La Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) - Malbrán anunció que volverá a producir la vacuna contra la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), que había sido discontinuada durante el gobierno de Macri en el año 2018. Con una inversión de nueve millones de pesos, la producción se retomará en la planta de Pergamino del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH) - Maiztegui y buscará acercar las dosis necesarias de la vacuna CANDID - 1 a la población de riesgo de la zona crítica de la enfermedad, comprendida entre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. Pascual Fidelio, director de ANLIS - Malbrán, aseguró a Página/12 que "volver a producir la vacuna es una decisión política y de soberanía sanitaria"
"La FHA es una enfermedad viral grave, que puede llegar a tener hasta un 30 por ciento de letalidad. Además es una enfermedad zoonótica, transmitida por un roedor silvestre llamado Calomys Musculinus, por lo que no es erradicable. La medida de prevención más efectiva es la vacuna", explicó a este diario Anabel Sinchi, coordinadora del Programa Nacional para el Control de la Fiebre Hemorrágica Argentina de ANLIS. En el año 2018, tras el fuerte desfinanciamiento que sufrió el Malbrán, la producción de CANDID - 1 fue discontinuada.
"Si esta vacuna no la hacemos nosotros hay que comprarla en el extranjero y la decisión del Ministerio de Salud es ratificar la producción nacional de vacunas estratégicas", señaló en este sentido Fidelio y agregó que hasta el momento "hay stock para la campaña de vacunación de este año, pero tenemos que producir para el año que viene y el siguiente".
El primer paso del proceso estará focalizado en equipar con los instrumentos necesarios a la planta de medicamentos biológicos que el INEVH tiene en Pergamino: “Esta planta dejó de funcionar y hoy la estamos recuperando. Para producir medicamentos biológicos se necesita aire, agua y frío de calidad”, detalló el director del Malbrán. En este sentido, lo primero será el equipamiento de la planta de agua de calidad inyectable y de las cámaras de frío.
Pero la puesta a punto de la planta no se dará de un día para el otro: "Cuando se hacen arreglos de este tipo la mecánica es compleja. Es todo un proceso en el que, por ejemplo, hay que validar los equipos o revisar que el ambiente esté libre de partículas, recién entonces la ANMAT valida y se extiende el certificado", explicó Fidelio. Desde el Malbrán sostienen que la planta estará lista para volver a producir en el primer trimestre de 2021 y su director afirmó que "después de esto el proceso de producción será relativamente rápido".
A largo plazo, el objetivo propuesto es el de llegar a cubrir a toda la población en riesgo de contagio del área de influencia de la FHA. Actualmente la enfermedad es endémica en la zona comprendida entre el noroeste de la provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y Córdoba y el noreste de La Pampa.
Durante el transcurso de 2019 las estadísticas registraron un total de 17 casos confirmados y alrededor de 400 sospechosos, mientras que en lo que va de 2020 ya son 22 los contagios reportados, según confirmó la coordinadora del Programa. Sin embargo, la población de riesgo se extiende mucho más allá de estas cifras: "En este momento calculamos que se trata de aproximadamente cinco millones de personas, aunque podrían ser más. Para abarcar a todas esas personas el stock actual no alcanza", sostuvo Sinchi, quien remarcó que buscarán "llegar a inmunizar a toda la población de riesgo".
Como su nombre lo indica, la Fiebre Hemorrágica Argentina es una enfermedad que solo existe en nuestro país. Aunque en algunas zonas de la región se encuentran enfermedades de características similares, ningún país ha producido vacunas para combatirlas: "CANDID 1 es única en el mundo, es un gran logro argentino", sostuvo Sinchi. En este sentido, Fidelio destacó que "volver a producir esta vacuna equivale a un Estado presente, ocupado en mejorar la calidad de vida de la población”.
La primera dosis de la vacuna contra la FHA fue producida en el año 1984 por un investigador argentino radicado en Estados Unidos. Entonces, en Argentina no existía ningún laboratorio con la seguridad requerida para ese tipo de desarrollo. Recién en el año 2001 esta tecnología llegó al país y en 2003 el Instituto Maiztegui comenzó a producir la vacuna que, en el año 2006, pudo ser validada a través de un ensayo clínico. Desde entonces, CANDID 1 estuvo en el calendario de vacunación para las zonas de riesgo y no dejó de producirse hasta el año 2018, cuando la gestión de Cambiemos recortó el presupuesto de ANLIS - Malbrán y la producción se detuvo.
El Instituto Julio Maiztegui lleva el nombre del primer médico en el mundo en desarrollar tratamientos con plasma inmune de pacientes convalecientes, precisamente para combatir la FHA. En el año 1971, Maiztegui logró demostrar que "la aplicación de plasma inmune de pacientes convalecientes en el término de ocho días después del comienzo de la enfermedad es extremadamente efectiva y reduce la mortalidad del 30 al 1 por ciento", según consta en un informe de la Organización Panamericana de la Salud dedicado a esta enfermedad. Desde el mes de abril, el INEVH - Maiztegui comenzó a trabajar junto al Ministerio de Salud de la Nación en el desarrollo de protocolos para el uso de plasma inmune como terapéutica para covid-19.
Informe: Santiago Brunetto