¿El futuro dirá que los 8 minutos y 46 segundos que le llevó a la rodilla del policía Derek Chauvin asfixiar a George Floyd cambiaron el curso del mundo? El brutal crimen racial ocurrido el 25 de mayo en Minneapolis desató una ola de reacciones cuyas consecuencias, afirman los analistas, son imposibles de pronosticar. ¿Hasta dónde llegarán las protestas realizadas en las principales ciudades de Estados Unidos y Europa? ¿Lograrán, al fin, una sociedad menos discriminatoria y más igualitaria? Con Barack Obama y Michael Jordan a la cabeza, todas las figuras públicas afroamericanas se manifestaron contra la violencia y la segregación. Desde ya que el mundo del espectáculo no fue excepción y aportó una buena cantidad de voces, incluyendo la del siempre incendiario Spike Lee, de quien este viernes se estrenará en Netflix la flamante 5 sangres. Por su parte, los principales estudios de cine y series anunciaron donaciones a entidades que luchan contra la discriminación, y la Academia de Hollywood, hizo lo que viene haciendo hace años prometiendo un Oscar con mayor diversidad.
Black voices
La conductora, periodista y productora Oprah Winfrey siempre se mostró como una ferviente luchadora social en cuestiones de género y raciales. Era inevitable que Floyd ocupara su agenda, y así fue: “No puedo sacarme la imagen de esa rodilla sobre su cuello. Está todas las mañanas cuando me levantó para hacer mi trabajo. Mientras me hago un café o ato mis zapatillas, respiro y me digo: ‘Él no puede estar haciendo eso’”, posteó en sus redes sociales junto a un pedido de justicia y la promesa de que el nombre de Floyd “no será solo un hashtag”. Rápida de reflejos, Winfrey se puso a la cabeza de ¿A dónde vamos desde aquí?, un especial de dos noches, transmitido por diversas plataformas el martes y ayer, en el que conversó con intelectuales, activistas y artistas afroamericanos sobre los potenciales alcances del crimen.
También mediante las redes sociales habló Dwayne Johnson. Asociado al cine familiar y la lucha libre (de aquella época en los rings proviene su apodo “La Roca”), este hijo de una mujer samoana subió un video de casi nueve minutos en el que apuntó sus dardos (aunque sin nombrarlo) a Donald Trump. Todo en una coyuntura atravesada no solo por la violencia racial sino por los 115 mil muertos por la Covid-19 desde los comienzos de una pandemia que el hombre de piel naranja nunca quiso controlar. Su pregunta fue la de muchos: “El país está de rodillas, enojado, herido, frustrado, rogando porque quiere ser escuchado. ¿Dónde está nuestro líder en este momento?”. Luego siguió: “Por supuesto que todas las vidas importan. Importan porque creemos en la inclusión, la aceptación, los derechos humanos y la igualdad para todos. Pero en este momento crucial y explosivo en el que se mueven los cimientos del país, debemos decir las palabras 'las vidas negras importan’”.
Esta última frase (“Black Lives Matter”) fue la consigna que aunó protestas en lugares como Nueva York, Los Ángeles, Madrid y Londres. Una de las postales de los últimos días llegó desde la capital inglesa, donde entre la multitud de manifestantes sobresalió el actor John Boyega, conocido por su participación en la nueva etapa de la saga Star Wars, incendiando el megáfono. “Toda persona negra comprende y se da cuenta cuando es la primera vez que se le recuerda que es negro. Necesito que entiendan lo doloroso que es esta mierda, que te recuerden todos los días que tu raza no significa nada. Pero ese ya no es el caso”, gritó entre lágrimas antes de enunciar nombres de estadounidenses y británicos víctimas de la policía o de crímenes de odio por su color de piel, y de dedicarle un apartado especial a los hombres: “Necesitamos cuidar a nuestras mujeres negras. Son nuestros corazones, nuestro futuro. Una nación con familias que prosperan, que están sanas, que se comunican y que educan en amor tiene más posibilidades de tener mejores seres humanos. Y eso es lo que necesitamos. Hombres negros, esto empieza con ustedes. Tenemos que ser mejores”, arengó.
Consciente del peligro para su imagen pública que implicaba esa exposición, Boyega remató el discurso reconociendo que no sabía cómo continuará su carrera, “pero a la mierda". Sus temores, sin embargo, quedaron disipados cuando la cuenta oficial de Twitter de Star Wars posteó una foto del actor con el megáfono acompañada de un breve texto en el que la productora Lucas Films manifestó su apoyo a las protestas (“Las vidas negras siempre han importado, el mal que es el racismo debe detenerse”) y tildó a Boyega como “nuestro héroe”. Mark Harmill, otro nombre fundamental de la saga, dijo que “nunca estuvo más orgulloso de él“. Incluso algunos fueron más allá diciendo que les gustaría trabajar con el actor en próximos proyectos, como la actriz Olivia Wilde, la directora Cathy Yan (Birds of Prey) y el director Christopher Miller (Lluvia de hamburguesas).
Pero Boyega no fue el único actor que agarró un megáfono. Aunque menos incendiario que su colega, Michael B. Jordan habló durante una protesta realizada el último fin de semana en Los Ángeles. El foco de sus palabras estuvo en la situación de una industria audiovisual que, aunque se diga diversa, sigue siendo manejada por hombres blancos. “Estoy usando mi poder para demandar diversidad, pero es el tiempo de los estudios, de las agencias y de las empresas que están en todos estos edificios. Espero que quieran lo mismo”, dijo el protagonista de Creed y Pantera Negra. “La industria se comprometió a alcanzar una paridad de género este año. Pero, ¿dónde está el compromiso para contratar gente negra? Llevemos nuestra oscuridad a la luz”.
Acostumbrado a problematizar la violencia racial en sus películas, el director Spike Lee aprovechó la campaña de prensa de 5 sangres –que podrá verse desde este viernes en Netflix– para disparar munición gruesa contra Donald Trump. Así lo hizo este lunes con Jimmy Fallon (https://www.pagina12.com.ar/271297-spike-lee-en-noviembre-le-diran-no-al-agente-naranja ) y la semana pasada durante una charla con el editor de arte de la BBC, Will Gompertz, en la que tildó de “gánster” al mandatario norteamericano luego de que posara con una Biblia al lado de una iglesia quemada durante las protestas. "La Biblia no se veía cómoda en su mano, y tampoco él se le veía cómodo sosteniéndola. Nunca antes había visto algo así en mi vida, particularmente con un líder mundial", agregó.
El director del El infiltrado del KKKlan lanzó el domingo posterior al crimen un corto que mezcla imágenes de Floyd y Eric Garner –un afroamericano asesinado durante su arresto en 2014- con una escena de Haz lo correcto (1989) en la que uno de los personajes es brutalmente asesinado. La realidad, indisociable de la ficción. "La gente está enojada porque los negros están siento asesinados y los policías no son inculpados. Las personas negras y mestizas están enojadas por la disparidad entre los que tienen y los que no. Nadie nace enojado, la gente se enoja porque vive en un mundo con un sistema que no está configurado para que gane", sostuvo ante Gompertz.
Palabras más, palabras menos
Ni lentos ni perezosos, los principales estudios de Hollywood aprovecharon los vientos sociales de turno. Un movimiento limitado a mensajes de manual en redes sociales y donaciones de dinero a distintas asociaciones que luchan contra la segregación, como si con Floyd hubieran descubierto un problema visible desde hace siglos. “Estar en silencio es ser cómplice. Las vidas negras importan. Tenemos un deber con nuestros miembros, empleados y creadores afroamericanos para que puedan alzar la voz”, publicó la cuenta oficial de Netflix en Twitter días antes de anunciar que –junto a BBC iPlayer y Britbox–sacaría de su catálogo la serie británica Little Britain porque sus actores se maquillaban la cara y el cuerpo para interpretar personajes negros. Habrá que ver cómo se materializa eso de “alzar la voz”, pero acomodarse a la coyuntura de esta manera no parece el camino correcto.
El resto dijo, palabras más, palabras menos, lo mismo. Amazon Prime, el brazo audiovisual del imperio digital de Jeff Bezos, por ejemplo, que “está junto a la comunidad negra (colegas, artistas, guionistas, productores, espectadores) y todos los aliados en esta lucha contra el racismo y la injusticia”. En HBO fueron un poco más creativos encabezando el posteo con una cita del escritor y activista (negro, obvio) James Baldwin: “Ni el amor ni el terror te hacen ciego, pero sí la indiferencia”. Tan comprometidos están los ejecutivos de la señal premium con la causa, que decidieron levantar de la plataforma HBO Max Lo que el viento se llevó por su “mirada racista”.
A su mensaje alusivo Disney sumó el anuncio de su CEO, Bob Chapek, de una erogación de cinco millones de dólares para entidades vinculadas a la justicia social. “El crimen de Floyd ha forzado a nuestro país a confrontar otra vez con una larga historia de injusticias que han sufrido los afroamericanos, y es fundamental que estemos juntos haciendo todo lo que nos sea posible para que esos actos de racismo y violencia no sean tolerados”, sostuvo el ejecutivo. La empresa del castillo no fue ni el primer ni el único gigante en aportar dinero a la causa. Al igual que Facebook, Apple y Nike, entre otros, el conglomerado mediático ViacomCBS destinará cinco millones de dólares para entidades del mismo rubro que las apoyadas por Disney.
"El hecho es que el mundo está perdiendo la pelea por justicia social e igualdad, y necesitamos más ahora”, escribió el CEO Bob Bakish en un mail para los empleados, según consignó The Hollywood Reporter. Una cifra similar a Viacom dispondrá la productora Bad Robot. “Basta es basta. Basta de brutalidad policial. Basta de privilegios. Basta de conversaciones educadas. Basta de confort y diferencias de acceso”, se lee en el posteo de la empresa fundada por el realizador JJ Abrams.
¿#Oscarsowhite?
La cuestión racial ya estaba en la agenda de Hollywood en gran parte por la brecha salarial y la evidente omisión de las minorías en las ternas de los principales premios de la industria. La gota que rebasó el vaso cayó en 2016. Como reacción ante un segundo año consecutivo sin actores y actrices afroamericanos nominados se creó el movimiento #Oscarsowhite. Con el 92% de sus electores blancos y un 75% de hombres, la Academia inició una agresiva campaña de inclusión por la que desde entonces más de la mitad de los invitados a formar parte de la entidad son negros, un porcentaje muy similar al de las mujeres directoras convocadas, según THR. Difícil que en este contexto no se pronunciara sobre el crimen de Floyd. Y así lo hizo a través de un comunicado subido a las redes el domingo: “Es inaceptable para todos. Nuestra solidaridad para nuestros miembros, guionistas, artistas y toda la población negra a lo largo del país, porque sabemos que las vidas negras importan. La Academia suma su voz al reclamo de justicia. Debemos focalizarnos en el racismo y poner lo mejor de nosotros”.
Todo indica que en los próximos días habrá más novedades. Durante esta semana los académicos elegirán a los 17 miembros que durante tres años integrarán la llamada Junta de Gobernadores, una suerte de comisión directiva con 54 personas de todas las ramas de la industria. La actriz Whoopi Goldberg, el productor Reginald Hudlin, el guionista John Ridley y la directora Ava DuVernay son algunos de los afroamericanos con chances de ocupar (o seguir ocupando, dado que el cargo es renovable) una silla. Por otro lado, el mes que viene la Academia anunciará la nómina de quienes recibirán una invitación para ser miembros. Los principales analistas de Hollywood dan por descontado que habrá –desde ya- una amplia mayoría de afroamericanos.
El cine de Tarantino
Los manifestantes no tuvieron miramientos a la hora de vandalizar negocios y locales de las calles de Los Ángeles. Una de las víctimas fue el legendario cine New Beverly, fundado en la década de 1920 y, desde 2007, propiedad de Quentin Tarantino, quien suele encargarse de una programación integrada mayormente por clásicos en 35 y 16 mm de su colección privada. Según las fotos subidas a las redes sociales por el director de operaciones del complejo, Jules McLean, el edificio –cerrado desde marzo debido a la pandemia– tuvo algunas roturas menores y pintadas en contra de la policía en la puerta de vidrio principal. Sin embargo, lejos de las quejas, al otro día la marquesina del New Berverly amaneció con la leyenda “Justicia por George Floyd”.