Pasó la semana en la que al Comité Operativo de Emergencia se le movió la estantería y casi se le caen todos los frascos que había en ella. “Veníamos bien pero pasaron cosas” diría el presidente ejecutivo de la fundación FIFA, Mauricio Macri, que, se supo, anda dedicado en estos días a armar un partido de fútbol de las estrellas a beneficio de los investigadores de la vacuna contra el coronavirus.
Habría que advertirle al mundo que si para ese encuentro Macri prometió que conseguiría a los mejores equipos de los últimos 50 años, teniendo en cuenta experiencias cercanas, es probable que el partido termine empatado en un errático cero a cero y que los investigadores científicos deban poner plata de sus bolsillos para pagarle a los organizadores.
Pero volviendo “al pasaron cosas” autóctono, en Salta el número de personas con la Covid-19 subió de 8 a 20 en una semana, en Orán se vivieron momentos de incertidumbre por la serie de contagios relacionados con el camionero, que finalmente se limitó a sus contactos estrechos. En Aguaray a una pareja que vino de Neuquén le dio positivo el test, cuando les fueron a avisar insólitamente ya estaban de nuevo en Plaza Huincul dejando en ridículo a todos los controles.
Los médicos de Salta rompieron la dominguera tranquilidad capitalina y metieron una extensa caravana llena de reclamos. En Orán directamente se los dijeron en la cara al gobernador Gustavo Sáenz, en una improvisada y multitudinaria reunión que el propio intendente Pablo Gónzalez la calificó como “todo lo que no hay que hacer” para prevenir el coronavirus.
Estos días de casos masivos en Buenos Aires y Córdoba, que incrementaron las posibilidades de contagio de los reingresados, dejaron en evidencia que en el COE hay cosas por ajustar. Como esos boxeadores que van invictos porque nunca recibieron un buen guantazo, el Comité, mientras no había contagio masivo en Argentina, estaba para campeón, pero la primera oleada de positivos derivada de la delicada situación en el centro del país, entró como trompada y le hizo temblar las rodillas.
En tanto desde el gobierno miraron con gesto de reproche al mandatario jujeño Gerardo Morales, como queriendo echarle la culpa de los días de descontrol oranense que volvieron a esa ciudad a la Fase 1.
Cuando todo hacía pensar que la guerra con Jujuy iba a ser por culpa de la explotación turística de la imagen del cerro de los siete colores, casi se desata por un control rápido en territorio vecino que dio negativo y llevó a un irresponsable relajamiento, que arrancó con el camionero diciendo que venía de Pichanal cuando se le consultó su domicilio en el ingreso a Orán.
Morales seguramente razonó que ese camionero pasó por controles salteños en Rosario de la Frontera, General Güemes y Orán, sin que hayan hecho nada para asegurarse que no esté enfermo y cumpla el aislamiento, por eso lanzó un dardo: “lo que hicimos en un día, a Salta le tomó cinco”.
La historia terminó con Sáenz convirtiendo todo en un gran Fuentovejuna, y sentenciando que “nadie tuvo la culpa”. Caso cerrado y bajada lenta del telón.
Como Bonus Track y cuando ya parecía todo calmo, se conoció que Sergio Leavy había llegado de Buenos Aires e inmediatamente estaba participando de actividades como si no hubiese estado nunca en el epicentro del coronavirus. Al momento de justificarse el Oso dijo tener todo en regla con el COE y mandó a la prensa a hablar con el ministro de Seguridad Juan Manuel Pulleiro.
Por su relato de lo acontecido, el senador parece que vivió 24 horas como el Superagente 86. Lo vinieron a buscar en un auto acondicionado para que vaya aislado, se quedó encerrado en un hotel de la Capital y solo salió para la reunión de la comisión de Inteligencia del Senado, que por el tenor de los temas que toca debe ser secreta, presencial y solo con sus integrantes, según explicó Leavy.
Tras ello, el mismo auto acondicionado lo depositó nuevamente en Salta, no sin antes hacerse en el ingreso los controles de rigor, que incluyeron un “hisopado realmente invasivo”, sin dar mayores detalles de a qué se refiere con realmente invasivo, agregando más misterio al ya de por sí misterioso viaje del senador. El COE, al igual que con el caso del diputado Héctor Chibán, hizo mutis por el foro.
Por lo pronto, desde mañana Salta entra en la etapa de Distanciamiento Social, que en la práctica era algo que ya venía aplicándose, pero en vez de ser la excepción pasa a ser la regla. Igual para esta noche se espera una conferencia de Gustavo Sáenz en la que explicará los beneficios de esta nueva fase.
Telereligión y cibergauchaje
Billetera mata galán y pandemia mata tradición. Hoy se conmemora un nuevo aniversario del día en que el general Martín Miguel de Güemes fue herido mortalmente.
El hecho bisagra en la historia argentina fue el resultado de una emboscada preparada por propios y ajenos, contra una figura que ya se había vuelto incómoda para la economía de los terratenientes, cansados de sostener una guerra de la independencia que Güemes patrióticamente continuaba. De haber existido las redes sociales en esa época, capaz se popularizaba el término “Independenciadura” para justificar el magnicidio.
Por lo pronto, este pandémico 2020 obligó a los gauchos a modificar la tradicional cabalgata a la Quebrada de la Horqueta, siguiendo el derrotero del héroe herido de muerte, que en esta oportunidad reducirá los actos y la cantidad de participantes.
En tanto, para el 17 de Junio ya desde la Agrupación Tradicionalista indicaron que no habrá fogones ni desfile, y que la guardia bajo las estrellas la harán los fortines que salieron sorteados. Al resto se los invitó a mandar imágenes de desfiles anteriores, para editarlo en un video que se distribuirá ese día por redes sociales. Como dato curioso, al guardamonte, el sombrero y el poncho, se le sumará este año el barbijo al uniforme gaucho.
En tanto la Iglesia salteña también se tuvo que acomodar a la nueva normalidad y Sumalao, la segunda festividad que más fieles convoca después del Milagro, será hoy con procesión virtual y misa transmitida por los medios.
Este año, situación inédita desde que se popularizó la tradicional ceremonia, no habrá a la vera de la ruta nacional 68 peregrinos que enfrentan el frío y la noche para cumplir su promesa con el Señor de Sumalao.
Desde la Curia ya avisaron que para el Milagro si no se puede hacer la procesión el mismo 15 de septiembre, la harán el día que se pueda. Se postergará, pero no se cancelará. Una procesión que convoca 700 mil personas, exige que la nueva normalidad ya sea normalidad lisa y llana, para no convertirse en un caldo de cultivo de contagio, porque los milagros existen, pero a veces hay que ayudarlos.
Que se vengan los ismos de todas partes
Esta semana se confirmó a Pablo Kosiner como presidente del Partido Justicialista, por ahora como una especie de transición, después de la renuncia de Juan Manuel Urtubey a ese cargo.
En la Salta de los últimos años, más o menos desde que ganó Urtubey por primera vez en 2007, se da el fenómeno de que el peronismo es derrotado por peronistas. Y después que eso sucede, los peronistas que ganaron por fuera del Justicialismo, quieren refundar al Justicialismo derrotado.
El primer paso es la magnánima convocatoria de todas las corrientes que existen dentro del PJ a sumarse a la mentada refundación. La ancha puerta queda abierta para el saencismo, el isismo, el urtubeicismo, el godoycismo, el romerismo y cuanto otro ismo que se reivindique como peronista.
Seguramente habrá una gran reunión en la que estarán representantes de todos los sectores, se hablará del legado de Perón, del ejemplo de Eva, de lo jodida que esta la situación post coronavirus, de que al PJ se lo rescata entre todos, se cantará la marcha, se sacará la foto de rigor con todos los compañeros, que se subirá a las redes y hará enojar a alguno que recién se entera porque no fue invitado (siempre pasa eso), luego vendrán los abrazos y los “che, que no se corte”, para dar por finalizada esta nueva refundación.
Al día siguiente se aplicará la máxima "el que gana conduce y el resto acompaña", y el saencismo, aparentemente con Pablo Outes, tomará el control del Partido y a partir de ahí empezarán las broncas, que derivarán el año que viene en una lista oficial del PJ bendecida por Sáenz copada por saencistas.
A su vez habrá candidatos oficiales no peronistas del saencismo que competirán en otros partidos también con el apoyo del gobernador. Pero además habrá peronistas que prefieran no participar en internas e irán con otro partido, también con el visto bueno de Sáenz.
Y en paralelo el Partido de la Victoria contendrá al resto del peronismo suelto y también terminará sus actos cantando la marchita (aunque hay que reconocer que comparados con el PJ son muchos menos los que se la saben entera).
Pero así y todo, con este karma recién descripto, el peronismo completará por lo menos 28 años consecutivos gobernando la provincia y 36 en total desde que retornó la democracia en 1983. Al final es como dice el General: “Peronistas son todos”.
¿Albertistas también son todos?
El otro dilema actual de la política salteña es si, dentro de las distintas vertientes peronistas locales, quedó alguien por fuera del albertismo.
El gobernador, pandemia mediante, a base de teleconferencias con el Presidente, de a poco va venciendo la resistencia que encontró en la Casa Rosada por su adhesión al macrismo en los cuatro años que estuvo como intendente. También es clave la intermediación de Sergio Massa, que lo considera tropa propia.
Lo concreto es que Alberto se deshace en elogios a los gobernadores y Sáenz tampoco ahorra loas a Fernández: Alcoyana Alcoyana (esta expresión es solo para entendidos o gente dentro del grupo de riesgo del coronavirus. Millenials nunca sabrán que significa).
Más complejo es el caso de Bettina Romero, militante hasta último momento del macrismo (Sáenz también, pero menos expuesto). La intendenta se rindió a Alberto después de una teleconferencia. Dios los cría, las teleconferencias los unen.
Igualmente, Bettina parece todavía estar en la categoría adherente a nivel nacional, pero tendió puentes con los referentes locales. Esta semana el Oso Leavy se adjudicó gestiones para conseguir fondos a jefes comunales locales, cuya principal beneficiada es justamente Romero, con 400 millones para obras que aún no fueron especificadas, pero que ya contarían con la plata.
También, en otra muestra de la buena onda con el PV, el jueves la intendenta llevó a pasear por la ciudad al diputado tartagalense Franco Hernández, para mostrarle bondades de su gestión.
En concreto y en resumen: billetera mata galán, pandemia mata tradición y encuesta mata disidencia, y, en tanto el Presidente siga con la imagen alta y la billetera generosa, florecerán mil flores albertistas.