Tras anunciar la intención de suspender a más de 7500 trabajadores y la reducción de sus sueldos a un 75 por ciento, las autoridades de Aerolíneas Argentinas se reunieron con la mesa de Sindicatos Aeronáuticos Unidos. Los dirigentes gremiales rechazaron cualquier propuesta que "afecte la estabilidad laboral o las condiciones salariales" de los trabajadores pero el diálogo no se rompió. "Existen otras alternativas. El viernes seguiremos discutiendo, siempre en buenos términos porque sabemos que existe una determinada realidad en la aviación mundial, pero entendiendo que nosotros tenemos un rol importante que es la defensa de los intereses y salario de los trabajadores", indicó el titular de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, a Página/12.
El lunes, Aerolíneas comunicó la necesidad de suspender temporalmente a casi 8000 trabajadores a raíz del cese casi total de las operaciones y la disminución de hasta un 97 por ciento de los ingresos habituales, debido al impacto de la pandemia. Por este motivo, la empresa convocó a la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), la Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA) y APA-- y les hizo una propuesta que replicaba el convenio acordado entra la UIA y la CGT (que fijó rebajas salariales de hasta un 25 por ciento). Los gremios rechazaron la propuesta, aduciendo que no podía compararse la actividad aeronáutica, que tiene una serie de requisitos y reglas internacionales especiales para su funcionamiento y que no se puede equiparar con una industria. De todas formas convinieron un cuarto intermedio hasta el viernes próximo a fin de hallar soluciones que "no afecten la estabilidad y condición laboral y los salarios".