Estados Unidos salió a las calles como no se veía desde hace mucho tiempo en protesta por la muerte de George Floyd y contra el racismo. "Sin justicia no hay paz", clamaron los manifestantes en Washington al congregarse cerca de la Casa Blanca. En Nueva York el centro de las protestas estuvo en Brooklyn. Luego miles de personas marcharon hacia la Gran Manzana. A cinco meses de las elecciones la muerte del afroamericano abrió el debate sobre la brutalidad policial. También está en discusión la desigualdad que sufren los ciudadanos negros, agudizada durante la pandemia del coronavirus.
En una de las calles laterales a la Casa Blanca pudo leerse sobre el pavimento la frase “Black Lives Matter” ("Las vidas negras importan"). "Mucha gente piensa en el racismo y se imaginan cosas como el KKK", dijo Chris Wade, un profesor negro de 29 años en relación al grupo supremacista blanco. "Hoy el racismo es la falta de oportunidades y de recursos", afirmó el docente. Los manifestantes fueron acercándose a la residencia presidencial desde temprano, pese al intenso calor. La gran mayoría llevó su cubre boca. Hubo un importante dispositivo policial y varios helicópteros sobrevolaron la ciudad. También hubo protestas frente al Capitolio y al monumento de Lincoln que confluyeron con la marcha delante de la Casa Blanca.
Después de que Floyd fuera homenajeado en Minneapolis, el sábado fue despedido en Raeford, Carolina del Norte, su estado natal. Las autoridades ordenaron colocar las banderas a media asta. Sus restos fueron recibidos por una multitud que lo ovacionó con el puño en el alto. Miles de personas hicieron fila para despedirlo, protegidas por sombrillas en un día de calor intenso también en el sur de Estados Unidos.
En Nueva York el centro de las protestas estuvo en Brooklyn donde unas 3.000 personas se dieron cita junto al popular Prospect Park. Luego iniciaron una marcha en dirección a Manhattan, atravesando el histórico puente que une ambos barrios. Hubo movilizaciones en todos los distritos de la Gran Manzana, con números importantes de manifestantes en Queens, El Bronx y Manhattan. Pese a que aún rige el toque de queda en la ciudad, miles de personas permanecieron en las calles. El fin de semana pasado hubo saqueos y destrozos, por lo que la policía siguió de cerca a los manifestantes.
En Minneapolis, la ciudad donde Floyd fue asesinado, las autoridades resolvieron prohibir las técnicas de estrangulamiento policial. Además, otros policías podrán intervenir cuando vean a un colega apelar a un uso de la fuerza no autorizado. Los cambios fueron fruto de un acuerdo entre la ciudad y funcionarios del estado de Minnesota que habían iniciado una investigación sobre la muerte de Floyd. Se espera que el Concejo Municipal apruebe el acuerdo. Activistas de otros estados, como Michigan, también quieren prohibir los estrangulamientos.