Tal como lo dispuso el gobierno porteño en el marco de una mayor apertura de actividades en el contexto de cuarentena por coronavirus, el lunes próximo volverán a abrir los locales de indumentarias, calzado y mercería. Y la cámara del sector anticipó que habrá liquidaciones y descuentos, y detalló cuáles serán las restricciones y condiciones en las ventas.

"Nos estamos acomodando a una nueva realidad que va a durar varios meses más", evaluó el presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria, Claudio Drescher, quien subrayó que, no obstante, "habrá una gran oportunidad" para el consumo.

Además indicó que, por la altura del año, el rubro se encuentra "muy cerca del proceso de liquidaciones" con productos e temporadas, de modo tal que “en la medida en que vayan abriendo los locales, entramos en etapa de descuentos porque hay mucha ropa que no fue vendida en los ochenta días de cuarentena".

Reconoció también las expectativas por volver a abrir los locales y detalló cómo será el protocolo a aplicar desde la semana entrante:

* La apertura de los locales deberá ser con estrictos protocolos para evitar la posible transmisión de covid-19 y en un horario estipulado de 11 a 21.

* "Evitamos que haya utilización de medios de transporte público”, con lo cual “los vendedores tienen que ser de cercanía o utilizar otros medios de locomoción”.

* En los locales “habrá un sistema de higiene para cuando se ingresa y alcohol en gel en el ingreso”.

* “Es obligatorio el uso de tapabocas."

* La ropa “no se puede probar” y por lo tanto se “evitará el uso de probadores”.

* Si un cliente opta por regresar una prenda, "el artículo va a una cuarentena de 48 horas y luego se hace un vaporizado, que la pone a más de 60 grados y elimina el vestigio de virus que pueda haber".

Por otra parte, el empresario advirtió que ante el cierre por el aislamiento y el freno de la actividad, "la cadena de pagos está con muchos inconvenientes". Uno de ellos será mantener la cadena de pagos, dado que "fueron muchos días sin ningún tipo de ingreso" por la cuarentena.

Para Drescher, "es necesario un plan de reconstrucción productiva que no regale nada a nadie", pero que pueda promover "crédito suficiente para aparecer en agosto o septiembre con las prendas de verano". "Estamos muy preocupados por la estructura económica que tiene el negocio de la moda", señaló.