“Tengo un listón de dos metros por cinco llenos de cosas musicales para hacer y en los ratos de ocio hago escarbadientes”. Ochenta y un años va a cumplir el “Tata” Cedrón el 20 de junio y va de suyo que ni se le ocurre frenar la marcha. No está yendo a la radio (tiene un programa en Nacional Folklórica los sábados), tampoco a esos bares telúricos en los que gusta tocar su guitarra, cantar, contar historias de esas que tiene a montones. Pero igual no para. “Ahora estoy trabajando cuatro canciones… es una serie con unas historias de Rafa Urretabizcaya, compositor y amigo patagónico. Y también con Roger Helou pasando a piano varios temas míos”, dice a Página/12. De lo segundo, se destacan revisitas a la milonga lenta “A Lola Mora”, gema del disco del Cuarteto Cedrón publicado en 1974; a “Chamarrita Porá” y a “La huella del cariño”, pieza pampeana con letra de Leopoldo Marechal, que Cedrón musicalizó y publicó en el disco Velay (2005). De lo primero, la conjunción entre el “Tata” y el poeta Urretabizcaya, que compuso cuatro relatos en base a historias que le contaba un gaucho pillo: Don Faco Nuco. “En total se llama Don Faco Nuco de Pilo Lil y es una especie de suite de cuatro piezas: un triunfo, una milonga, un estilo y una tarantela, cuyos versos están basados en la vida de ese gaucho de las orillas del río Aluminé. Son cuatro relatos que van a dar que hablar”, promete el imparable Cedrón.
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