“Mi lugar en el mundo es estar frente a una máquina con la cabeza y las manos moviéndose”, confesó María Seoane con la emoción a flor de piel, casi al final de la presentación virtual de su libro Che, Masetti, Walsh. Prensa Latina, un trabajo extraordinario publicado por la editorial Octubre en homenaje al periodismo y a la experiencia de una agencia internacional de noticias que fue decisiva para la historia de la comunicación y de la revolución cubana.
“La profesión periodística está herida de muerte si no se recupera el poder del periodismo de transmitir veracidad, es decir contar los hechos sin la mentira, sin la manipulación, sin la tergiversación, que tienen una terminal precisa en la historia, que es el interés de las grandes corporaciones por la defensa de privilegios, que en general son de las minorías y no de la mayorías”, destacó la periodista y escritora, que estuvo acompañada por Víctor Santa María, director general del Grupo Octubre; Hernán Vaca Narvaja, autor del libro Masetti, el periodista de la revolución; el cubano Isidro Fardales, editor de la revista Bohemia y ex director de Radio Cuba; y Fernando Amato, editor de la revista Caras & Caretas.
“María trata de justificar en este libro la pregunta qué algunos me hacen: ¿por qué un sindicato, un grupo de trabajadores, se pone a incursionar en los medios de comunicación? La respuesta está en Prensa Latina; yo no imagino a nadie que le hubiese preguntado a Masetti, al Che y a Rodolfo por qué hacían Prensa Latina. La hacían porque era una herramienta para el cambio cultural en un momento importante, en la revolución. Ellos crearon Prensa Latina pensando en consolidar esa revolución”, planteó Santa María.
“Si uno me dice por qué el peronismo después de más de setenta años sigue vigente, es porque hizo un cambio cultural en la Argentina y tomó a un nuevo sujeto como es el trabajador; ese trabajador que estaba olvidado, que estaba en el subsuelo de la patria, el peronismo lo dio a la luz, lo reinterpretó y le dio lugar para poder desarrollarse como parte de una sociedad. Desde el grupo Octubre intentamos recorrer ese cambio cultural incorporando la voz de los trabajadores”, explicó Santa María y recordó que Mauricio Macri terminó con “la primera Ley de Medios que la democracia se daba para poder discutir los medios de comunicación”.
Desde La Habana, Isidro Fardales, dijo que la historia de agencia está muy ligada a la revolución cubana. “Prensa Latina surgió para romper con el bloqueo informativo que nos tendió inmediatamente los Estados Unidos. La batalla de las ideas es lo más importante”, afirmó el editor de la revista Bohemia y ex director de Radio Cuba. “Si Cuba fue un ejemplo para América latina y el mundo, creo que el ejemplo de estos tres hombres es todavía para seguirlo analizando y estudiando. Nosotros seguimos revolucionando la revolución porque nada está escrito. Este libro deberían leerlo todos los cubanos”
Hernán Vaca Narvaja celebró que Seoane vuelva desde el periodismo sobre los pasos de Masetti, de Walsh y del Che. “Lo hace para reescribir la historia siempre inconclusa de la revolución, pero, sobre todo, para rescatar una experiencia de contra información continental tan efectiva como poco estudiada: la gesta común de construir un dispositivo comunicacional que desafiara a los monopolios mundiales de la información”, advirtió el autor de Masetti, el periodista de la revolución.
“Prensa Latina nació con la revolución cubana, cuando Fidel planteó la imperiosa necesidad -para decirlo en términos gramscianos- de disputar sentido común a los grandes pulpos internacionales de la información: Asociated Press (AP) y United Press Internacional (UPI). La revolución juzgaba y fusilaba a los autores confesos de más de 20 mil asesinatos políticos en la isla, pero las agencias de información, que habían silenciado los crímenes de Batista, se preocuparon de pronto por los derechos humanos”, ironizó Vaca Narvaja sobre esos años “intensos, contradictorios, furiosos”, de 1958 a 1961. “Seoane explica los intrincados procesos políticos de esa revolución en marcha, como el fenómeno del sectarismo, que expulsó a Masetti, Walsh y al propio Che Guevara de Prensa Latina”, añadió el periodista y docente universitario sobre estos tres argentinos “que renunciaron a la pluma para empuñar el fusil”.
Seoane mencionó la importancia que tuvo la Ley de Medios de la democracia, que fue anulada por decreto. “Es una tarea pendiente para nosotros tener una ley que desmonopolice la palabra, porque también esa ley garantiza la posibilidad de la libertad para todos los jugadores de una cancha, que en general está inclinada por el lado de los poderosos”. La autora de Che, Masetti, Walsh. Prensa Latina insistió sobre la importancia que tiene para los periodistas recuperar la veracidad. “Hay una pandemia de las fakes news en la profesión, pero no es un virus generado por el desarrollo de la naturaleza; hay una intencionalidad en la creación de esta pandemia de fake news, que es atentar contra la libertad de elegir de los ciudadanos. La libertad de elegir de los ciudadanos es un derecho humano básico”.
La periodista y escritora propuso incluir un artículo, el punto 31, en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre: “El derecho de los ciudadanos a recibir información veraz para que puedan elegir en libertad. Si esa información no es veraz, se vulneran sus derechos humanos porque se vulnera su libertad de elegir. Que las fakes news sean considerada una violación a los derechos humanos”.