El pasado 29 de mayo la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, integrada por los jueces Guillermo Elías, Mariana Catalano y Santiago French, confirmó la prisión preventiva del oficial de la Policía Federal lDavid Sebastián Torres, quien está acusado de haber integrado una asociación ilícita que secuestró hojas de coca de un vendedor oranense para comercializarlas. El precio de la hoja de coca experimentó una suba extraordinaria desde que se cerraron las fronteras por la pandemia del coronavirus.
La prisión preventiva fue dictada en primera instancia por el juez federal de Orán, Gustavo Montoya. Había sido pedida por el fiscal federal Eduardo Villalba, quien, para fundamentar que Torres tiene potencial para perjudicar la investigación penal, reveló que este oficial envió un mensaje a otro policía que debía revisar las cámaras del Centro de Monitoreo de las Cámaras del Sistema de Emergencias 911 en la escena donde se produjo el despojo de las hojas de coca y el dinero del comerciante. “No vayas a ver las cámaras, después te explico, decile al sub que ahí no hay cámaras, es un put… entre ‘el negro’ y Reyes”, ordenó Torres.
Con este dato Villalba pidió la prisión preventiva para el oficial, solicitud que fue aceptada por el juez Montoya. El pedido se hizo en una audiencia de ampliación de la imputación realizada por el fiscal en contra de otros cuatro policías de la Subdelegación de Orán de la Policía Federal en el marco de una investigación por el apoderamiento de hojas de coca, simulando procedimientos oficiales, para luego comercializarlas.
Los nuevos policías imputados son, además de Torres, Juan Manuel Rollano Manriquez, Hernán Florentino Arroyo y Sergio Ramón Salinas Núñez, que se suman a Helvio Rodrigo Reyes, Gonzalo Damián Díaz, Robinson Sebastián Orellana y Nicolás Rivero, ya imputados en abril. Se les endilgan los delitos de robo agravado, abuso de autoridad y asociación ilícita.
La coca, y la plata también
La investigación, a cargo de la Procunar NOA, se inició en abril pasado a partir de la denuncia de un comerciante de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, quien acusó a los policías federales de haberle quitado 60 kilos de hojas de coca y $50 mil en un falso operativo. El denunciante es un conocido mayorista de hojas de coca.
Es que el cierre de las fronteras provocó una suba inusitada en el precio de la hoja de coca, que se importa desde Bolivia. En gran parte de las provincias del NOA, este producto es muy consumido, sobre todo para la práctica del coqueo, y también como digestivo y para ritos sagrados.
El falso procedimiento se gestó a partir de un aviso del comerciante en las redes sociales, ofreciendo el producto. El policía Reyes se hizo pasar por un comprador interesado y pactó un encuentro con el vendedor, pero a poco de haber iniciado el intercambio, aparecieron otros hombres en un vehículo no identificado de la Policía Federal y, simulando un operativo oficial, se llevaron las hojas de coca y, de paso, la plata que tenía consigo el comerciante.
Las nuevas imputaciones se hicieron ante el juez federal de Orán, quien formalizó estas nuevas acusaciones e hizo lugar a los diversos planteos solicitados por el fiscal Villalba, entre ellos la prisión preventiva de Torres por 30 días.
En la ampliación de la imputación, Villalba dio más precisiones sobre la maniobra de los federales. Sostuvo que antes de acordar el encuentro, Reyes y Díaz se presentaron en el comercio del comerciante víctima y le pidieron 15 kilos de hojas de coca, cantidad que el vendedor no tenía en ese momento. Luego Reyes, que se identificaba como “Willy Rueda”, le pidió 130 kilos de hojas de coca, aunque finalmente la operación se pactó por 60 kilos, a cambio de una suma de poco más de $200 mil.
En cuanto a los roles que cumplieron los nuevos policías acusados, el fiscal sostuvo que Torres, un oficial de mayor jerarquía, es el propietario del automóvil Peugeot 207 utilizado para hacerlo pasar como un móvil no identificado de la Policía Federal. Rollano Manriquez, Arroyo y Salinas Núñez lo acompañaron en el auto y simularon el procedimiento, secuestrando las hojas de coca y llevándose el dinero del denunciante y la mochila de “Rueda”.
Villalba subrayó que Reyes fue quien se comunicó por teléfono con el comerciante, encargó las hojas de coca, pagó la primera entrega, reclamó por el mal estado de la coca y pactó el encuentro para una segunda compra.