La ministra de la Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, consideró este sábado, desde Chubut, que "no es un caso aislado" lo sucedido con el fiscal de la causa sobre una violación grupal a una adolescente sino que "es un modo de trabajar" que refleja "una deuda histórica" de los poderes judiciales de todo el país "con las agendas de género y diversidad".
De esta forma, la ministra se refirió a lo sucedido con el fiscal de la provincia de Chubut Fernando Rivarola, quien utilizó la frase "desahogo sexual" en referencia a la violación grupal de una adolescente.
“El dictamen del fiscal Fernando Rivarola es emblemático y esperamos que este caso sirva para impulsar una verdadera transformación del Poder Judicial en Chubut y en todas las provincias. Contar con un Poder Judicial con perspectiva de género es una de las mayores deudas que tiene aún la Argentina”, sostuvo la ministra.
En un encuentro en la Casa de Gobierno provincial, la funcionaria entendió que “la resonancia mediática y política que tomó este caso demuestra que es apenas un ejemplo de un problema estructural de los poderes judiciales, que es la falta de perspectiva de género".
Ante integrantes del Poder Ejecutivo, Legislativo y de organizaciones de la sociedad civil, la ministra invitó "a repensar los estándares probatorios para los casos de violencia de género". "Muchas veces, las cuestiones dogmáticas o probatorias constituyen una excusa de los jueces y fiscales a la hora de abordar los casos de violencias de género”, aseveró.
Gómez Alcorta iba a participar de la reunión por videoconferencia, pero a raíz del repudio que provocó el uso de la expresón "desahogo sexual" para referirse a violación, en un dictamen del fiscal de Rawson, Fernando Rivarola, decidió viajar a la provincia.
"Lo que nos trae acá es un ejemplo de una problemática estructural que es importante reconocer. De ese tipo de ejemplos tenemos todos los días en todos los lugares de nuestro país. Esta situación nos obliga a tomar una decisión muy fuerte, un compromiso muy importante político, porque sin ese compromiso el caso pasa inadvertido”, explicó.
La ministra aseveró que "no es un caso aislado, ni una situación particular, sino que es un modo centralmente en el cual trabaja el Poder Judicial por una cantidad de efectos, de problemas estructurales". “Nos espera una enorme agenda. Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad creemos que es vital para poder abordar integralmente las violencias por motivos de género que en todo el país los Poderes Judiciales sean aliados”, agregó la ministra, que invitó a repensar los estándares probatorios para los casos de violencia de género. “Muchas veces, las cuestiones dogmáticas o probatorias constituyen una excusa de los jueces y fiscales a la hora de abordar los casos de violencias de género”, explicó.
"Este es el tiempo que nos toca vivir, para repensar todas las instituciones no porque queramos, no porque sea optativo, no porque tengamos un movimiento de mujeres dinámico que nos obliga, sino porque además como funcionarias y funcionarios tenemos esa obligación", postuló.
En este sentido, remarcó que existen "tratados internacionales, y normas provinciales y nacionales que obligan a este compromiso", y planteó que "el tiempo es ahora; no más adelante”.