Tomando como disparador la pregunta que sobrevuela al debate económico actual, el Economista Jefe del IET-UMET, Mariano de Miguel, y el Docente Investigador del IET-UMET, Fabián Amico, mantuvieron una conversación abierta con l@s lectores de Página/12 con el objetivo de debatir y dilucidar las principales consecuencias de la pandemia en la economía local e internacional, y cuáles deberían ser las estrategias de política económica a seguir para afrontar en las mejores condiciones posibles “el día después”.

Acá algunos pasajes destacados de la conversación:

“El déficit fiscal emerge como un mecanismo automático de respuesta a la crisis. Si los gobiernos pretenden en este contexto corregir los desequilibrios, lo que lograrían es una caída más colosal del sector privado. Los déficit fiscales hoy son la forma que tiene la economía de mercado de que el sector privado respire”.

“El incremento del déficit fiscal no necesariamente está asociado con una política fiscal expansiva”.

La particularidad de esta crisis es que en su origen no es esencialmente una crisis de demanda como la del 30’. La crisis de la pandemia arranca con una imposibilidad, de permitir la libre movilidad de la fuerza de trabajo, es decir arranca como una crisis de oferta, no porque no haya fuerza de trabajo, sino porque no la podemos usar. Esta característica que uno podría asimilarla como una crisis por el lado de la oferta, encierra de manera directa una reducción de la demanda”.

A medida que el índice de movilidad aumenta, es decir que se flexibiliza la cuarentena, el factor de demanda en la crisis pasa a ocupar un lugar central. En este marco aparece una necesidad de mayor estímulo fiscal, esto les pasa a todos los gobiernos del mundo, aunque el sesgo en muchos países es de privilegiar la política monetaria sobre la fiscal”.

En Argentina tenemos un problema adicional que es el tema del mercado cambiario y la creciente e incesante dolarización. Algunos analistas plantean una relación directa entre la emisión monetaria y el tipo de cambio, es decir, la idea es que si uno aumenta la emisión de base monetaria eso va a generar una presión en el dólar y por ese mecanismo va a generar inflación. Pero si uno hace un análisis sobre cómo se han comportado a través del tiempo las variaciones encuentra que la correlación entre estas dos variables es cero, con lo cual si hay una relación debería estar mediada por otra cosa. Entonces, no necesariamente cualquier emisión de base monetaria va a generar presión cambiaria”.

“No hay ninguna tasa que pueda compensar el rendimiento del dólar, si consideramos que el dólar siempre va a subir de forma abrupta, ese es el primer escollo que tenemos para frenar la dolarización en Argentina”.

“El segundo, que se lo debemos al gobierno de Macri, es la situación de cuasi default en que quedó la deuda externa”. 

"Las dos condiciones para que sea exitosa y sostenible la estrategia de salud es poder remover los obstáculos para poder generar una respuesta expansiva, particularmente la política fiscal, teniendo en cuenta que, a medida que la cuarentena se flexibilice, la crisis de demanda va a emerger en toda su dimensión y, en segundo lugar, para que eso sea posible, profundizar este sendero de política que permitiría, en principio, disminuir la presión de la dolarización y el mercado cambiario que son los dos factores que podrían atentar efectivamente contra el intento del gobierno de poner la economía de pie".

Cuando uno tiene un problema de demanda, no hay competencia entre los distintos componentes. El componente del consumo público, del gasto público, y el componente del consumo privado, de la inversión, se complementan. Sin embargo, muchos analistas suelen ver que habría una competencia con el gasto del sector privado, es decir, que erróneamente se cae en la idea de que el sector público gasta a costa del privado y, en verdad, cuando hay un problema del nivel de la demanda, y no de su composición, si el gasto público no cumple un rol en la reactivación o en la minimización de los costos, lo que se ve no es sólo que no compite con el del sector privado, sino que se agudiza la caída del gasto del sector privado. La crisis de la pandemia obliga a reflexionar una vez más sobre el rol de la política fiscal y a desprenderse de esta idea arcaica de que el gasto público compite contra el privado”.

“El verdadero desafío que tiene una economía, a través de sus instituciones, para defender un tipo de cambio, cuando justamente lo que tiene que evitar es que se dispare, es que tiene que vender lo que no imprime y para vender lo que no imprime, lo tiene que haber acumulado y atesorado en sus reservas internacionales con anterioridad y es allí donde reside la dificultad de la Argentina, porque no tiene demasiado margen desde el punto de vista de lo que se atesoró, en este sentido la herencia del gobierno anterior es muy gravosa”

Hay que pensar para la economía tipos de cambio diferencial, no todos los sectores ni todas las actividades necesitan el mismo tipo de cambio para funcionar, pero aún dentro de este universo, incluso de los economistas que vulgarmente nos consideramos heterodoxos, a veces hay bastante reticencia a pensar lo mismo para las tasas de interés.

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