La inflación en mayo se ubicó en el 1,5 por ciento, informó este jueves el Indec, el mismo número que se había registrado en abril. En los primeros cinco meses, el crecimiento acumulado de los precios es del 11,1 por ciento, mientras que la comparación del mes pasado en relación a mayo del 2019 supone una suba del 43,4 por ciento. Los mayores aumentos se verificaron en prendas de vestir y calzado y equipamiento y mantenimiento del hogar. Alimentos y bebidas, el rubro más sensible para el presupuesto de los hogares, tuvo una leve alza de 0,7 por ciento, lo que refleja un resultado exitoso de la política de precios máximos que aplicó el Gobierno.
La marcha de los precios sigue ubicándose varios de escalones por debajo de lo que estaba antes de las medidas de aislamiento social obligatorio. Ese resultado se explica por los controles de precios de productos básicos y el congelamiento de servicios públicos. Adicionalmente, la crisis del consumo, motivada por el deterioro de los ingresos pero también por la menor circulación en el actual escenario de pandemia, ejerce una presión bajista sobre los precios. El elemento disruptivo en términos inflacionarios es el tipo de cambio, por ahora está bajo control luego de la fuerte suba de la brecha de hace un mes atrás.
Si bien el comportamiento de la economía durante mayo siguió estando muy fuera de lo normal a causa de las medidas de aislamiento social, el mes pasado hubo fuerte reapertura de actividades en relación a abril, cuando se produjo el punto mínimo de actividad en todo el país. Según los datos de movilidad de las personas que publica Google, recopilados por la consultora PxQ, la circulación a puestos de trabajo cayó en promedio un 74 por ciento por debajo de la “normalidad” en el comienzo de la cuarentena. Para el 20 de mayo, la circulación en lugares de trabajo en la Ciudad de Buenos Aires estaba en un 60 por ciento por debajo de la normalidad, mientras que en Catamarca y Jujuy la merma era de apenas el 5 por ciento frente a la previa de la cuarentena. Ya entrado junio, la movilidad continuó su tendencia ascendente. Esto implica que el dato de inflación de mayo es algo más robusto que el de abril. Aun así, persiste un escenario fuera de lo común.
Uno de los datos salientes del informe de precios de mayo es la fuerte desaceleración de alimentos y bebidas. Desde comienzos de año, alimentos y bebidas mostró un incremento del 4,7 por ciento en enero; 2,7 en febrero y 3,9 por ciento en marzo. En abril, el incremento fue del 3,2 por ciento, a pesar de que ya estuvo vigente el congelamiento de precios. A nivel nacional el incremento de alimentos y bebidas fue de apenas el 0,7 por ciento en mayo. En el Area Metropolitana de Buenos Aires la suba fue sólo de 0,3 por ciento, lo cual representa el valor más bajo de la serie que publica el Indec, que comienza en enero de 2017.
El mayor incremento se verificó en el tomate redondo (16,5 por ciento) y en la cebolla (16,6), seguido de pañales descartables (6,2). En cambio, hubo un amplio abanico de productos que tuvieron caídas de precios, como por ejemplo limón (-23 por ciento), lechuga (-16,9), naranja (-5,7), banana (-6,8) y papa (-5,6), en frutas y verduras, pero también pollo entero (-5,4), filet de merluza (-3,0), salchicha (-3,1), fideos secos (-1,2), manteca (-0,7), leche fresca en sachet (-0,5) y hamburguesas congeladas (-0,7). En lo que va del año, el aumento acumulado de alimentos y bebidas es del 16 por ciento, y en los últimos doce meses, del 49,6 por ciento.
El rubro que mayor suba registró el mes pasado fue prendas de vestir y calzado, con un incremento del 7,5 por ciento. “Conforme fue abriendo al comercio tanto online como presencial en algunas provincias, se observaron aumentos de precios en prendas de estación”, evaluó el Indec. El comportamiento de este rubro fue muy dispar a nivel nacional. En el Area Metropolitana, la suba llegó hasta el 10,1 por ciento, lo cual contrasta con el hecho de que estos comercios en su gran mayoría estuvieron cerrados durante el mes pasado. En cambio, en Cuyo, la suba de precios en prendas de vestir fue del 2,4 por ciento y en la Patagonia, del 3,4.
Un sector que estuvo por encima de la media fue equipamiento y mantenimiento del hogar, con un alza del 2,9 por ciento. Otros rubros tuvieron un comportamiento de precios muy estable, como es el caso de vivienda, agua y electricidad (0,3 por ciento), transporte (0,2) y comunicación (0,5). En salud, el incremento fue de 0,8 por ciento y en comunicación, 0,5.