El presidente Alberto Fernández ya decidió quién será el nuevo director de Yacyretá. Se trata del misionero Ignacio Barrios Arrechea, un empresario maderero de estirpe radical que cuenta con el respaldo y la recomendación de la vicepresidenta Cristina Kirchner y también de la agrupación La Cámpora. La semana pasada el nombre de este hijo de un ex gobernador radical de Misiones era ya un secreto a voces en la provincia. Ahora solo resta definir el día de su designación oficial. Algunos sectores del peronismo local expresaron su disconformidad por el hecho de preferir a un radical.
El 28 de mayo pasado el Presidente visitó Posadas y mantuvo un encuentro con el gobernador Oscar Herrera Ahuad y el conductor del Frente Renovador de la Concordia Social, Carlos Rovira. Fernández conversó sobre el cargo de Yacyretá sabiendo que los misioneros tenían para ese lugar otro nombre pero eran concientes de que la lapicera para la designación estaba en la Rosada. Entonces, los misioneros se sentaron con el Presidente a negociar.
Según trascendió, los dirigentes misioneros pidieron un paquete de obras, programas y recursos que incluye hasta la llegada del Gasoducto del NEA que había quedado abandonado por la gestión de Mauricio Macri. En los mentideros políticos misioneros sostienen que tanto Herrera Ahuad como Rovira quedaron más que conformes con lo obtenido porque, dicen, el Ente Binacional Yacyretá ya no tiene la relevancia de otros años. Estos juran que las obras que se debían hacer ya se realizaron y, por lo tanto, perdió el valor que tenía antes. Pero eso también puede considerarse como una forma de justificar que no consiguieron ese sillón.
En la Casa Rosada confirmaron a Página/12 no sólo la designación de Barrios Arrechea sino que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue quien "le propuso" este nombre al presidente Fernández, quien aceptó en el marco de las conversaciones habituales que mantiene con su vicepresidenta.
Este empresario maderero es hijo de Ricardo Barrios Arrechea quien fue gobernador de Misiones en 1983, cargo que dejó cuando le faltaban tres meses para finalizar su mandato para asumir como ministro de Salud de Raúl Alfonsín. Ignacio dirige Eco Madera y su relación con CFK surgió en 2014 cuando la entonces presidenta destacó el nivel de responsabilidad social de Barrios Arrechea al no incrementar los precios de sus productos y suspender la compra a proveedores que los aumentaran sin razón. A partir de ese momento, Cristina le pidió a la entonces diputada nacional Julia Perié que tomara contacto con Arrechea. La legisladora ya lo conocía porque su padre había sido médico de la familia Perié aunque ahora el contacto era político. La relación de Barrios Arrechea con los Kirchner pareció crecer también de la mano de un vínculo generado con Máximo Kirchner y La Cámpora.
Barrios Arrechea reemplazará al actual director que había designado el macrismo, Martin Goerling. De todas formas el Ente Binacional no es extraño para este misionero ya que estuvo en esa empresa durante el gobierno de Fernando de la Rúa. Sin embargo, no tuvo una buena relación con el entonces director de la represa Humberto Schiavoni, quien exigió la renuncia de Arrechea. Schiavoni, actual senador nacional, también es misionero y supo ser el jefe de Gabinete durante la presidencia express de Ramón Puerta para luego afiliarse al PRO.
Por supuesto que no toda la dirigencia misionera se expresó a favor de este nombramiento. Por caso, el actual diputado nacional por el Partido Agrario y Solidario, Héctor Bárbaro. El legislador nacional criticó la designación del hombre con apellido radical pero se cuidó de nombrar a CFK, a quien reconoce como su jefa política. Según medios misioneros, Bárbaro se quejó no por la falta de experiencia del empresario sino porque Barrios Arrechea no es un simpatizante del Frente de Todos y recordó su pasado radical pero también deslizó una posible cercanía con el macrismo.