ruiz. Cada jornada comienza y termina con una formación en la que se entonan himnos y se izan banderas argentinas, y se oye misa.
Cicliotti narró a este diario su experiencia durante uno de esos campamentos del Ruca, en el predio del partido de Ezeiza de la Ciudad Deportiva Don Bosco, cuando tenía 12 años: en un juego nocturno dejaron a un compañero atado a un árbol durante una noche fría.
--Terminó atado en un árbol por unas siete horas de noche, llorando, cubierto por su propia orina. Hacía menos de 2 grados centígrados. La única reacción de los responsables fue reírse, decirle "que no sea maricón" y seguir como si nada, esta fue la primera noche del campamento. En esos días, tomaron de punto a otro de los chicos por ser "afeminado" y "parecer puto" al punto de convencer a varios compañeros de carpa de que le tiraran sus cosas afuera, sobre el barro y que le dieran una malteada, golpeándolo entre todos, cosa que hicieron. Agarraban a los chicos que les hacían más caso y les daban el poder e incentivo de castigar al resto que no lo hacía --contó el ex alumno.
--Milicia se llamó a la principal organización integrista católica que colaboró con la ocupación nazi de Francia. Fue también el nombre de un grupo que, desde la SIDE, participó en el plan Cóndor --apunta Lozada.
En su red de colegios, Fasta tiene más de 20 mil alumnes. Su participación en marchas contra la despenalización y legalización del aborto suele ser obligatoria. La decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de FASTA, Julia Elbaba, fue una de las expositoras “celestes” en el debate de 2018, en el Congreso.
Durante el debate del aborto, en el colegio FASTA de Mar del Plata, el San Vicente de Paul, colgaron sobre la calle Gascón 3145, una gigantografía de un feto en gestación, y la UFASTA declaró que en su Facultad de Medicina, que entrega título oficial, no se enseñaría sobre aborto.
Todos los 12 de octubre los colegios Fasta de Latinoamérica y España celebran el Día de la Hispanidad, título que casualmente le dio a esa fecha el dictador Franco, en lugar del Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Todo. Todo, con subsidios estatales.
¿Cómo nace Fasta?
Fasta nació el 7 de octubre de 1962, poco después del golpe de Estado al ex presidente Arturo Frondizi, en el día de la festividad de la Virgen del Rosario, en la ciudad cordobesa de Leones, por iniciativa del cura dominico Aníbal Ernesto Fosbery, inicialmente como una ”milicia juvenil” de la Orden de Predicadores, en respuesta a la exhortación del Concilio Vaticano II a promover la participación de los fieles laicos en la vida y misión de la Iglesia y con el objetivo de hacer penetrar los valores cristianos en la sociedad.
--Fue nombrada Fraternidad Laical de la Orden Dominicana el 2 de octubre de 1971, con aprobación del cardenal Primatesta, arzobispo de Córdoba, una de las figuras de la jerarquía católica más cuestionadas por sus vinculaciones con la última dictadura militar. Después declarada como Asociación Privada de Fieles, a través de un decreto del cardenal Antonio Quarracino, arzobispo de Buenos Aires el 2 de septiembre de 1993 --recordó Lozada.
El 29 de mayo de 1997, la Santa Sede, por medio del Consejo Pontificio para los Laicos, decretó el reconocimiento de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino como asociación internacional de fieles de derecho pontificio. Existen unas 120 en el mundo de ese tipo, apuntó Lozada. Con los años, se extendió a 30 diócesis en diferentes países, entre ellos Perú, Brasil, Chile, y España.
Según pudo rastrear Lozada, Fasta se extendió a 30 diócesis en todo el mundo (una veintena en argentina), y está en Lima y Arequipa (Perú); San Pablo (Brasil); Serena, Los Andes y Santiago (Chile); en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia (España) en estas dos últimas tuvo graves problemas sobre el adoctrinamiento y la presión psicológica que se ejercía sobre los alumnos de sus colegios.
Amigo de Priebke
La sede de Bariloche de la Universidad de Fasta funcionó durante sus primeros años en el colegio Primo Carraro, por un convenio con la Agrupación Germano Argentina que presidía el jerarca nazi Erich Priebke. En 2003, Fosbery hizo un agradecimiento público a Priebke después de su extradición, concedida por la Corte Suprema de Justicia a Italia para juzgarlo y condenarlo por sus crímenes durante el nazismo.
“Más allá de esas simpatías, Fasta es un grupo que evoca a las antiguas organizaciones del nazismo por su espíritu militarista y por la agresividad que en su discurso y en sus acciones, hasta donde las circunstancias les permiten, despliega contra aquellos a quienes considera enemigos de la religión”, escribió en 2005 el investigador de la derecha Latinoamericana y escritor Edgar González Ruiz en un artículo titulado “Fasta: milicianos nazis católicos”.
Vínculos estrechos
Fosbery no es un marginal en la estructura eclesiástica: presidió la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas de Argentina y fue miembro de la Federación Internacional de Universidades Católicas. Durante largos años, la vicepresidenta del Consejo Superior Nacional de Educación Católica (Consudec), cuando lo presidía el exarzobispo de La Plata Héctor Aguer, fue “Angelita” Varela, que figura hoy como directora de Relaciones Institucionales de Fasta. Hace una década, varios profesores y maestros iniciaron sus trámites jubilatorios y descubrieron que a comienzos de los ‘90 Varela, que era entonces representante legal de Fasta, los había anotado como personal administrativo, para evitar “los aporte como docentes”. Actualmente, el vicepresidente del Consejo de Rectores de Universidades Privada Argentinas, Juan Carlos Mena, es también de Fasta.
Fosbery tuvo vínculos con altos mandos de la última dictadura militar, particularmente Antonio Domingo Bussi, y ha sido sostén espiritual de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos Argentinos (Afyappa) presidida por Cecilia Pando, la cara más famosa del grupo de militares retirados y en actividad que reivindica el terrorismo de Estado. Abogados de Fasta han sido disertantes en foros convocados por defensores de represores.
Fasta, además, tiene relación cercana con la cuestionada Fundación Conin, dirigida por Abel Albino, aquel que dijo en el debate por la despenalización del aborto en el Congreso, que el virus del VIH atravesaba el látex del preservativo.
Denuncia contra un cura
Exestudiantes de uno de los colegios Fasta de la ciudad de Buenos Aires, el Monseñor Aneiros, del barrio de Flores, abrieron el 25 de abril un perfil en Instagram @testimoniosa para volcar los recuerdos de sus años escolares: en menos de cuatro días recibieron más de un centenar de testimonios anónimos de alumnes de ese colegio pero también de otros de la red Fasta, en los que reflejan distintas situaciones abusivas por parte de un cura, trasladado de una institución a otra, y el bombardeo de discursos homofóbico y contra los derechos de las mujeres que recibieron en las aulas.
--Nuestro colegio es muy chico, nos sorprende que hayamos recibido tantos testimonios. Instamos a que hablen con sus padres, que vayan a la justicia para que no queden en la nada --dijo a Página/12 una de las administradoras del perfil, que prefirió el anonimato.
Por la trascendencia que tuvo la publicación en la comunidad educativa de Fasta, el apoderado legal del Monseñor Aneiros emitió un comunicado para expresar su “total apoyo” al personal de la institución aludido.
--Tienen su propia editorial. El material de estudio es superdoctrinante y juegan constantemente con la exclusión a los chicos que no siguen su movimiento sectario. Cambiaron a los profesores y el personal del colegio que estaba cuando ellos lo tomaron por gente de ese movimiento --contó la ex alumna.