Un grupo variopinto de personas se congregó este sábado por la tarde en el Obelisco para protestar contra la cuarentena. Había comerciantes que asistieron a la concentración sin apuntar contra el aislamiento como medida ante el coronavirus sino para reclamar la implementación de protocolos sanitarios en sus actividades para poder "volver a trabajar". Y hubo otros que rechazaban específicamente la cuarentena, con consignas en contra del Gobierno y teorías conspirativas en torno de la pandemia de covid-19. Incluso se pudo ver a un hombre de bigote y sombrero, luciendo una remera estampada con la cara del genocida Jorge Rafael Videla y la consigna: "Mi general, se lo necesita".
Entre esos manifestantes hubo algunos simpatizantes del dirigente de extrema derecha Alejandro Biondini y personas que creen que la pandemia es parte de una conspiración para imponer un "nuevo orden mundial", poniendo en duda la existencia del virus.
Algunas de esas personas se mostraron agresivas con los trabajadores de prensa que acudieron al lugar, según consigna un cable de Noticias Argentinas.
"Mi general se lo necesita", rezaba la remera de un hombre que asistió a la marcha con la imagen del genocida que comandó el golpe y la primera parte de la última dictadura cívico-militar de la Argentina, y que murió en la cárcel cumpliendo condena judicial.
Algunos con barbijo (el miedo no es sonso) y otros sin, ya que no reconocen la existencia del virus, enarbolaban pancartas con consignas poco congruentes entre sí: "No queremos ser Venezuela" (infaltable), "Todos los gobiernos son títeres" (Bolsonaro, Merkel, Fernández, todos marionetas de no se sabe quién), "Barbijo = Bozal" y una que entraba por el lado científico: "Dióxido de cloro = cura prohibida" (¿una referencia a la idea de Trump de tomar lavandina para no contagiarse?).