El gobierno uruguayo destituyó al comandante de Infantería de Marina, Marcos Saralegui, luego del brutal asesinato de tres soldados en un puesto de guardia del Cerro, Montevideo. La decisión fue presentada por el ministro de Defensa Nacional, Javier García, frente a la Cámara de Diputados. García afirmó que "se falló en cuidar a quienes nos cuidan" y denunció irregularidades en los controles de la base naval. Los tres imputados por el homicidio del domingo pasado permanecerán en prisión preventiva hasta el tres de noviembre. Se presume que el asesino conocía a las víctimas, lo cual le permitió ingresar a la base. El móvil del crimen sigue siendo el robo de armas y la investigación apunta ahora hacia un nexo del homicida con una banda narco local.
Luego de presentar la decisión de desplazar al comandante de la Marina ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, el ministro Javier García dijo en conferencia de prensa: "Se delega el mando, no la responsabilidad", y agregó: "Todo militar sabe que es responsable de lo que bajo su jurisdicción suceda". Una investigación primaria de la Armada comprobó fallas en los controles en la base naval de Cerro. Para dilucidar eventuales responsabilidades, se lleva adelante una investigación administrativa.
García dijo que la investigación en curso indicó que entre las 20 horas del sábado y el descubrimiento de los cuerpos a las 8 de la mañana del pasado domingo "no hubo ninguna recorrida" para "ver que esté todo normal". "Tampoco hubo comunicaciones radiales", aseguró. Estas "fallas en el protocolo nos preocupan muchísimo", agregó el titular de Defensa citado por el diario El Observador .
El supuesto asesino de Juan Manuel Escobar, de 22 años, Alex Guillenea de 25, y Alan Rodríguez de 31, era compañero de sus víctimas hasta el mes de marzo cuando fue separado de la fuerza por problemas con las drogas, reveló este miércoles el portal Subrayado . De acuerdo a la fiscal a cargo del caso, Mirta Morales, el móvil de los crímenes sigue siendo el robo de armas. Una de las principales líneas de investigación sostienen que el ataque estaría vinculado con una banda de narcotraficantes, Los Ricarditos, que ganó popularidad en los últimos tiempos en los barrios uruguayos del Cerro y de Santa Catalina. Este grupo también es señalado por la policía como el principal sospechoso del ataque a la sede de la Brigada Antidrogas ocurrido el 9 de mayo, en el que se utilizó una granada militar.
En tanto, este miércoles se sumó el dato de que en noviembre del año pasado la Armada avisó a la Fiscalía que, según informes de inteligencia, había un plan para atacar el puesto de control donde fueron asesinados los infantes. De acuerdo con esas fuentes, la alarma se activó a partir de la investigación administrativa por el robo de dos pistolas reglamentarias en otra sede de la Armada, hecho por el cual fue imputada una mujer militar a la que se le encontró una de las armas y había vendido la otra.
El almirante Carlos Abilleira, jefe de la Armada a fines del año pasado, afirmó que aquella investigación descubrió que varios infantes habían recibido a través de redes sociales "el mensaje de que estaban buscando pistolas y que podían atentar contra el destacamento que está detrás del Cerro". La Fiscalía no actuó entonces porque no tiene "competencia preventiva" y, según sus atribuciones, "se investigan delitos, no versiones", según explicaron fuentes del Ministerio Público.