El presidente Alberto Fernández reveló que recibió un comunicado de acreedores externos de la empresa Vicentín , entre los cuales se encuentra el Banco Mundial, para expresarle al Gobierno nacional su disponibilidad a negociar la deuda de la firma. Además, aclaró que la decisión de intervenir y expropiar la compañía es una medida "de carácter excepcional” y aclaró que “aquellos que me conocen bien saben que yo no reniego del capitalismo”. "No podría perdonarme mirar de brazos cruzados cómo esa empresa se cae", explicó.

El jefe de Estado recordó, además, que la cerealera había entrado en “un colapso financiero enorme”, que tenía “muchas dificultades para seguir operando”, que había entrado en concurso de acreedores y que en ese contexto “había perdido a todos los productores”.

“Los acreedores representan el 40 por ciento de los pagos de la empresa” y la decisión del Gobierno de intervenirla “no debiera ser motivo de pelea porque estamos rescatando una empresa de la quiebra”, subrayó en una entrevista en Radio10.

“Lo están tratando como un hecho caprichoso de un presidente y es algo de extrema gravedad. Yo no tengo ninguna vocación de que el Estado se ande quedando con las empresas de nadie. Yo sigo creyendo en el capital privado”, remarcó Fernández.

También reveló que ayer mantuvo una conversación con uno de los accionistas de la empresa, Sergio Nardelli, y manifestó su confianza en que el gobierno “va a poder hacer las cosas tranquilo”. Esto “no es motivo de pelea” porque “lo que hacemos es rescatar a la empresa de una quiebra, a pesar de que algunos tratan de mostrarlo como un gesto arbitrario".

“La economía argentina está dada vuelta y este es un caso absolutamente excepcional"

“Estoy rescatando una empresa. Cuando hablan de expropiación, que lo es, la plantean como si fuera de una empresa próspera” y no es así, dijo y aclaró que la decisión de intervenir y expropiar fue tomada de manera “inmediata, para que no haya maniobras que vacíen la empresa”.

Esta situación “nos preocupó porque si sigue en manos de los mismos accionistas corremos el riesgo de que quede en peores condiciones”. “La medida tiene la vocación de que una empresa de esa talla siga siendo argentina y sea rescatada de la situación” a fin de evitar que se desvalorice y caiga en manos de multinacionales.

 

“La economía argentina está dada vuelta y este es un caso absolutamente excepcional. Los que me conocen bien saben que yo no reniego del capitalismo. Creo que el capitalismo es el mecanismo para hacer funcionar la economía”, insistió. Pero aclaró: "También creo que el día en que los gerentes financieros de las empresas empezaron a ser más importantes que el gerente te de producción, el capitalismo se desgarró. Entonces, hay que empezar a construir un capitalismo más ético”.

“La expropiación no es un remedio permanente sino un remedio excepcional y espero que no ocurra nunca más”, dijo Fernández para defender su decisión. “Si el Estado no interviene, ¿cómo termina el tema? ¿Los accionistas van a pagar y seguir felices con la vida? No. todos sabemos que eso termina en una quiebra, en un remate y, en el mejor de los casos, en manos de una multinacional”.

Por eso, agregó: “Traté de que el tema quede en manos de gente experta. No puse a un amigo político sino técnicos de primer nivel para que ayuden a levantar la empresa con criterios comerciales y empresariales”.

 

“Nunca hablé de ese tema con Macri”

 

Por otra parte, el Presidente negó haber hablado del tema Vicentín con su antecesor, tal como lo había publicado un matutino porteño

: “Nunca hablé de ese tema con Macri”, dijo y negó que la decisión de expropiación tuviera que ver con que Vicentín aportó a la campaña de Juntos por el Cambio.

“No reparé para nada en eso porque no es lo que me preocupa. Si ellos creyeron en Macri tienen todo el derecho de hacerlo y eso no hace a una empresa mejor o peor. Hay muchas”, refrendó.

De la misma manera cuestionó la denuncia judicial presentada por dirigentes macristas para frenar la intervención.

"Hay un grupo de políticos que hace años se olvidó de discutir políticas y hace años se acostumbró que la política ocurra en los tribunales”, dijo y sentenció: “Yo les pediría que dejen de usar a la Justicia con fines políticos y aprendan a hacer políticas, debatiendo y construyendo ideas”. En el caso Vicentín, “la única idea es que tuvieron es prestarle plata indiscriminadamente a una empresa que todos sabían que no iba a poder pagar. No vi ninguna denuncia para los funcionarios que permitieron eso”.

 

 

"Celebro que Moreno se preocupe por la legalidad"

 

También salió a responder las críticas de algunos dirigentes como el ex ministro Roberto Lavagna, quien había dicho que “no bastan el Estado y los amigos del poder para que las cosas salgan bien”.

Para el Presidente, el sentido de esa expresión fue “llamar la atención” en cómo se haría la intervención.

“Lo que Roberto dice es que esta vez las cosas se hagan bien, y en ese sentido yo pienso igual”.

También le respondió al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, quien criticó la expropiación por haberse tomado “bajo una ley de la dictadura”.

“No quiero entrar en debate con nadie –dijo Alberto Fernández-. Celebro que Moreno se preocupe por la legalidad antes de entrar con guantes de box en una asamblea.”

De la misma manera se expresó sobre cómo algunos medios presentaron el tema: “No están informando sino defendiendo ideologías o intereses propios”. 

“Buscan ensuciar todo de cualquier manera y lo que no hacen es contar la verdad, que es lo que quisiera que cuenten”, agregó.