“Basta de esperar, basta de que pase el tiempo y sigamos calladas. Tenemos que asumir la responsabilidad de que somos la cara más visible del básquet femenino, las jugadoras de la Selección”, le cuenta a Página/12 Sofía Aispurúa, una de las integrantes de las Gigantes, el equipo nacional de básquet, sobre la decisión de publicar un duro comunicado reflejando la situación de desamparo en la que se encuentra el representativo argentino de este deporte: sin proyecto, sin cuerpo técnico, sin planes de entrenamiento y sin becas, según firmaba el texto.
"La intención, con el comunicado, era que supieran que no optamos por callarnos y no querer mejorar las cosas -agrega-. Tal vez antes creíamos que no era el momento, pero bueno, ahora llegó el momento en el que sí lo creímos correcto. Y lo hacemos por todas, para captar la atención de nuestros dirigentes, para que se hagan presentes y nos ayuden en esta situación tan difícil que estamos viviendo en medio de la pandemia y también porque nos preocupa el futuro del básquet argentino, no sólo de la Selección sino a nivel nacional general".
Este miércoles, al momento de dialogar con este diario, la capitana de la Selección, Debora "Pepo" González, asegura que todavía nadie desde la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) se comunicó con ellas, casi dos días después de la viralización de sus palabras en las redes sociales. "De parte de la gente, desde que publicamos el comunicado, recibimos todo el apoyo, porque muchos saben y conocen el esfuerzo que hacemos todas las jugadoras para estar en la Selección. De parte de la Confederación no recibimos ni un mensaje. El tema es que nosotras hace ya años que no tuvimos respuestas y no esperamos que suceda ya, pero si en este momento esperamos algo es porque no tenemos proyecto. Y si no hay un proyecto, las becas no pueden ser dadas a las jugadoras. Eso es lo principal. Queremos una respuesta para creer en algo”, explica González desde Italia.
En la carta que compartieron las jugadoras, en la que pidieron "respeto" por la "dedicación, esfuerzo y el trabajo" que siempre brindaron, detallaron parte de la realidad en la que las encuentra la pandemia: "Muchas de nosotras nos encontramos sin trabajo debido a la cancelación de la Liga Femenina y Torneo Federal (mientras que las categorías masculinas se reanudarán), complicándose más todavía con la baja de la Beca que recibíamos. Por lo que, en este momento, no contamos con un ingreso mensual".
"El comunicado era una idea que veníamos masticando en grupo hace ya unos meses, quizás estábamos dándole un changüí a la nueva dirigencia para que dé noticias sobre nosotras, pero lo único que salía con respecto al femenino era la cancelación de ligas y nada más. Todas noticias malas. El hecho de que las jugadoras de la Selección no tuviésemos más la beca a causa de que no había ningún proyecto presentado por la Confederación también nos dolió", profundiza Aispurúa, en diálogo telefónico, también desde Italia, porque ambas comparten equipo en el Thunder Basket Matelica, de la Liga B.
González explica que, desde antes del comienzo de la pandemia, las 18 jugadoras de la Selección dejaron de percibir la beca del ENARD, aunque aclara que "siempre dijimos que al ENARD había que dejarlo afuera de esto: ellos tienen un reglamento y lo tienen que cumplir". En ese sentido, Daniel Jacubovich, director general del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo recordó este miércoles que no es potestad del ente el otorgamiento de las becas en las disciplinas deportivas.
"Las becas no las entrega ni las quita el ENARD, son solicitadas por las federaciones nacionales. No se pueden dar por intuición. Ante la suspensión del Sudamericano y la falta de proyecto, no es posible para la entidad dar una beca. En el caso del básquet femenino, esta situación se ve agravada porque ante la ausencia de un nuevo proyecto deportivo con un responsable técnico y un plantel, es imposible para el ENARD entregar una beca deportiva. Si la Confederación presenta un proyecto para la selección femenina, donde se establezca cuál es el entrenador, el cuerpo técnico y el equipo, se restablecen las becas", explicó el dirigente en el programa 3x3Radio de UCU Web.
“Nosotras queremos una liga profesional de verdad y es uno de los puntos más importantes de todo lo que tenemos en mente”, señala González. “Imagináte si nos pasa esto a nosotras, lo que pueda pasarle a una chica que juega en el Interior y quizás no cuente con las posibilidades que tenemos nosotras de resolver los problemas. Queremos ayudar a que las jugadoras que vengan tengan una liga digna, completa, que las banque, que les de un sueldo acorde a lo que se necesite, que tengan un staff médico completo, un seguro, una obra social”, enumera Aispurúa.
Las jugadoras creen que un paso clave para conseguir cambios significativos es lograr ser parte de la Asociación de Jugadores de Básquetbol (AdJ), el organismo que representa y defiende los derechos de todos los jugadores federados del país. “Desde el año pasado tomamos contacto con ellos y estamos trabajando para ser parte -detalla González-. Desde la Asociación están 100% a nuestra predisposición para hacer lo que nosotras queramos. Creemos que dar ese paso será muy importante para exigirles a nuestras dirigencias sin tener que poner a una jugadora en la situación incómoda de ir a pelearse con cada federación y cada equipo”.
Las palabras de Aispurúa relatan un estado de incertidumbre extrema: "Desde esta nueva dirigencia nunca se comunicaron con ninguna de nosotras, nunca tuvimos un minimo de comunicacion y eso nos duele. Porque somos la Selección argentina también y merecemos la misma atención y preocupación que quizás recibieron los chicos ante este cambio de presidencia".
Desde la CABB, por ahora, no hubo comunicación oficial. En sus redes, el único mensaje posterior a la carta de las jugadoras fue una adhesión al #BlackoutTuesday. Y en su web oficial, cuando se busca a las Gigantes, la página devuelve un registro de las jugadoras que define erróneamente a la Selección como “masculina”.
Las que salen a la cancha con la camiseta celeste y blanca piden que su proyecto no se retrase ni un día más. "No tenemos problema en hablar con quienes hoy son parte de la Confederación y trabajar en conjunto con ellos, pero si no aparecen y no nos muestran interés, es muy difícil", se lamenta Aispurúa.
Más allá de su presente, las Gigantes quieren trabajar pensando en el futuro. Como explica González: “Hoy no quiero que las chicas que jueguen en menores tengan que pasar por no tener médico, no tener utilero, o que una madre tenga que llevarse las camisetas para lavarlas, cuando hablamos de un seleccionado nacional. Hoy, a las juveniles eso no les falta, pero siempre se puede pelear por algo mejor. Nosotras vamos por eso”.