El empresario Matías Huergo, a quien la Justicia Federal investiga por evasión impositiva y que está también acusado por maniobras que habrían perjudicado el erario público municipal, provincial y de la empresa mixta Aguas del Norte, quedó ahora cerca de ser juzgado en la justicia provincial por un fraude a la firma Lusal, de la que fue director general.
Ayer la fiscala penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Verónica Simesen de Bielke, requirió ante el Juzgado de Garantías 5 la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a Huergo, acusado de administración fraudulenta. Es porque se aprovechó de su condición de director de Lusal, que tiene a su cargo el alumbrado público en la ciudad de Salta, y dispuso de fondos en beneficio personal y de su propia empresa, Arcadio SRL.
La firma Lusal se creó el 16 de julio de 2007 de una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre Mantelectric ICISA e Ilubaires SA. Los dueños de estas compañías contrataron a Huergo. La Fiscalía precisó que a fines de 2007 el ahora acusado se hizo cargo del gerenciamiento de los servicios, de las relaciones comerciales e institucionales tanto con particulares como con la Municipalidad de Salta; del manejo de fondos operativos, de la firma de documentación de Lusal. Y que como director tenía poder de decisión sobre los pagos que debía hacer la empresa; la emisión y firma de cheques (en forma conjunta e indistinta con otras dos personas) y la decisión sobre la incorporación o despido de trabajadores.
El 10 de enero de 2017, tras una auditoría en Lusal, se llegó a un acuerdo para la desvinculación de Huergo, quien se comprometió a no desarrollar actividades de competencia directa o indirecta con la actividad que desarrollaba la empresa, precisó la Fiscalía.
Sin embargo, ya para entonces hacía años, exactamente desde el 26 de diciembre de 2013, que Huergo venía siendo parte de la sociedad Arcadio Obras Eléctricas SRL (de la que formó parte hasta su cesión en septiembre de 2015), constituida para la construcción de obras públicas y privadas de viviendas, puentes, caminos y cualquier trabajo del ramo; incluso el tendido de redes eléctricas, la reparación, el reacondicionamiento y reemplazo de elementos para un óptimo funcionamiento de las instalaciones.
En el pedido de juicio la fiscala destacó que la participación societaria de Huergo en Arcadio “sin lugar a dudas importó un acto reñido con el objeto social por el cual se constituyó Lusal”. Subrayó que en su condición de director general de esta firma, no podía no saber que su participación en Arcadio SRL implicaba una actividad de directa competencia con la firma que él administraba o dirigía.
No obstante, "Huergo aprovechó su condición de director de Lusal y al estar a su cargo el manejo y administración de los fondos de la empresa, dispuso de ellos en beneficio de Arcadio SRL y en beneficio personal", reseñó el Ministerio Público Fiscal que afirmó la fiscala en su requerimiento de juicio.
Desvíos de fondos
Según consta en la acusación el ejecutivo desvió fondos y recursos en beneficio de Arcadio SRL de cuatro formas: por un lado, pagando con cheques librados por su empleadora, Lusal, la publicidad que contrataba para su empresa en el diario El Tribuno. Para la fiscala, en realidad Huergo debía contratar esa publicidad para Lusal, pero la desviaba para su firma.
Por otro lado, emitía cheques de Lusal a favor de Arcadio, sin que aquella firma "tuviera alguna vinculación de carácter comercial respecto de la beneficiaria".
Además, Huergo aprovechaba su calidad de director general de Lusal para disponer de elementos y recursos humanos de la firma para las obras que contrataba, y cobraba, Arcadio SRL. En la investigación, la Fiscalía dio con un grupo de WhastApp del cual formaban parte Huergo y empleados de Lusal. Así se determinó que el ejecutivo utilizaba personal de Lusal para las obras de Arcadio.
Desconociendo la maniobra, los propios trabajadores confirmaron esta operatoria al ser entrevistados por los nuevos directivos. Según reseñó la Fiscalía, los operarios señalaron que conocían a la firma Arcadio, que realizaba obras eléctricas y que creían que era una empresa perteneciente al grupo Lusal, que la UTE usaba para realizar obras. "La fiscala entendió que ello constituyó un argumento falaz brindado por Huergo, con el fin de cubrir la maniobra delictiva que llevaba a cabo", indicó el Ministerio Público Fiscal.
Los mismos trabajadores contaron que ejecutaron obras en distintos lugares, que realizaron sus tareas siguiendo las directivas de Huergo y que los pagos que percibían eran efectuados desde Lusal. También se halló documentación perteneciente a Arcadio SRL guardada en escritorios de personal de Lusal.
La investigación también acreditó que Huergo utilizaba vehículos de Lusal para realizar estas obras en beneficio de Arcadio SRL.
Facturas apocrífas y cheques
Una cuarta maniobra con la que Huergo se beneficiaba a expensas de Lusal era a través de la salida "de fondos documentados a través de cheques, respecto de proveedores que nunca prestaron servicios a Lusal ni contaban con vinculación comercial alguna". Para lograr estas salidas de fondos, el ejecutivo usó una metodología similar a la que se hizo con la Municipalidad de Salta para evadir impuestos, las famosas facturas apócrifas.
En el caso de Lusal, permitían contabilizar pagos que no tenían contraprestación alguna. Simesen de Bielke detalló que Huergo usó estas facturas "para el libramiento de cheques que tampoco fueron cobrados por las empresas 'presuntamente' beneficiarias". Y reseñó que se observó un patrón común en cuanto a los endosantes y cobradores de los cheques, dado que solamente siete personas los cobraron en diferentes oportunidades, y entendió que esto se hizo "con el fin de evitar sospechas de los manejos irregulares".
La fiscala destacó que el ahora acusado debía cuidar los bienes de Lusal, que era su empleadora y cuyos titulares se encontraban fuera de la provincia de Salta, y que "depositaron en Huergo la confianza para que éste llevara adelante el objeto social en beneficio de Lusal". En cambio, el ejecutivo "aprovechó la confianza otorgada, violó el deber de fidelidad y la consiguiente obligación de proteger los intereses patrimoniales pertenecientes a Lusal, al procurar beneficios económicos de cuantía, ya sea mediante la utilización de publicidad, de personal, medios y insumos, como mediante la disposición de fondos en su beneficio personal".
Las maniobras irregulares de Matías Huergo saltaron a la luz el año pasado, por una denuncia de la AFIP que lo llevó a estar detenido por la Justicia Federal durante 94 días, hasta que fue excarcelado, el 14 de agosto. En esa causa surgieron datos que dan cuenta de que Arcadio sería una simulación jurídica que se usó para facturar obras a la Municipalidad y el Estado provincial, y para evadir impuestos.
De la investigación sobre la defraudación impositiva realizada por el empresario surgieron presuntas irregularidades en las que podrían estar involucrados ex funcionarios de la gestión municipal de actual gobernador Gustavo Sáenz, la secretaría de Obra Pública de la provincia y la empresa estatal Aguas del Norte.
En ese momento el juez federal julio Bavio dispuso que se siga investigando en ese fuero la causa iniciada por la AFIP y que la posible defraudación de los funcionarios municipales y provinciales pase a ser tramitada por la Justicia Provincial.
Los fiscales federales apelaron esta decisión tanto en la Cámara Federal de Apelaciones, como en la Cámara Nacional de Casación Penal, instando a que la causa no se divida.
Pero en ambas instancias se ratificó lo decidido por Bavio, por lo que desde enero de este año es potestad del Ministerio Público Fiscal de Salta iniciar la investigación a los funcionarios estatales para develar si incurrieron en delitos que perjudicaron al erario público municipal y provincial.