El Presidente Alberto Fernández anunció la intervención del Sistema Penitenciario Federal. Es tras el escándalo por las revelaciones de los lazos de integrantes del SPF con la banda de espionaje ilegal que investiga el juez Federal de Lomas de Zamora Federico Villena. Todo parece indicar que los funcionarios kirchneristas y los empresarios detenidos tenían micrófonos en sus pabellones. La semana pasada, el titular de la institución, Emiliano Blanco, había presentado su renuncia al cargo, pero todavía no había sido aceptada. El avance en la investigación de Villena cambió el panorama.
"Espero que la justicia haga lo que tiene que hacer con las denuncias de espionaje. Hoy vamos a designar a una persona en la subsecretaría de Servicios Penitenciarios con capacidad de intervención en esa área", reveló el Jefe de Estado en una entrevista radial. Si bien no reveló el nombre de él o la elegida para el cargo, señaló que ayer se reunió con la persona que será designada, con la que dijo haber trabajado durante muchos años y a la que calificó como “impoluta en la Justicia”.
A partir de lo que se dio a conocer en la investigación a cargo del juez Villena, Fernández dijo tener una “enorme preocupación”. En diálogo con Radio 10 expresó que se trata “de lo que nosotros nos pasábamos hablando en los medios y nadie denunciaba”, en referencia al rol de la dirigencia de Cambiemos. “Yo espero que la Justicia actúe como debe actuar. Lo que debo garantizar yo como presidente es que eso nunca más vaya a ocurrir”, agregó.
El Presidente se refirió, además, a la situación de emergencia que se vive en las cárceles argentinas: “Yo no quiero que las cárceles sigan funcionando como estuvieron funcionando hasta ahora. Con el sistema carcelario actual, los que delinquen padecen los encierros mucho más de lo debido y al salir la única oportunidad que encuentran es la de volver a delinquir. Si nosotros eso no lo cambiamos vamos a ser una sociedad espantosa. Y siempre vamos a estar dando vueltas sobre lo mismo”, dijo. En ese sentido recordó que Esteban Righi siempre decía que “a un gobierno se lo juzga por su cárceles, porque según como se trate a los presos ese es un Gobierno que se preocupa o no por los derechos de la gente”.
Tal vez la vertiente más importante de la investigación del juzgado federal de Lomas de Zamora está en los rastros del espionaje en la cárcel de Ezeiza, particularmente en el Módulo 6, en los pabellones C y D, donde estuvieron --y están-- alojados los ex funcionarios del gobierno de CFK y los empresarios perseguidos por el macrismo. Villena tiene rastros de que los objetivos eran dos. Por un lado, en el caso de los empresarios, presionar a los detenidos con datos obtenidos ilegalmente para obligarlos a vender o ceder sus empresas. Y, por el otro lado, coaccionar a los exfuncionarios para que se "arrepientan" e involucren a CFK en algún delito. No es casual que utilizaran a periodistas afines para anunciar, casi en forma permanente, que tal o cual detenido estaba a punto de "arrepentirse".
La información surge de varios elementos secuestrados en la causa, pero hay un punto clave que es una masa enorme de datos que se encontraron en las computadoras de dos direcciones del Servicio Penitenciario Federal, la dirección de Inteligencia y la dirección de Seguridad. Se habla de un total de cinco terabytes, el volumen de información que suele haber en diez computadoras.
La versión indica que buena parte de las celdas de esos pabellones estaban "cableadas", o sea con micrófonos, aunque en los papeles judiciales se habla de "alambrados". Habrían puesto también micrófonos en la sala de reunión de los detenidos con los abogados y en el ámbito donde los internos recibían a sus familiares; también estaba intervenido el teléfono público.
En la banda autodenominada Super Mario Bros había penitenciarios, pero también un nexo con el SPF, según afirman en el juzgado de Lomas. El nombre que mencionaron en presencia de la expresidenta y su abogado es Fernando Carra, un asesor del titular del SPF, Emiliano Blanco. La semana pasada, Blanco presentó su renuncia, aunque todavía no había sido aceptada. Ahora, con la inminente intervención de todo el Sistema Penitenciario, la decisión irá mucho más allá de un cambio en la dirección del SPF.