Mauricio Macri no tiene entre sus virtudes la elocuencia. Muchas veces se lo atribuye a falta de lecturas. Sin embargo, el coaching que lo formatea incluye algunos títulos cada vez que a lo largo de los años le han preguntado sobre el tema. Un recorrido por esas respuestas muestra, con alguna excepción, un cóctel de liberalismo, individualismo y new age. En la campaña de 2007, dijo estar leyendo La virtud del egoísmo, El manantial y La rebelión de Atlas, de Ayn Rand, y Sexo, mujeres y política, de su asesor Jaime Durán Barba. También consignó entre sus preferidos una biografía de Gandhi; Esta noche, la libertad, de Dominique Lapierre y Larry Collins; y El manantial, de Ayn Rand. Hace dos años, en plena campaña presidencial, eligió Cometas en el Cielo, la novela del afgano Khaled Hosseini. Unos meses antes, consultado sobre los libros que se llevaría a una isla desierta, eligió La Fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, La sonrisa de Mandela, de John Carlin, y volvió a manifestar su gusto por Rand, cuyos textos son gozosamente leídos y admirados por la derecha liberal.