Los trabajadores de Vicentin celebraron la intervención estatal en la cerealera y apoyarán el proyecto de ley que irá al Congreso para expropiarla. "La decisión nos brinda tranquilidad”, afirmó Dionisio Alfonso, del sindicato de aceiteros de Reconquista. En la misma línea se expresó la Federación de Aceiteros a nivel nacional, la Uatre, la CGT de Reconquista y la CTA bonaerense. A diferencia de la mirada de la empresa, que rechaza la medida del Gobierno, los trabajadores consideran que pone fin a “meses de incertidumbre”, luego de que en diciembre pasado Vicentin se declarara en cesación de pagos.
Alfonso indicó que el objetivo del sindicato estará enfocado en que “se mantengan los puestos de trabajo y las paritarias libres”. En diálogo con Télam, reveló que en noviembre de 2019 comenzaron los despidos, con 60 personas, tras el cierre de la fraccionadora y la refinería. Actualmente, la compañía “no está activa como antes” y trabaja al 30 por ciento. Pese a declararse en default, la empresa continuó con el pago de sueldos. Adeuda los 53 mil pesos del bono acordado con Aceiteros y desde abril que no aplica a los sueldos el aumento del 25 por ciento de la paritaria 2020.
“Sentimos un desahogo a tanta incertidumbre”, contó a PáginaI12 Leandro Monzón, trabajador de la planta de Vicentin ubicada en Avellaneda. “Nos da tranquilidad que van a seguir los puestos de trabajo. Si venía una multinacional y decidía cerrar, ¿qué íbamos a hacer nosotros?”, agregó. En este sentido, se mostró en contra de las manifestaciones que se dieron en Avellaneda. “No se entiende a la ciudadanía que sale a recriminar a un gobierno. A nosotros en las audiencias nunca nos clarificaron el rumbo, iban directo a la quiebra y el futuro era incierto”, dijo. Por otro lado, remarcó que la crisis financiera de Vicentin lo tomó por sorpresa. “Se veía un avance de la empresa impresionante. Estaban construyendo uno de los mejores cinco edificios del país y hasta se hablaba de que iban a comprar un puerto en Bahía Blanca”.
En tanto, la Federación de Aceiteros a nivel nacional celebró que se mantengan los puestos de trabajo. Pero además, apoyó la intervención estatal en el sector exportador. A través de un comunicado, expresó: “La exportación de harinas, aceites, biodiésel y derivados de soja representa el 30 por ciento de las exportaciones totales. Con un lugar preponderante en el sector agroexportador, Vicentin es una empresa que en manos del Estado tendrá un rol fundamental para el control sobre la producción de alimentos”. Y agregó: “Con su expropiación, se abre una oportunidad para generar más valor agregado con la industria y retrotraer el proceso de primarización profundizado bajo la gestión del gobierno anterior”.
La organización que conduce Daniel Yofra realizará dos pedidos. Reclamarán al Estado “ser partícipes en gestión y control de la producción y la dirección” en el futuro de Vicentin. Y además, que se avance en la investigación de los créditos millonarios que otorgó el Banco Nación. Consideran que la cerealera aplicó “maniobras de vaciamiento” a través de “complejas estructuras corporativas que radican sucursales en el exterior, se venden a si mismas y esconden del Estado las ganancias”.
El apoyo de los trabajadores no provino solamente de los implicados en las plantas de Vicentin. El titular de la CGT de Reconquista, Ramón Acosta, afirmó que “representa una esperanza” para los empleados y también para los productores. La CTA bonaerense que conduce Roberto Baradel aseguró que “no se trata de una expropiación caprichosa sino del rescate de una empresa que se venía a pique y ya había presentado quiebra". También calificó a la decisión estatal como “correcta” Ramón Ayala, el secretario general de la unión argentina de trabajadores rurales (Uatre).