DESDE RIOS GALLEGOS

En Santa Cruz, la apertura de la cuarentena ha sido progresiva y desde el lunes, la provincia ingresó en Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Sin embargo, el martes pasado la gente salió a la calle. Abirigadxs, con barbijos y llevando carteles en los que se leía “+ Amor - Odio”, “queremos a los efectivos fuera de la fuerzas”, “todos somos Javi”, alrededor de un centenar de personas se congregó el martes en las puertas de la Jefatura de Policía para pedir Justicia.

Jorge Astorga (27) fue brutalmente golpeado en la madrugada del 1° de mayo en Río Gallegos. En el Día del Trabajador, quienes durante el ASPO realizan una tarea esencial, en lugar de evitar un hecho de violencia, lo provocaron.

Sucedió alrededor de las 0 3:00 cuando el joven riogalleguense estaba regresando a su casa a pie cuando sin advertirle motivos, entre seis y ocho miembros de la Policía e Infantería lo detuvieron en el populoso Barrio Evita y lo subieron a una trafic. “Ah pero mirá cómo habla, este es maricón” le dijeron cuando preguntó porqué lo detenían y lo trasladaban, como si fuera necesario remarcar el homo odio le sumaron un “espero que tengas preparada la cola porque acá te van a terminar violando”. Ya en la Comisaría Sexta, recibió patadas y piñas mientras estaba esposado.

Finalmente por la mañana, Jorge fue liberado y pudo volver a su casa. Cuando le contó a su familia lo que había sucedido y tras decidir realizar la denuncia se dirigió al Comando Radioeléctrico donde le señalaron que el único lugar donde podía realizar la denuncia era justamente donde pasó horas recibiendo golpes y humillaciones.

Jorge es nacido y criado en Santa Cruz, lo que en la jerga local se denomina NyC y que marca una diferencia social en la provincia pero no te deja exento del maltrato. “Mi vida es muy tranquila, nunca esperé que me sucedan este tipo de cosas a mí pero nadie es inmune a este tipo de situaciones”, dice en diálogo con Soy.

Abuso policial

En la misma movilización que se realizó en la tarde del lunes, acompañando el reclamo está Juana, quien cuenta que en marzo fue a un kiosco céntrico con un grupo de amigos cuando tres personas se identificaron como policías y quisieron llevarlos. Sólo la llamada telefónica en altavoz que realizó a su madre hizo que dos hombres que estaban de civil y un tercero vestido con un uniforme desistieran de su accionar y extrañamente salieran corriendo. A su lado está Aldana, quien cuenta que caminando por avenida Santiago del Estero fue detenida, un efectivo masculino, le realizó un “cacheo” en el que la manosearon y finalmente la dejaron ir. No supo qué hacer.

“No es la primera vez que sucede en Santa Cruz y en Argentina, pasa todo el tiempo. Mucha gente se calla por miedo a que haya represalias por parte de la Policía”, dice Jorge.

A cada paso aparece un nuevo caso, Nilda Pérez recuerda que en enero del 2019 su hija Gabriela Torres fue víctima del abuso policial en la localidad de Río Turbio. Pidieron Justicia y aún siguen esperando.

Jorge eligió no callarse. “Me expuse para que esto no le vuelva a suceder a otra persona, para que no se vuelve a repetir esta historia y que se haga Justicia”.

El lunes, le retiraron los puntos de la operación por la fractura arco cigomático, la estructura que une el pomulo con el cráneo, y su rostro se va desinflamando. Por los golpes que recibió deberá continuar con fisioterapia para recuperar la movilidad y apertura de la mandíbula. “Ahora puedo hablar y puedo comer, eso es lo más importante”, señala.

Sobre cómo se vive por fuera de la heteronorma en Río Gallegos, dice “hay homofobia, eso es obvio. No todo el mundo piensa de la misma manera pero eso tiene que terminar, tienen que sacarse ese pensamiento y que todos puedan vivir libremente. Todos tienen derecho a amar a la persona que quieran”.

El abuso policial tuvo repercusión en el Gobierno y el lunes, desde el Ministerio de Seguridad emitieron un comunicado repudiando el accionar tanto desde el ministerio como desde la Policía Provincial y dieron a conocer que se iniciaron los sumarios correspondientes. En contraposición del odio que recibió por parte del personal de las fuerzas, el martes Jorge fue colmado de abrazos por parte de su familia, amistades y personas que no lo conocían y se acercaron para acompañar el reclamo. “Es impresionante el amor y el cariño que te puede entregar una persona que no conoces, lo voy a agradecer toda mi vida”.