La historia del default de Vicentin va en paralelo al sostenido apoyo crediticio obtenido por la firma por parte del Banco Nación (BNA) conducido por Javier González Fraga. La gestión de Cambiemos al frente del mayor banco público del país le otorgó préstamos a Vicentin por 18.182 millones de pesos. Solamente en noviembre del año pasado, con la empresa ya en cesación de pagos y el gobierno en la puerta de salida, el Banco Nación le otorgó 5785,4 millones de pesos. “Si surgiera evidencia de defraudación al Estado durante la administración anterior, se harán la denuncias pertinentes ante la Justicia. Ésta no es una empresa próspera que se nos ocurrió expropiar. Es un empresa que estaba en un concurso preventivo de acreedores", indicó el presidente, Alberto Fernández, en el anuncio de la intervención estatal en la firma y el envío de un proyecto de ley para expropiarla.
El tema ya está en la Justicia. De hecho, González Fraga está imputado por parte del fiscal federal Gerardo Pollicita, junto con los responsables de la firma Vicentin, Alberto Padoán y Gustavo Nardelli. En su presentación, Pollicita sostuvo que "se desprende de la denuncia la posible existencia de una maniobra por la cual se habría perjudicado al Estado Nacional a través del otorgamiento irregular de préstamos por parte del Banco de la Nación Argentina a favor de la firma Vicentin S.A.". La investigación está a cargo del juez federal Julián Ercolini, a quien el fiscal pidió medidas de prueba.
En su informe sobre la actuación del banco en relación a Vicentin, Claudio Lozano, actual director del BNA, explicó que “el proceso de endeudamiento que fue acumulando Vicentin con el Banco Nación superó los límites a los que podía acceder en función de la normativa correspondiente fijada por el Ente Regulador para las Grandes Empresas. Sin embargo y sin fundamento alguno la empresa obtuvo la refinanciación que requería sin hacer las cancelaciones correspondientes para volver a encuadrar en la normativa. Extrañamente la decisión de violar la normativa del Banco Central para grandes empresas no fue tomada por un acto administrativo del directorio del Banco. Fue una decisión que corrió bajo la responsabilidad de las Gerencias a cargo. Es decir las autoridades políticas del banco en la gestión anterior no quisieron dejar huellas respecto a esta decisión”.
De la deuda total con el Banco Nación que la exportadora de granos, harinas y aceites Vicentin acumuló al momento de la convocatoria de acreedores, 18.182,3 millones de pesos, casi la tercera parte, 5785,4 millones, le fueron otorgados en el mes de noviembre de 2019, cuando ya la empresa estaba en cesación de pagos. Así consta en el legajo del Banco Nación en el expediente por el que se tramita la convocatoria de acreedores de Vicentin. Allí se detallan las 26 autorizaciones de crédito que el Banco Nación, presidido todavía por González Fraga, le otorgó a Vicentin entre el 8 y el 26 de noviembre para que retirara en créditos de prefinanciación de exportaciones 95,5 millones de dólares. Una semana después del último retiro, la empresa se presentó en convocatoria de acreedores.
Según explicó el actual vocero de la entidad bancaria, Sergio Resumil, “al asumir la nueva conducción se hizo un análisis de la situación y se advirtió la existencia de este crédito llamativo por los volúmenes y que no se habían cumplido la mejoras prácticas en su otorgamiento. Entonces se dispuso iniciar un sumario administrativo”. A la fecha la empresa tiene una deuda bancaria total de poco más de 23.500 millones de pesos, entre ellos los 18.000 millones tomados con el Banco Nación. Además, la firma tiene cheques rechazados por un total de 60 millones de pesos y fuertes deudas con proveedores.