Hace unos pocos días, Página/12 festejó sus 33 años de vida. Se ha escrito mucho sobre lo que significó para la historia del periodismo nacional la irrupción en la escena política y social de un diario como este, concebido desde su primera edición como un medio independiente de los poderes del Estado e incluso también de sus auspiciantes. Este ideal, si se quiere romántico, contribuyó a forjar su mirada oblicua, su molestia de tábano permanente frente a las comodidades del poder fáctico, orgulloso de la roncha que dejaba en cada noticia, en cada investigación, en cada debate y en cada punto de vista. Diario esencialmente político -sin dudas todo diario lo es-, la mirada profunda de Página/12, “la otra mirada”, fue traspasando y nutriendo a cada una de sus secciones, incluso aquellas que fueron apareciendo a medida que el diario crecía en cantidad de lectores y de páginas, entre ellas Deportes.
El próximo lunes 8 de junio se cumplen 30 años del comienzo del Mundial de Italia ’90, una Copa del Mundo que muchos recordarán por la visita del entonces presidente Carlos Menem al plantel mientras la Argentina se sumergía una vez más en su eterna crisis económica y social; la canción Un'estate italiana (Un verano italiano) también conocida como Notti magiche (noches mágicas); ese comienzo inesperado con derrota frente a Camerún (1-0); el renacer frente a la Unión Soviética (2-O); el empate frente a Rumania (1-1) en el cierre del Grupo B; la victoria agónica frente a Brasil -con el tobillo de Diego Maradona inflamado y el famoso bidón de Branco incluido- en octavos de final; los penales que contuvo Sergio Goycochea frente a Yugoslavia en cuartos de final tras el empate sin goles (3-2) y frente a Italia, en semis luego de empatar 1-1 (4-3), atajadas que catapultaron al arquero que había arrancado el torneo como suplente de Nery Pumpido a la categoría de héroe nacional; y la final perdida frente a Alemania, tras el penal y expulsión de Monzón. Página/12 estuvo presente con su otra mirada durante ese mes que duró la travesía del equipo de Carlos Bilardo en Italia, a donde había llegado esgrimiendo el título de campeón del mundo obtenido en México ’86 con un Diego Maradona en pleno florecimiento. Lo hizo a través del que fue su primer suplemento deportivo, Página/90, para el que contó con Daniel Lagares como enviado especial y la colaboración de otro gran periodista deportivo, enviado por la agencia italiana ANSA, Ezequiel Fernández Moores.
Como recordarán los lectores y lectoras de la primera hora, a Lagares y Fernández Moores se le fueron sumando otros refuerzos de lujo: Eduardo Galeano, Osvaldo Soriano, Miguel Briante, Umberto Eco, Eduardo "Tato" Pavlovsky, Juan Sasturain, Rubén Rada, Jorge Valdano -que hasta poquísimo antes se imaginaba jugando ese mundial-, Miguel Rep y sus hermosas ilustraciones de los partidos; los chistes de la tapa de Rudy y Daniel Paz; y otros tantos periodistas deportivos de raza como Juan José Panno, Pedro Uzquiza, Pablo Vignone, Marcos González Cezer, sólo por nombrar algunos, que como suele ocurrir en estos casos, bancaron la parada de Buenos Aires. El de Italia ’90 fue un gran mundial para Página/12, más allá del resultado, por supuesto. Posó su mirada particular y crítica sobre el universo del fútbol en el que mandaban otros, los medios poderosos que, por supuesto, no evadían sus compromisos. Con pocos recursos, pero con ideas, con mirada profunda y siempre crítica el suplemento Página/90 hizo por entonces la diferencia.
A propósito de los 30 años de aquel Mundial de Italia 90, la sección Deportes de Página/12, heredera de esa tradición que ha atravesado ya a varias generaciones de periodistas, ofrecerá a los lectores y lectoras la oportunidad de volver a vivir esa Copa del Mundo a través de un sentido viaje hacia el pasado, republicando a diario una serie de notas seleccionadas: crónicas, debates -algunas veces a través de la página web del diario, otras en la edición impresa- que dan cuenta de la aparición de "la otra mirada" en el universo de la pelota, con sus intempestivos caprichos.