Por Cyntia Alemis
Un martes de lluvia, Belén –una joven porteña de veintidós años que semanas antes del confinamiento obligatorio había tenido un reencuentro muy cercano con Clara, su prima que vive en Monte Grande y a la cual no veía hace varios años debido a la distancia– se despertó con ganas de mandarle un mensaje por Whatsapp para decirle que la extrañaba. Unos minutos después de despabilarse recordó lo que había soñado la noche anterior: “Soñé que estaba en el living de la casa en la que vivían Clari y mis tíos cuando éramos chiquitas y estábamos sentadas en el piso frío de mármol comiendo una tarta de coco con dulce de leche”.
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, decía que los sueños son las vías más aptas para acceder al inconsciente, ya que cuando se duerme la censura que siempre está presente en la vigilia se relaja y su resistencia baja. Así, en el sueño se pueden explorar los mensajes y sentimientos ocultos que están guardados en el fondo de cada mente. Y en cuarentena se sueña y se recuerdan esos sueños. Tantas emociones juntas -todo lo que se extraña, los miedos que van cambiando, la incertidumbre, el hartazgo del confinamiento- necesitan el lenguaje de los sueños.
Belu –como le dice su familia a Belén– declaró también que no extrañar dentro del contexto en el que estamos es algo casi imposible. “Se extraña todo. Salir a caminar sin rumbo, juntarse en lo de unx amigx a pasar la noche y tal vez tomar algo, las filas largas del Pago Fácil, extrañas hasta la presencia de esa persona que te caía mal en la cátedra de matemática.”
Candela, una profesora de poesía comentó: “Tuve un sueño en el que estaba en una fiesta y se me acercaba mi compañerita de primaria Xoana, ella me preguntaba si yo la recordaba o no y yo la abracé”. También comentó que antes de que la cuarentena comience a duras penas podía recordar algún que otro sueño pero desde que la reclusión social empezó ella puede narrar al menos dos sueños cada mañana.
Debido a la tecnología y a su avance, las distancias disminuyen debido a aplicaciones como Hangouts de Google, video llamadas por Whatsapp, Zoom o Skype, aplicaciones que nos permiten charlar durante horas con esas personas a las cuales se extraña. En contraste, hay personas a las que les perturba tanto la tecnología y las pantallas como la falta de interacción humana. Agustina –estudiante universitaria de la carrera de Filosofía– cuenta a Las 12 sobre la pesadilla que a atormentó varias veces durante el mes de abril: “Lo que me acuerdo del sueño es que me iba a encontrar con una amiga en una esquina. Llegando al punto de encuentro viene una camioneta blanca y estaciona enfrente mío. Me obligan a subirme y adentro había tres hombres con cabezas de televisores, yo tenía la sensación de que iban a violarme e iban a matarme. Lo que más terror me daba era que sean televisores, eran esos televisores viejos y cuadrados”.
Analizando su sueño, Agustina reflexionó que tal vez un sentimiento latente en su vida es que se siente observada constantemente vía redes sociales y que en cualquier momento alguien podría aprovecharse de esa exposición para robar su información y hacerle daño.
Otro de los fenómenos que se dio en el mundo de los sueños, es el “soñar varias veces en una misma noche” como declaró -basada en sus experiencias- Catalina Flores. Ella relató una noche en la que recuerda tres sueños que no tenían relación entre sí: “El primero se trataba sobre un viaje que hacía a España, me veía en el avión y todo sucedía como si la pandemia nunca hubiera existido. Pasajeros sin barbijos, las interacciones eran muy cercanas, abrazos, besos”. Catalina contó que este estilo de “sueños viajeros” viene siendo recurrente desde el 28 de marzo, día en el que soñó que viajaba a África.
“El segundo que recuerdo de esa misma noche –continúa relatando un poco sonrojada– era un sueño en el que estaba caminando por una plaza desierta de Palermo con la chica que me gusta y nos besábamos por un rato largo mientras gente desde balcones nos tiraba pétalos de rosas”. Cata comenzó a hablar con una chica que iba a su primaria debido a un match en la aplicación de citas Tinder y está ansiosa por que se levante el confinamiento para por fin reencontrarse con su ex compañera de la escuela.
El último sueño que recuerda de esa noche fue el que la despertó. Cuenta que se encontraba en “una especie de bosque con árboles altísimos y todo estaba oscuro”. Recuerda que corría a toda velocidad de algo que la quería dañar, pero que nunca llegó a saber que era. “Corría, corría y no me cansaba, estaba tan asustada que me desperté y todavía sentía esa sensación de terror”.
Pictoline, un medio de comunicación que se encarga de compartir noticias en formato de dibujos, subió el 27 de abril a Instagram una ilustración sobre los sueños y su comportamiento en la cuarentena. La imagen tiene una pregunta introductoria: “¿Has tenido sueños más extraños y vívidos últimamente?”. Utilizando como fuente de información a National Geographic, Pictoline explica que desde que inició la pandemia se han hecho estudios donde se reportan sueños más extraños. “El estar aislades, estresados y con menos actividades influye y limita el contenido de nuestros sueños y hace que tengan elementos más extraños y metafóricos”. Esto provoca sueños y pesadillas más intensos y por eso, más memorables.
Según Pictoline, otros factores que afectan la calidad de los sueños son la ansiedad y la falta de actividad que genera el confinamiento.
Con tanto material para explorar, Olivia Rud, una artista visual de 17 años decidió empezar un proyecto de fanzine llamado Sueños Cuarenténicos: “Desde hace un tiempo la gente se está dando cuenta de la cantidad de sueños que están teniendo por noche, yo tuve mínimo un sueño por día y todos muy lindos y raros –cuenta entre risas– entonces pensé que sería interesante hacer un fanzine donde recopilar sueños de cuarentena y combinar sus palabras con mis dibujos”.
En el proceso de selección de sueños y armado de bocetos Olivia nos revela que la fecha de publicación de su fanzine será a mediados de Junio en su cuenta de dibujos de instagram @el_olivo_dibuja: “Primero voy a hacer una introducción sobre las razones de estos sueños raros que todes estamos teniendo y después la idea es ir seleccionando uno por cada categoría como alguno de terror, otro más tierno y otro que sea más flashero para que haya variedad”.