El disco podría haber sido de piano solo, pero un maestro del sonido como Tweety González lo desafió a correrse hacia un plano más electrónico, maquinal. Y entonces Darío Jalfin, el desafiado, aceptó. Sumó sintetizadores, programaciones y texturas sonoras al piano original, y aterrizó perfecto en el nombre de su flamante disco: Piano y relieves. “Los relieves son todo aquello que le da color y espacialidad a cada miniatura”, apuntala Jalfín, el “doctor música” de Radio con Vos, refiriéndose a la hechura final del combo instrumental y minimal que puebla su sexto trabajo solista. “Lo hice todo instrumental porque hay unas cuántas cosas que están sucediendo en mi plano personal y en el general que me dejan sin palabras a la hora de expresarme”, señala este músico “multidimensional” –como se lo define— focalizado en el nacimiento de Vera, su primera hija, y en el nuevo estado de conciencia que regula al mundo, tras la irrupción de la Covid-19: la introspección.
Acorde con el vertiginoso cambio de costumbres de la era, el pianista y compositor decidió empezar a mostrar el trabajo por un tema específico: “Rompe el hilo”. “Fue la composición que me hizo pensar en grabar este disco”, afirma, para legitimar la sinécdoque. “Lo decidí así porque fue como un romper el hielo, más que el hilo… es el tema que me dio la sensación de canción instrumental que fui persiguiendo después, con el resto del material”. Lo paradojal es que, a esa pieza inicial, se le anexó una letra a cargo de Loli Molina, con el fin de publicarla en el compilado “360 Music Lab”, ideado por otro pulmotor de innovaciones sónicas: Andrés Mayo. “La letra es bastante abstracta, y le sienta perfecto a la música. Habla del paso del tiempo, de no poder atraparlo y, casi premonitoriamente, del ´adentro´ y del ´afuera´”, sostiene Jalfin.
El compilado de sonido a 360 grados aplicado a la realidad virtual, incluye también piezas de Lula Bertoldi, Chancha Vía Circuito, Pablo Grinjot y el Proyecto Gómez Casa. “La producción de audio de 360 grados es una oportunidad espectacular para poder hacer cosas diferentes. Me llama la atención la poca adopción que existe de este sistema, que solo requiere de un par de auriculares para trasladarse a una experiencia distinta a todo lo que escuchamos hasta ahora”, se preocupa el pianista. “Mayo (ingeniero de sonido) me hizo testigo del recorrido estético que se encaró para lograr el mejor balance en las mezclas, haciendo uso y no abuso de las posibilidades que da el hecho de poder ubicar cada sonido en cualquier lugar del espacio sonoro. Esto es algo tan novedoso que puede producirnos desde un efecto inquietante hasta un disfrute muy especial, porque desarma estructuralmente los sonidos que estamos acostumbrados a recibir desde un lugar fijo”, explica, respecto del sonido envolvente aplicado al mundo virtual
Piano y relieves, por su parte, será editado por el Club del Disco y la idea de Jalfin es ir subiendo los temas directamente a las playlists de música para piano de Spotify, “por fuera de lo académico”. En esas listas pianísticas aparecerán entonces otras dos gemas estreno en el mundo Jalfin: “Sin prisa” e “Inspiración”, ésta última compuesta mientras miraba los ojos de su pequeña hija. “Este tema tiene una mezcla de emociones profundas que, en mi caso, tienen algo de tango… evidentemente es un rasgo musical que me identifica: soy inevitablemente un músico porteño y me encanta sentir que mi ciudad resuena en mi música y viceversa”, señala él, incorporando un matiz que, en sus músicas, se suele licuar con reminiscencias de Thelonious Monk y alguna que otra aparición espontánea del tipo Connan Mockasin. Mezclas que suelen derivar en temas imprevisibles como “Digo” otro de los estrenos. “Se trata de una pieza un poco inclasificable, porque sintetiza muchos elementos que van apareciendo en el resto del disco. Colores de la música clásica, del jazz, de la canción, y del diálogo sutil del piano con el paisaje de los sintetizadores, y de las texturas cambiantes que lo rodean: los relieves mismos”, finaliza.