En seis provincias los gobiernos locales dieron marcha atrás en los procesos de desconfinamiento que habían comenzado, luego del crecimiento de casos por imprudencias que, en algunos casos, determinaron el aislamiento de pueblos y barrios.

En Chubut, Trelew prohibió las salidas recreativas y limitó los permisos solamente a actividades esenciales, luego de que los casos positivos subieran de 2 casos a 8 positivos la semana pasada. En Santa Fe, el aislamiento social volvió a la fase 1 en la ciudad de Villa Ocampo, donde el 30 de mayo fue confirmado el positivo de un comerciante de 49 años, al que se sumaron, dos días después, 3 familiares directos.

También en Santiago del Estero, se aisló esta semana a toda la ciudad de Suncho Corral, luego de que se detectara que una empleada municipal, que se ocupaba de la limpieza en el centro de aislamiento, compartió mates con una mujer aislada, que dio positivo. La empleada municipal fue detenida y quedó a disposición de la justicia.

En Jujuy, dos pueblos del este, Fraile Pintado y Calilegua, quedaron aislados tras confirmarse el sexto caso positvo, correspondiente a un camionero que incumplió la cuarentena obligatoria.

Por su parte, en Corrientes, que desde el 26 de mayo flexibilizó las actividades en bares y permitió reuniones de hasta 10 personas, la localidad de Mocoretá volvió a fase 1, tras detectarse 2 casos positivos.
En Salta, la reapertura se retrotrajo luego de la escalada de casos en cuatro localidades tras la llegada de un camionero que había atresado zonas de circulación de alto riesgo: de 7, en pocos días pasaron a ser 20 los positivos.