La violación de la cuarentena que se cometió en las instalaciones de Deportivo Riestra no le saldrá gratis al club que maneja a piacere el abogado Víctor Stinfale. El lunes ingresó al Tribunal de Disciplina de la AFA la denuncia del gerente de Relaciones Institucionales de la casa, Gustavo Lorenzo, que acompañó documentación probatoria sobre el incumplimiento del decreto presidencial 297 en la cancha de Villa Soldati cuando se entrenó un grupo de jugadores. La sanción en el ámbito del fútbol no pasaría de una clausura al estadio o el pago de una multa. Pero a ella se le sumará una causa penal en la justicia porteña acompañada de la medida que corresponda. “Será categórica”, había adelantado el director ejecutivo del Comité de Seguridad en el Fútbol de la ciudad de Buenos Aires, Guillermo Madero, quien ya clausuró las instalaciones.
En el fallo de la AFA el castigo recaerá sobre la entidad deportiva, en el segundo afectará a todos, incluidos los jugadores que violaron el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y a un par de dirigentes que les abrieron las puertas para estirar los músculos. En un comunicado los directivos se desmintieron a sí mismos porque informaron que las prácticas “no fueron autorizadas por las autoridades de nuestro club”. La cancha tiene un sistema de cámaras de seguridad que podría aportar certezas sobre lo que dice la comisión directiva. Madero lo conoció en enero pasado cuando recorrió el club.
Página/12 consultó a un integrante del Tribunal de Disciplina de la AFA que señaló con pedido de anonimato: “Habrá un fallo, aunque no creo que supere a una clausura del estadio o una multa. Si la justicia o el gobierno porteño adoptaran sanciones más duras, la AFA las acatará como válidas. Se habilitó una feria para tratar dos temas que son el de Riestra y la marcha de los hinchas de San Martín de Tucumán que violaron la cuarentena en su provincia para protestar contra la AFA”. Del testimonio se desprende que al club no le quitarían puntos en el campeonato de la B Nacional donde se ubica cuarto en la tabla de posiciones de la zona B. Por ahora se clasifica para el torneo Reducido que le da una chance de ascender a Primera División.
Con la denuncia ya recibida, el Tribunal de la AFA le extendió una vista al club para que arme su defensa y podría sancionarlo en base a los artículos 32, 33 y 287 del Reglamento de Transgresiones y Penas. Como todas las actividades están suspendidas por la AFA desde que se adaptó a los distintos decretos del gobierno nacional que dictó la cuarentena en marzo, la situación de Riestra no deja de ser complicada. Porque aunque fuera menor el castigo que le aplique la asociación que preside Claudio Tapia, no escaparían a las consecuencias judiciales sus jugadores y directivos. El Código Penal establece en el artículo 205 condenas de 6 meses a 2 años de prisión para “el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
No es la primera vez que Riestra, cuya denominación jurídica se completa como Asociación de Fomento Barrio Colón, queda en offside por cuestiones que pasan puertas adentro de sus instalaciones. En 2017 jugadores y allegados invadieron la cancha cinco minutos antes de terminar una final por el ascenso a la B Nacional con Comunicaciones y hasta agrandaron un área antes de disputar el partido.
Si bien se atribuye a Stinfale el control del club que ascendió en apenas cinco años desde la Primera D aficionada hasta la B Nacional, tiene un presidente hincha de Boca y que ejerció el cargo de director de la Administración de Infracciones en CABA hasta el 8 de junio de 2015, cuando todavía gobernaba la ciudad Mauricio Macri. Se llama Fabio Pirolo. Además es abogado, militante de la UCR y ex dirigente xeneize del fútbol amateur durante la gestión de Dabiel Angelici. Hace un año su club tramitó con éxito un subsidio de 180.000 pesos para la entidad en el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Se lo concedió el subecretario de Deporte porteño, el ex tenista Luis Lobo.
Según el sitio Doble Amarilla, el plantel que dirige el técnico Guillermo Duró “realizó prácticas en grupos de entre seis y siete jugadores. En tanto, se dividieron según las zonas de residencia: aquellos que viven en Provincia, se dirigen al predio de La Candela (en la zona de San Justo) y los que viven en Capital lo hacen en Villa Soldati”. De esta descripción se infiere que Riestra habría violado la cuerentena más de una vez. Pero quedó en evidencia al menos una, cuando el canal TyCSports pasó las imágenes de la práctica en su estadio Guillermo Laza. De inmediato el mundo del fúbol y el ministro de Deporte y Turismo Matías Lammens le cayeron encima a la asociación de fomento que en los hechos funciona más como una sociedad anónima.
Futbolistas Argentinos Agremiados sacó un comunicado durísimo: “Repudia la conducta ilícita e insolidaria denunciada, manifestando al mismo tiempo, que acatará como no puede ser de otra forma, las disposiciones que adopte el Gobierno Nacional”. Uno de los seis vicepresidentes de la AFA, Marcelo Achile, dijo: “Esto no queda acá, es un daño grande que se hace, una falta de respeto, un tema de salud pública, la AFA va a poner todo lo que tenga que poner para aclarar este tema porque realmente no entendemos que se pueda hacer eso”. El presidente de Lanús, Nicolás Russo, fue más allá: “Como dirigente de la AFA pediría una sanción para Riestra. Si cada club hace lo que quiere, el fútbol argentino entra en una anarquía. Hay una norma en la cual está prohibido que se desarrollen las actividades en los clubes y si se viola eso merece una sanción”. El ex presidente de San Lorenzo y hoy ministro porteño completó: “es una irresponsabilidad”.
El club difundió un comunicado como anticipo del castigo que se le viene encima. Señaló a modo de mea culpa que si fuera “acreditada” su responsabilidad “nos impone la obligación moral de ofrecer a la comunidad en general, y todo el ámbito del fútbol federado en particular, nuestras más sinceras disculpas”. Esté o no detrás de la letra de este descargo la mano de Stinfale, el abogado que cierta vez le respondió a Luis Majul en su programa de TV “si Hitler me da un millón de dólares, lo defiendo”, Riestra no despertó nunca demasiadas simpatías en el ambiente futbolero por la figura del abogado, ex arquero de Nueva Chicago y defensor de personajes menores si se los compara con el máximo genocida del siglo XX.
No obstante, entre esos delincuentes de voluminoso prontuario local que fueron patrocinados por Stinfale se cuentan el traficante de armas sirio Monzer Al Kassar; el ex policía y reducidor de autos Carlos Telleldín, acusado de ser partícipe necesario en un segundo juicio por el atentado a la AMIA; el ladrón de blindados, Luis El Gordo Valor; el fallecido José Barrita, alias el Abuelo, ex jefe de la barra brava de Boca, y William Schlenker, uno de los líderes de los Borrachos del Tablón condenado a perpetua por el crimen de Gonzalo Acro.