El gobierno nacional y los gremios docentes firmaron un acuerdo paritario para readecuar el trabajo de los maestros durante la cuarentena y ponerle un freno a la sobrecarga laboral provocada, en muchos casos, por la modalidad de trabajo virtual. El acuerdo plantea la novedosa definición de “derecho a la desconexión digital” y, entre otros puntos, compromete al Ministerio de Educación a colaborar con material tecnológico para la educación a distancia.
El objetivo fue regular la actividad a distancia a través del teletrabajo y el uso de herramientas digitales que alteraron los horarios de trabajo de los maestros y que, por ello, fue producto de una larga serie de demandas planteadas por los gremios desde que se puso en marcha la cuarentena.
La reconversión de las rutinas laborales no solo se expresaron en la elaboración de clases con recursos digitales, sino también en la modalidad de correcciones y entrega de informes que generaron un cúmulo de obligaciones que rompieron con el horario de la jornada laboral habitual
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En diálogo con Página/12, el secretario general adjunto de Ctera, Roberto Baradel, destacó que “son muy pocos los convenios con tal nivel de precisión en materia de protección a los trabajadores como este”. Reconoció que su puesta en vigencia es temporal porque se tomó en el marco extraordinario de una cuarentena por pandemia pero aún así remarcó su importancia porque pone letra chica respecto de “garantías de salarios, derechos, regulación del trabajo y límite de tiempo” en un contexto sin precedentes.
Uno de los puntos más relevantes es la incorporación del concepto de “derecho a la desconexión”, un tema que está en carpeta dentro de la Cámara de Diputados y que refiere a la regulación sobre el teletrabajo. “Implica que uno no puede estar disponible a cualquier hora y que tiene derecho a estar tranquilo”, añadió Baradel.
Esto se vincula también con el respecto por el derecho a la intimidad incluido en el acuerdo paritario, y que alude a la preservación de los datos que surgen de los dispositivos digitales y redes sociales, así como también a la exposición que los maestros hacen de su intimidad en el momento en que dictan clases desde sus hogares.
La Paritaria sobre Condiciones Laborales fue firmada luego de una reunión por videoconferencia entre los ministros de Educación, Nicolás Trotta; el de Trabajo, Claudio Moroni; y los representantes de Ctera y los privados de Sadop. La salvedad fueron la Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Confederación de Educadores Argentinos (CEA) y los técnicos de AMET, que se abstuvieron de tomar una decisión hasta no consultarlo con las bases.
El temario se basó en una reunión anterior en la que los gremios plantearon una docena puntos que abarcaron tanto el tema de las condiciones de trabajo como cuestiones de infraestructura, salariales y de formación docente. Por ello, su firma fue interpretada por el gremio como “un triunfo”.
En términos generales se habla del “respeto a la intimidad” de los maestros, no solo porque exponen su clases en el ámbito privado del hogar sino porque en todo momento reciben consultas por mail, llamadas o WhatsApp. Esto trastoca sus horarios de descanso y los expone a un contexto full time con jornadas que llegan a las 10 o 12 horas de atención a alumnos, madres o padres y directivos.
"Desde la mañana hasta la noche se están contestando mensajes. Estar todo el día conectado es una complicación que superpone la tarea docente con las tareas del hogar", agregó el titular de Suteba.
El acuerdo incluyó un punto sobre el eventual retorno de clases. Se acordó que el tema deberá resolverse según las jurisdicciones y con consenso de los trabajadores. El documento firmado también indica que para el reinicio de las actividades presenciales “deberán tomarse los recaudos necesarios para que las condiciones de salubridad e higiene de los establecimientos educativos sean las adecuadas”.
Según Baradel, lo que se estima es que “el retorno a la presencialidad en las aulas en la Argentina, como en otros países, va a ser parcial”. De la decisión también participarán los gremios, como parte integrante del comité de expertos infectólogos, y representantes del Consejo Federal de Educación, universidades y patronales.
Los principales puntos del convenio
* Reconocer formalmente toda la labor en cuarentena como “trabajo docente en contexto virtual no presencial” dictado en ámbitos fuera de la institución educativa.
* No variar las remuneraciones acordadas garantizar el goce de licencias.
* “Respetar un tiempo laboral equivalente a la carga horaria que determina el cargo, sin tener que sobrecargarla en virtud de la excepcionalidad del formato de trabajo.” Es decir, que los maestros no trabajen más tiempo del que lo hacen en las escuelas.
* Observar el derecho a la preservación de su intimidad familiar y al descanso, en términos de acotaciones horarias.
* Reorganizar las tareas de supervisión con equipos directivos y de inspección, de modo tal que la burocracia institucional no quite tiempo de elaboración y dictado del contenido pedagógico. Para esto se establecerán días específicos para reuniones con autoridades escolares.
* Incluye el “derecho a la desconexión digital” en los horarios que el docente no pone a disposición su trabajo en el marco de la relación laboral.
* Garantizar la cobertura de riesgo de trabajo en casos de accidente y enfermedades.
* El Ministerio de Educación se compromete a “ampliar” progresivamente los recursos tecnológicos de los docentes. Respecto de este punto, el ministro Trotta había anticipado a este diario que su cartera incluirá a los maestros en el relanzamiento del Plan Conectar Igualdad con la entrega de computadores y que, a la vez, el Banco Nación abrirá una línea de crédito para que los trabajadores de la educación puedan adquirir un nuevo ordenador.
* Ampliar las acciones de formación docente con participación de las organizaciones sindicales.
Aplicación inmediata
La entrada en vigencia de estos puntos es inmediata y los pormenores serán notificados por los gobiernos provinciales en las próximas horas. También se acordó una nueva reunión para dentro de 30 días a fin de supervisar en ese tiempo la aplicación del acuerdo.
Una vez resuelta esta serie de regulaciones, los gremios anticiparon que el próximo paso planteado a las autoridades nacionales fue la “convocatoria a una comisión técnica salarial” para discutir una reactualización necesaria producto de la crisis económica desatada tras la pandemia.