Cristina Fernández de Kirchner volvió a dejar expuesto el papel central de los medios en el dispositivo de persecución judicial que montó el gobierno de Mauricio Macri. Luego de que la jueza de la Cámara de Casación Penal Ana María Figueroa ratificara en sede judicial que el exsubsecretario de Justicia, Juan Bautista Mahiques, la fue a ver a su despacho en Comodoro Py apenas el macrismo llegó al poder y la presionó para que apurara la firma de un fallo que dejara firme la inconstitucionalidad del Memorándum con Irán, la vicepresidenta recordó que Clarín intentó ocultar las denuncias de la magistrada sobre las presiones que recibió.
CFK mostró en un hilo de Twitter que ese diario había afirmado que se trataba de una “fallida jugada judicial de la expresidenta” y que la magistrada no se había referido a Mahiques. "Al final era cierto lo que dije", subrayó la vicepresidenta, quien ya había cuestionado el accionar de Mahiques ni bien la magistrada denunció las "presiones" que recibió en el anterior gobierno, en diálogo con la radio AM750.
“Qué pensamientos atravesarán la cabeza de Horacio Rodríguez Larreta enterándose que Juan Bautista Mahiques, a quien propuso y designó como Fiscal General del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, aprieta a jueces y juezas para obtener fallos a la carta?”, había planteado entonces Cristina Kirchner.
Ahora, la vicepresidenta criticó la cobertura que Clarín hizo de la noticia y cuestionó al diario por no haber difundido la declaración realizada por la magistrada, donde "además denuncia el Lawfare en forma documentada". En contraposición, compartió la tapa de hoy de Página/12, que señala cómo Figueroa identificó al hombre de confianza de Macri.
"¿Llegará el día en que todos los jueces y fiscales del país se animen a sacar de arriba de su escritorio el último ejemplar del diario Clarín para volver a poner la Constitución Nacional cuando tengan que decidir acerca de la vida, la libertad y el patrimonio de sus compatriotas?", se preguntó la funcionaria.
Qué dijo Figueroa
Figueroa precisó que fue Mahiques quien la presionó al declarar en la causa que investiga la "mesa judicial" macrista. El expediente está en manos del juez Sebastián Ramos y apunta a desentrañar cómo un grupo de funcionarios y operadores incidieron en las decisiones de tribunales y ejercieron presiones para remover jueces y juezas y remplazarlos por personas de su confianza. Ramos delegó la causa en el fiscal Ramiro González.
La jueza declaró en la causa bajo juramento. “Es la estricta verdad”, dijo sobre la visita de Mahiques y precisó que fue el 15 de diciembre de 2015, o sea sólo cinco días después de que Macri asumiera la presidencia.
Según relató Figueroa, la reunión era más bien institucional. El tema era que ella había convocada a un encuentro unos días después para realizar una suerte de balance de su gestión como presidenta de Casación en el que se suponía que iba a estar el entonces ministro de Justicia Germán Garavano. Fue en ese marco que Mahiques le puso como condición que antes se dictara una sentencia que dejara firme la inconstitucionalidad del Memorándum con Irán.
“Para mi sorpresa me preguntó cuánto iba a demorar en sacar” la sentencia de “la causa conocida como la de la inconstitucionalidad del Memorándum con Irán (…) como no es habitual que un funcionario del Poder Ejecutivo pregunte por un proceso en trámite, donde el Estado Nacional era parte, sorprendida le respondí que a tenor de la independencia del Poder Judicial y el principio republicano de división de poderes, no entrara mi despacho a hacer ese tipo de preguntas”, declaró Figueroa.
La denuncia que dio lugar a la causa en la que declaró Figueroa comenzó a partir de las revelaciones que la propia jueza hizo en el programa Toma y daca, de AM 750, sobre las presiones del anterior gobierno. Además de Mahiques, están imputados Macri, Garavano, el exprocurador del Tesoro Bernardo Saravia Frías, los exfuncionarios José Torello y Pablo Clusellas, el extitular de la Agencia Federal de Inteligencia Gustavo Arribas y otros operadores judiciales.