Luis Scola anunció este jueves que no continuará jugando en la Euroliga y dejó abierta la posibilidad de retirarse de forma definitiva, a través de un comunicado que emitió el Olimpia Milano, el equipo italiano en el que se desempeñó hasta que se desató la pandemia de coronavirus. La única motivación para el capitán de la Selección Argentina de básquetbol para extender su trayectoria son los Juegos Olímpicos de Tokio, que fueron postergados hasta 2021 por la epidemia.

“Después de reflexionar profundamente, tomé mi primera decisión con respecto a la próxima temporada. Decidí no jugar más en la Euroliga, ni en Milán ni con otro equipo", afirmó Scola en la comunicación emitida por su club. "Quiero agradecer a Olimpia por darme esta oportunidad. Fue un año divertido en el que experimenté un buen ambiente y en el que me sentí como en casa", expresó el ex jugador de Ferro en Argentina. 

De esta manera, Scola cerró cualquier posibilidad de continuar una temporada más en un equipo poderoso de Europa, aunque dejó abierta la chance de mantenerse activo para disputar los Juegos Olímpicos el año que viene: "Por otro lado, no decidí si retirarme del básquetbol para siempre o seguir jugando en otra competencia. Tomaré una decisión final durante las próximas semanas", remarcó Scola. 


Con esa declaración, Scola le puso incertidumbre a su futuro en el equipo de Sergio Hernández, aunque también abrió una chance. Antes del Mundial de China en septiembre del año pasado, Scola estuvo sin equipo desde marzo y llevó adelante una preparación especial en su campo de Castelli, junto a un entrenador personal y algunos colaboradores, antes de sumarse a las prácticas oficiales de la Selección. Habrá que ver si ahora toma una decisión similar, si elige un equipo con menores pretensiones o de una Liga menos competitiva, o si definitivamente anuncia su retiro a los 40 años.

En tanto, el Milano, a través de su propietario Giorgio Armani, le agradeció su compromiso y dejó un mensaje esperanzador para la Selección: "Luis Scola es un gran campeón y fue un gran honor tenerlo en nuestro equipo. En su larga carrera, experimentó los valores deportivos y humanos en los que siempre creímos, y durante los últimos meses demostró cómo la seriedad y la dedicación permiten alcanzar objetivos inesperados. Por esto, le agradezco, le deseo todo lo mejor y espero verlo en la cancha en los próximos Juegos Olímpicos". Seguramente, el mismo deseo que tienen Hernández y sus compañeros para que la función definitiva de Scola sea en Tokio, disputando sus quintos Juegos.