La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, está dispuesta a ejecutar el “protocolo antipiquete” para reprimir las protestas sociales en las calles. “Paso a paso, de una manera lógica, vamos a empezar a actuar. La Ciudad de Buenos Aires, en Buenos Aires, y nosotros en las rutas federales”, sostuvo en tono futbolero la funcionaria. Desde las organizaciones sociales y la CGT salieron a responderle. “Las amenazas y subestimar los reclamos, no son conductas que ayuden a mejorar la situación” y “el gobierno promete palos a esa gente que tiene las necesidades insatisfechas”, sostuvieron desde las organizaciones que reclaman la urgente implementación de la ley de Emergencia Social. “Ningún protocolo puede esconder las desigualdades que cada vez son más grandes. Lo que hay que atacar no es el piquete sino las consecuencias que llevan al éxito a ese piquete”, advirtió Héctor Daer, de la conducción cegetista.
“Va a comenzar a haber una actuación”, prometió Bullrich de modo enrevesado con la amenaza de poner fin a las protestas sociales callejeras. “La Gendarmería y las fuerzas policiales van a actuar como se actúa en cualquier parte del mundo, dispersando”, agregó la ministra como señal de la inserción internacional de la Argentina.
“Esas policías –en referencia a las 23 fuerzas provinciales más la nueva porteña– tienen que hacerse cargo de todo lo que hace a la seguridad, incluido el orden público local, y las fuerzas federales de todo lo que hace al orden público como la autopista Ezeiza, la Panamericana, la ruta 3 o distintos lugares que son autopistas federales, cuando tienen fuerzas de seguridad cerca”, explicó Bullrich al responder preguntas ayer al mediodía a través de la plataforma digital Periscope (videos en directo), material que luego difundió la Presidencia de la Nación a través de las redes sociales.
“Esa dispersión puede implicar una consecuencia. ¿Los argentinos queremos un orden democrático? Bueno, eso requiere que las fuerzas actúen”, aseveró la ministra, quien agregó: “Vamos a actuar. Cuando actuemos no entremos en la paranoia de la Argentina”. “Actuar con decisión puede tener ciertas consecuencias, pero esas consecuencias no significan que vaya a haber un muerto”, arriesgó Bullrich.
Las réplicas a la ministra no se hicieron esperar. “Ya sabíamos que el gobierno en vez de dar respuesta concreta al reclamo de la gente lo que promete es palos a esa gente que tiene las necesidades insatisfechas”, afirmó el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, en declaraciones a Futurock FM. “Tendría que preocuparse más en cómo resolver los problemas” de la gente “antes que preocuparse de quiénes salen a movilizarse”, agregó el dirigente que integra el frente de organizaciones sociales que negociaron con el Gobierno la sanción de la ley de Emergencia Social y por cuya postergada implementación volvieron a protestar en las calles.
“Una funcionaria pública debería hacerse cargo de las decisiones que toma; no puede dejar este margen de incertidumbre ante un tema tan sensible como es el manejo del espacio público. Las amenazas y subestimar los reclamos, no son conductas que ayuden a mejorar la situación”, sostuvo el coordinador nacional de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, en un comunicado que lleva el sello de otra de la organizaciones que promovieron la Emergencia Social. Allí, Menéndez consideró “erróneo abordar la problemática social como si fuera un problema de seguridad” y sostuvo que “las declaraciones de Bullrich denotan una irresponsabilidad enorme”.
Daer, en tanto, se refirió a las consecuencias que se desataría si el Gobierno lleva a la práctica el protocolo antipiquete de Bullrich y advirtió sobre el peligro que se desate en las calles “una guerra de pobres contra pobres”. “Ningún protocolo puede esconder las desigualdades que cada vez son más grandes. Lo que hay que atacar no es el piquete sino las consecuencias que llevan al éxito a ese piquete”, insistió el triunviro de la CGT para señalar las responsabilidades del Gobierno.